Capítulo 7

1.8K 264 15
                                    

El agente especial Lee Donghae era uno de los mejores en su campo. No decía eso porque fuera un culo engreído, sino por el papel que desempeñó en la detención de algunos de los criminales más escurridizos de la nación. Y Lee Hyukjae era uno de los muchos criminales que todavía nadie había logrado poner tras las rejas. Muchos agentes antes que él, lo habían intentado, sin éxito, y Donghae estaba decidido a no unirse a sus filas. Hyukjae era simplemente otro caso que necesitaba resolver.

Le molestaba tener que recordárselo a sí mismo, cada vez más a menudo, sobre todo después de que el hombre en cuestión le revelara aspectos de sí mismo, que no aparecían en los archivos que le entregaron a Donghae, cuando se decidió aceptar el caso.

Como un día que Hyukjae había llegado al departamento, con un montón de cannoli. Hyukjae le había dicho que Kyuhyun los había comprado, pero sabía que Hyukjae conocía que Donghae quería probarlos. Esa era la primera vez que Donghae había probado la masa de hojaldre frito con relleno dulce y cremoso. Lo amó a tal extremo que no pudo detener que se le escapará un gemido sensual de su boca cuando tomó el primer bocado. Hyukjae se había reído y lo había observado con una mirada cariñosa en su rostro cuando Donghae devoró los cuatro cannoli que había traído.

Al día siguiente, Minwoo estaba en la puerta, entregándole más cannoli a Donghae.

Esta vez, el paquete contenía el doble. No había ninguna nota de Hyukjae, pero Donghae sabía que había pedido a su hombre que los comprara para él. Si Donghae fuese un hombre más sentimental, el gesto habría movido su endurecido corazón.

Casi parecía como si Hyukjae lo estuviera cortejando. Comprándole los pasteles que le gustaban. Llevándolo a los restaurantes que servían su comida favorita. Regalándole artículos caros que nunca podría comprar por sí mismo. Se preguntó por qué Hyukjae estaba haciendo todo eso si ya había conseguido lo que quería, el cuerpo de Donghae a su disposición. Tal vez trataba a todos sus amantes de esa manera. Con esa excusa en su mente, Donghae encontró más fácil cumplir con su trabajo en lugar de sentirse un poco culpable por engañar a Hyukjae. No era el amante de Lee Hyukjae, era el Agente Especial de NPA Lee Donghae, y lo primero era solo un papel, para lograr cumplir con su objetivo.

Y por eso Donghae se sentó en una de las cabinas de Pulso, llevando puesto la ropa más ajustada que tenía en el armario, observando a la multitud de cuerpos girando delante de él. Hyukjae estaba de viaje de negocios, llevaba fuera unos días. No le había revelado a Donghae a donde iba ni cuando regresaría. Donghae le había dado esa información a Jaewon, dejando que su Jefe encontrará las piezas que faltaban. No podía cavar más profundo sin revelar toda la estrategia. Era más importante seguir con su papel de amante de Hyukjae y ganarse su confianza absoluta.

Hyukjae había autorizado la entrada de Donghae en la mayoría de sus clubes de Seúl. Podía entrar en ellos sin pagar la entrada.

Todo lo que tenía que hacer era entrar, poner una deslumbrante sonrisa, y sería escoltado por el gerente a uno de los mejores asientos.

Donghae no sabía qué le esperaba cuando logró entrar en el exclusivo mundo de riqueza y glamour de Hyukjae, pero sin duda no era esto.

Era la tercera visita de Donghae a Pulso, y se encontró lo mismo que en el resto de clubes de Seúl. Todos los empleados de Hyukjae tenían cosas maravillosas que decir de él, aunque también podía deberse al hecho de que podrían pensar que Donghae había sido enviado por Hyukjae para poner a prueba su lealtad.

Pero incluso así, Donghae, que podía leer a las personas muy bien, supo que la mayor parte de los empleados de los clubes de Hyukjae no eran conscientes de que trabajaban para el Padrino de Seúl.

El Amante del Padrino [EunHae]Where stories live. Discover now