Negan's Property {Daryl Dixon}

Capítulo 25

Los brazos del ballestero rodean mi cuerpo, con mucha fuerza ... casi como si quisiera protegerme de cualquier cosa que pudiese hacerme daño.

Y aunque muchas cosas podían herirme, la única que me destrozaría por completo sería perderle.

-No deberíais estar aquí- dice algo enfadado.

Llevo la vista a su cara y percibo como ,rápidamente , posa su mirada en mis ojos.

Mi expresión debe de asustarle porque se pone serio y lleva su mano a la parte de atrás de mi cabeza. Intentando tranquilizarme.

Es raro que no me haya obligado a separarme de él. Todavía.

-No puedes marcharte así sin más Daryl. Tu vida corre peligro ¿o no recuerdas lo que os pasó en la carretera ? Están por todas partes- concluye el koreano.
Glenn regaña al ballestero y sé que tiene razón.
Los salvadores podrían estar en cualquier lado.

Y como si de un interruptor de tratara, recuerdo que la vida de Daryl corre peligro si Dwight está cerca.

Podría decirse que la prioridad del hombre con el rostro quemado no es otra que matar a Dixon.

Y luego, matarme a mí.

Se había asegurado de dejármelo muy claro en aquella cabaña.

-Vamos a casa- digo separándome de Daryl, no sin antes sentir como su cuerpo se resiste a separarse del mío.

-No puedo irme. Volved vosotros. Yo estaré bien.

-Eso no va a pasar- gruñe Michonne.

Me ha quitado la frase de la boca.

Y así sin más, en cuestión de segundos,el frío Daryl Dixon ha salido a la superficie, dejándome completamente helada. Congelada.

El brazo del ballestero, que antes estaba cómodamente apoyado en mi cintura se despega de mi tan rápido que por un momento creo que debo quemar.

Hacía mucho que no veía la dureza y el frío en sus preciosos ojos azules.

Como decía mi abuela, lo bueno no dura para siempre.

-He dicho que os marchéis. En ningún momento he querido que vinierais. Vais a conseguir que nos encuentren.

Abro la boca poco a poco, debido al asombro y al rencor que estoy sintiendo en este momento. Arqueo mis cejas y empujo su abdomen con fuerza.

-Aquí eres tú el único que nos pone en peligro. ¿ Que querías ? ¿ Que nos quedáramos en Alexandria a esperarte?
¿Estás chalado?

Los ojos de Daryl me juzgan y justo cuando escucho hablar a Rosita, los ojos del ballestero se abren de par en par, enfocando a algo que está detrás de mi.
Tan solo con ver su expresión sé que algo horrible acaba de pasar.

Tengo miedo a girarme.
Tengo miedo incluso de parpadear.

El brazo derecho de Daryl me agarra de la camiseta y mientras mi cuerpo se posiciona tras el suyo, distingo el intimidante rostro de Dwight.

Observo cómo Daryl recupera su ballesta del suelo y yo llevo la mano a mi bolsillo trasero justo cuando noto el frío metal de una pistola posándose en mi sien.