Capitulo 15

2.3K 198 30
                                    

El viento soplaba con fuerza y dejaba un rastro gélido en cada porción de piel que tocaba.

Era invierno , el peor que recordaba.

Aunque mirándolo en retrospectiva puede que solo fuera fruto del apocalipsis que estaba teniendo lugar.

Sin refugio, en medio de la carretera, durmiendo en coches y sin poder avanzar. En eso se resumían mis días ,poco después de que Negan y yo hubiésemos salido corriendo de mi hogar.

Pero no es que el mundo fuera genial antes de todo esto, ni mucho menos.

La gente ya estaba loca antes de empezar a devorarse entre ellos, muchos ya habían perdido el juicio cuando las defensas de las ciudades comenzaron a caer; la gente ya se mataba antes de tener que hacerlo para sobrevivir.

Esa era la triste realidad y si tenías suerte y nacías en un país desarrollado, cambiabas de canal y vivías con ello.

Ahora, algo tan simple como una barrita de chocolate significaba alegría prolongada para toda una semana y una lata de comida, significada el mismísimo cielo.

Durante esos meses, yo había desistido, dudaba incluso que mereciera la pena mantenerme con vida, pero Negan no pensaba lo mismo y mientras él jugaba a los soldados de élite yo me limitaba a esconderme entre los coches.

Nunca me habría definido como cobarde, si había que hacer algo arriesgado yo era la primera en apuntarme pero ver a muertos levantarse del sitio resultó demasiado para mí.

-Deja el lápiz y la goma, vas a venir conmigo

La voz de Negan resuena en el coche mientras arranca de mis manos la libreta que me había llevado de casa.

-No quiero salir,estoy dibujando-digo acomodándome nuevamente en el asiento trasero del coche.

-Me importa una mierda y media que estés dibujando. Tú vas a venir conmigo ya mismo-dice tirando de mi brazo y arrebatándome la manta que cubría mis piernas.


Avanzamos por el busque durante unos 20 minutos y todo parecía tranquilo.

La nieve seguía blanca e impoluta, sin rastro de mordedores o cualquier otra cosa... muerta.

El crujir de los amontonados copos bajo mis pies me relaja y tengo que admitir que aunque hiciera frío, ver el paisaje merecía la pena.

Verde salpicado con blanco mientras el azul claro que precede al medio día acaba de enmarcar la estampa.

Si tuviera mis colores...

-Aquí estamos bien- dice mi profesor de economía frenándose en seco.

-¿Qué quieres que haga?

-No pretenderás que esté contigo cada segundo del día y le pegue un tiro a cada uno de esos putos podridos yo solo ...-dice con ironía.

Yo no respondo y solo le miro, esperando cualquier información relevante que me indique qué  es lo que pretende que haga.

-Vas a aprender a disparar, niña.

Su sonrisa se llena de arrogancia y sin vacilar un segundo pone su arma en mis manos.

Está fría y pesa, también es firme y contundente.

Nunca había cogido una de estas y nunca hubiese deseado tener que hacerlo.

-Vas a disparar hasta que puedas acertar a un muerto entre los ojos... y sin mirar.

Y así sin más, cambié hoja y papel por pistola y bala.





Negan's Property {Daryl Dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora