Capítulo 11

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—¿Dónde está? —Hyukjae preguntó a Sunho, quien estaba apoyado en uno de los pilares que adornaban su patio.

—Bueno, hola a ti también, jefe. —Sunho le sonrió.

—Joder, Sunho, es que...

—Hyukjae, lo que necesitas es comprobar tu herida, en primer lugar — interrumpió Kyuhyun, agarrando uno de los brazos de Hyukjae cuando él empezó a tambalearse.

—Maldita sea, jefe, estás sangrando —Sunho cruzó al otro lado de Hyukjae, sujetando su brazo.

—Estoy bien, Sunho. no tienes que...

—Puede hacer lo que infiernos quiera, cuando estás sangrando dejando un maldito charco en el suelo. Joder, Hyukjae. ¿Qué hiciste?

Hyukjae levantó la vista para ver a Donghae mirándole con el ceño fruncido. —Aw, viniste a saludarme a la puerta, qué lindo... Y yo sin haber echo una maldita cosa.

Donghae ignoró totalmente a Hyukjae, señalando a los dos hombres para que lo llevaran al interior antes de cerrar la puerta. Hyukjae observó a Donghae cuando comenzó a dar instrucciones a su personal. Habría tenido algo que decir acerca de eso, si no fuera por el hecho de que se sentía un poco cansado. Sonrió a Donghae y trató de llegar a él, sólo para descubrir que no podía mover su brazo. Frunció el ceño y entornó los ojos cuando la imagen de Donghae comenzó a desdibujarse. No pasó mucho tiempo antes de que le diera la bienvenida a la oscuridad que le llamaba.




Hyukjae oyó el sonido de unos leves ronquidos y sonrió, reconociendo quien estaba haciendo los ruidos. Abrió los ojos, volviendo la cabeza hacia un lado, y vio a Donghae dormido en uno de los grandes sillones de cuero que había colocado en el dormitorio. Siguió mirando a Donghae, viendo como el sol remarcaba las facciones de su amante. Donghae todavía vestía la ropa que llevaba en su cita para cenar. Donghae se había quitado la chaqueta, y Hyukjae pudo ver que la camisa blanca que llevaba debajo estaba salpicada de sangre seca. Su estómago se revolvió ante la idea de que la sangre podría haber sido de Donghae.

—Es bueno verte despierto.

Hyukjae miró a la puerta y vio a Kyuhyun sonriendo. — ¿Había alguna duda?

—Un día, tu suerte podría agotarse, Hyukjae —dijo Kyuhyun, frunciendo el ceño mientras caminaba cerca de la cama.

—Pero ese día no es hoy —dijo Hyukjae, medio en broma.

—La muerte no es para bromear —dijo Kyuhyun mientras se sentaba en el borde de la cama.

Hyukjae suspiró. —Lo se, Kyuhyun. Pero sabes que en nuestro trabajo, hacerse daño es muy probable. Nuestra tasa de mortalidad es alta —señaló secamente.

—Eso no significa que tengas que morir joven. Además, tuviste tiempo de retirarte —Kyuhyun miró fijamente a Donghae, que estaba todavía ajeno a la conversación, roncando en su silla.

—¡Huy!,¡Es cierto! Amigo mío.

—Sólo pensé que necesitabas recordarlo. Debiste irte lejos, no poner en riesgo tu vida. Quitarte del medio y no volver atrás.

—¿Y dejarte atrás y al resto de nuestros hombres? ¿Harías lo mismo, si fueras yo?

—Es diferente.

—¿Cómo es eso? — Hyukjae preguntó tenazmente.

—Tú eres el jefe, Hyukjae. Nos pagas para protegerte.

El Amante del Padrino [EunHae]Where stories live. Discover now