Elección

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De alguna forma, que Yuuri desconocía, de último momentos los asientos en clase turista que tenían habían sido duplicados, y sus asientos ya estaban ocupados por otras personas.

Pero, ah, si que habían asientos en primera clase para ambos libres, y completamente dispuesto si era para uno de los patinadores más reconocidos del mundo, eso ni dudarlo. Claro que si, y Viktor había estado muy feliz de tener un asiento en primera clase y poder pedir un poco de alcohol para dormir durante el regreso a Rusia.

Yuuri no se había quejando, problemas técnicos, se dijo e intentó convencerse, pero aun así toda la situación se le hacia más que extraña.

Y la actitud de Viktor no lo dejaba nada tranquilo.

No era extraño que el ruso pidiera algo de beber para el viaje, no, era lo más normal sabiendo que la mayoría de los rusos bebía a cada momento y en grandes cantidades. Lo extraño era que, en cuanto se sentaron en sus asientos en primera clase; Viktor pidió un vodka, pidió a la azafata dejar la botella pero hasta ese momento, después de dos horas de vuelo, la botella seguía estando solo a la mitad, y el vaso seguía medio lleno y un poco más cuando el hielo se deshizo y se volvió más agua que licor.

Y a Viktor no parecía importarle. 

El ruso se mantuvo gran parte del viaje mirando sus entrenamientos grabados, viendo que podría corregir una y otra vez. No había nada que corregir, desde el punto de vista del japonés, pero de alguna forma Viktor siempre terminaba por encontrar algo que no le gustaba, que podría cambiar o mejorar.

Aun así, Yuuri estaba seguro de que esa autocorrección no era más que una distracción para el resto de las personas, para que nadie pudiera adivinar que había algo más rondando la cabeza del ruso en ese momento. Pero, Yuuri conocía bastante bien a su ruso. 

Estaba demasiado tenso, sentía a Viktor demasiado tenso.

—¿Hay algo mal? —preguntó.

Notó como el cuerpo de Viktor se había sobresaltado un poco al escuchar su voz. Si era algo grave, si no, Viktor no le daría tanta importancia como para olvidarse de su entorno.

El ruso ladeó la cabeza, con una sonrisa y negó.

—¿Debería? Solo estoy revisando mi rutina, Yuuri, aunque no tengo dudas de que voy a ganar.

Rió, y Yuuri quiso hacerlo también, pero le preocupaba más ese brillo de inseguridad que veía en los ojos de su ruso. Eso no le gustaba nada.

—Sin duda vas a ganar —apoyó el japonés—. Y así, tu y yo vamos a enfrentarnos por el oro en la final.

—Serás un gran rival, Yuuri~ —El ruso se inclinó a besar su mejilla, y como si solo el contacto le hubiera animado volvió a beber de su vaso de vodka.

Dio un quejido al sentir el sabor del licor diluido por el agua, y llamó a la azafata pidiendo que vaciara el contenido del vaso.

Yuuri solo lo miró, atentamente y cada uno de los gesto que hacia. El ruso se notaba más tranquilo, pero seguía dándole vueltas a un tema que el japonés desconocía. 

Fue una espina en su pecho pensar, y notar, que Viktor aun no confiaba del todo en él. Seguiría guardando lo que le preocupaba, sin hablar con él, pensando que podía llevar todo por si solo sobre sus hombros. Una parte de Yuuri se había resignado a solo ser de compañía para los momentos felices del mayor, pero la otra parte, la que era mucho más grande; quería poder apoyar al ruso en todo momento. Bueno o malo, estar ahí con él.

Temía que aquel "problema" que rondaba en la cabeza de Viktor le afectara demasiado, y el ruso acabara por auto sabotearse a si mismo durante la competencia, así como había sucedido cuando el ruso se había lesionado el hombro. 

Al pasar de los añosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang