Capítulo 10

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Después de tres rondas de calor, sudor y sexo, Donghae finalmente, tuvo la oportunidad de tomar y pinchar el ordenador portátil de Hyukjae. Este había jadeado y resoplado con fuerza durante unos minutos, antes de saltar de la cama para tomar una ducha. No cerró la puerta, Donghae sabía que era una invitación para que se uniera a él, pero tenía algo más urgente que hacer. Cuando oyó el sonido del agua en el baño, rápidamente se apresuró hacía uno de los cuartos de invitados, que Hyukjae utilizaba a veces como oficina temporal. El portátil estaba sobre el escritorio, donde la había estado usando antes.

Donghae se acercó y se sentó con cuidado en la silla. Todavía le dolía el culo de las diversas e interesantes posturas que Hyukjae había probado con él. Se concentró en el ordenador, con sus oídos en alerta, al mismo tiempo. Mirando el reloj, sabía que tenía menos de quince minutos antes de que Hyukjae viniera a buscarlo. Trabajó con rapidez, tratando de eludir el bloqueo de la contraseña que Hyukjae había instalado. Le resultó mucho más fácil entrar de lo que esperaba, usando los trucos que había aprendido durante el tiempo en el que trató de ser un delincuente.

Programas de hackeos era algo sobre lo que había aprendido durante los dos años, que le había dado al padre Byungmoo, problemas por su comportamiento. Lamentaba haberle dado disgustos, cuando el hombre no había hecho nada más, que estar allí para él durante la mayor parte de su vida. Sin embargo nunca se arrepentiría de las habilidades que había aprendido, que incluían: Entrar a lugares restringidos, hacer puentes a los coches y aprender el manejo de las tecnologías con fines ilegales.

Donghae miró los archivos protegidos por contraseña en el disco duro y accedió a los e-mails de Hyukjae al mismo tiempo. Mientras esperaba que los archivos fueran transferidos a su unidad de disco USB, Donghae volvió a su dormitorio y se sintió aliviado al oír que Hyukjae seguía tarareando en la ducha. Regresó rápidamente al cuarto de invitados para apagar el portátil y guardó su USB con los archivos cifrados Hyukjae, la dirección de correo electrónico y la contraseña almacenados en su memoria. Todo lo que tenía que hacer era contactar con Jaewon para transmitir la información, la información que se agrega a la pila que pondría a Hyukjae tras las rejas, de por vida.

La idea de que Hyukjae fuera encarcelado le revolvía el estómago a Donghae, por lo que la apartó de su mente. Pero el sentimiento de culpa regresó, triplicándose cuando Hyukjae salió del cuarto de baño, recién duchado y cubierto solamente con una toalla alrededor de sus caderas, con una amplia sonrisa genuina, mientras sus ojos vagaban por un semidesnudo Donghae

—Te has puesto los bóxers —dijo Hyukjae, poniendo su mejor cara de decepcionado.

—Hacía frío, y además si no lo hubiera hecho, tu querrías otra ronda —dijo Donghae.

—¡Ah, qué bien me conoces! —Hyukjae se dirigió a la cama, besándolo suavemente en los labios.

Donghae puso una mano sobre el pecho de Hyukjae, parando el beso antes de que progresara en más, a pesar de que sus labios eran reacios a desprenderse de Hyukjae.

—Probablemente deberíamos ir a cenar.

El estómago de Hyukjae gruñó ante la mención de comida, los dos se echaron a reí. —Vamos. Ve a ducharte, y luego así podré llevarte a cenar.

Donghae se bajó de la cama y se dirigió hacia el cuarto de baño, pero no antes de que Hyukjae le diera una cachetada a su culo, Donghae le gruñó, Hyukjae solo le respondió con un guiño sensual detrás de él. Lo último que oyó antes de abrir la ducha fue la risa ronca de Hyukjae junto a la puerta del baño. Donghae la había bloqueado.



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El Amante del Padrino [EunHae]Where stories live. Discover now