Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
En el gremio de Fairy Tail, más específicamente en el segundo piso, se podía observar una escena graciosa, el nieto del maestro intentando llamar la atención de su novia era muy gracioso, siendo que siempre es al contrario. Laxus y Lucy habían quedado este día para pasar la tarde juntos antes de que él se fuera a una misión de una semana, pero la rubia decidió ponerse a leer un libro ignorando por completo al dragon slayer.
— Sabes, Lucy, nunca me gustó tu apellido.
La recién nombrada despegó su vista del libro para obsevar confundida a su acompañante, "¿Qué bicho le pico?" fue el primer pensamiento que cruzó por su mente.
— ¿Disculpa? —la maga estelar se estaba empezando a molestar.
— Tu apellido siempre me ha disgustado.
— ¿De verdad?
— Sí, deberías cambiártelo —insistió el mago.
— ¿¡Cambiar mi apellido!? ¿¡Por cuál!?
Los recientes gritos de la rubia habían llamado la atención de los pocos miembros del gremio que no estaban viendo la escena desde el principio, Mirajane y Elise quienes se habían encargado de que nadie interrumpa la escena, sonrieron.
— Dreyar —su respuesta fue clara y directa.
— ¿Eh? —le costó un poco entender a que se refería el rubio pero cuando lo hizo sus ojos se abrieron por la sorpresa.
— Lucy Dreyar, suena tan bien —la sonrisa del rubio se hizo más grande.
— Laxus...
Lucy bajó la mirada con un notorio sonrojo en sus mejillas, el grito de asombro de todos en el gremio no se hizo esperar mucho. Algunos escupieron sus bebidas, otros se cayeron de sus sillas, y algunos como Mirajane tenían un derrame nasal mientras pensaban en la futura boda de los rubios.
