Capítulo 1

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Hyukjae sujetaba al hombre llorón con un agarre mordaz, castigador, alrededor de su cuello, contra la pared de ladrillo.

—Ahora contéstame, ¿qué te dije que pasaría si me traicionabas, Yixuang? — El hombre lloriqueó como respuesta. Hyukjae tiró de él hacia adelante antes de golpearlo duro y ruidosamente contra la pared otra vez—. ¿Qué mierda te dije, Yixuang, o se te olvido? —La voz de Hyukjae era más calmada. Sus hombres alrededor de él cambiaron de posición con inquietud. Sabían que con Hyukjae, mientras más alto hablara mejor era. Si gritaba quería decir que tenías más posibilidades de vivir. Pero cuando la voz de Hyukjae bajaba de tono, algo muy malo iba a suceder. Hyukjae era como una cobra a punto de atacar, y sus hombres estaban agradecidos de no ser el blanco de esos ojos oscuros, ojos de acero.

Hyukjae olió algo acre en el aire y observó la húmeda mancha en los pantalones del hombre. —Maldita perra. Sera mejor que no tenga nada de tu pis en mí. O me aseguraré que tengas una muerte dolorosa. —El hombre comenzó a temblar con fuerza, sus ojos abiertos con aprensión—. Deberías saber que es mejor no entrometerse conmigo, Yixuang. Mi Ciudad, mis reglas. Conocías eso. ¿Ahora por qué querías joder con eso, huh? Simplemente por más dinero. ¿Es ese el precio de tu vida? O cualquiera de...

Hyukjae oyó la puerta trasera del club abrirse y cerrarse de un golpe, cuando un desconocido tropezó fuera en el callejón. Hizo una pausa, haciendo señales a sus hombres para que acercaran al hombre. Sería muy mala suerte, el tener que lidiar con un posible testigo potencial para la policía. No es que no pudiera resolverlo con sobornos y amenazas de muerte. Sin embargo algunos no escuchaban.

Hyukjae prefería mantener sus manos limpias en estos días. Intentaba no matar a la gente que no estuviera en la cima de su lista de tareas como jefe de la mafia.

Sus hombres arrastraron al hombre hacia la luz tenue, y Hyukjae fue capaz de ver su rostro. Además de ser evidente su estado de ebriedad, o en camino de ella, el hombre era de su tipo. Más pequeño que él, con un cuerpo atractivo y una cara igualmente hermosa. Con ojos almendrados, glaseados, de color café que le contemplaban con curiosidad, acompañado de una boca fina, de color rosa que imploraba ser besada. La polla de Hyukjae tembló en sus pantalones. Suspiró, sabiendo que su negocio con Yixuang había terminado. Tenía que atender otro asunto ahora.

—Ya trataré con Yixuang —dijo Hyukjae a sus hombres, sin apartar sus ojos del chico.

—¿Y qué hacemos con él, Jefe? —preguntó Minwoo, con los ojos en el hombre ebrio que sostenía con un brazo.

—Déjamelo a mí —dijo Hyukjae, mientras alcanzaba al chico, evitando que cayera de bruces contra al suelo, cuando su hombre lo soltó.

—Entonces nos encargamos nosotros de Yixuang, Jefe — dijo Kyuhyun, esperando a que Hyukjae le diera una confirmación.

Hyukjae hizo un gesto con su mano libre y esperó a que sus hombres se retiraran. Pero Kyuhyun estaba todavía allí, probablemente, sonriendo. —Déjalo estar, Kyuhyun. Y es mejor que no estés sonriendo.

Kyuhyun soltó un bufido. —Es de tu tipo, no es así, Jefe — No era una pregunta. Kyuhyun sabía perfectamente el tipo de hombre que le gustaba a Hyukjae.

—¿Vas a salir, o quieres verme follar con él contra la pared? Porque yo estoy bien con eso. —Hyukjae hizo ademán de abrir la cremallera de sus pantalones, riéndose ahogadamente cuando oyó el ruido de los pasos de Kyuhyun desvanecerse rápidamente en la distancia...

—¿Realmente me vas a joder contra la pared? —la voz sonó borrosa, pero Hyukjae podía ver como los ojos del hombre no estaban tan vidriados como antes.

El Amante del Padrino [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora