Capítulo 13

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Las horas caen pesadas como el calor que envuelve mi cuerpo mientras volvemos a Alexandria.
Apenas hemos cruzado más de 3 palabras durante las horas que llevamos caminando y empiezo a pensar que un caminante sería mejor compañía que Daryl Dixon.
La punta de mi zapato golpea una angulosa piedra, el único entretenimiento que he encontrado, fruto de la desesperación más absoluta.
Suspiro lo suficientemente alto como para que el ballestero , que camina unos cuantos metros por delante me escuche, pero si lo hace , de su boca no sale ningún tipo de respuesta.
Seguramente esté enfadado por haberle obligado a dejar la moto allí.
"¿Cómo coño iba a traer una moto con ambas ruedas pinchadas?" Razono conmigo misma .
Es un maldito orgulloso, solo él tiene razón , solo él sabe lo que es mejor .
Es un hombre , no me extraña.
-Daryl- le chillo
El moreno de pelo largo se da la vuelta y me mira con los ojos entrecerrados.
-¿Te ha comido la lengua el zombie ?-pregunto colocando los brazos a los lados de mi cintura.

-Eres una cría-dice con una mirada de ¿asco?

-Oh ya veo, soy una cría a la que no te importó follarte hace unas horas-digo colocando mi mano sobre mi frente a modo de visera.

-Simplemente-dice cambiando el peso de un pie al otro-Estabas en el momento y lugar adecuado. No es que seas especial y no creas que va a volver a pasar.

-La próxima vez, "simplemente"-digo imitando su cerrado acento- fóllate a una de esas cosas.Vivas no darían su consentimiento pero oye ... estás de suerte.

El ballestero se da la vuelta y entre susurros, las siguientes palabras se escapan de su boca.

"Con razón os llaman el sexo débil"


Tengo que admitir que no pensé, mis extremidades reaccionaron solas y hasta que no apreté el gatillo no fui consciente de lo que estaba sucediendo.

El sonido de la pequeña explosión de pólvora en la recámara hace que mis reflejos despierten y consiga redirigir la dirección de la bala que salía disparada por la boca del arma.

Dixon chilla y se lleva la mano al hombro, pero se que el cilindro metálico solo le ha rozado y tendrá una herida superficial que no tardará más de dos días en curarse.

-¿Sigues pensando que las mujeres somos el sexo débil?-grito furiosa y nada arrepentida.

-¡Vuelve a dispararme y mejor reza para estar muerta¡

Sus palabras me son indiferentes así que me alejo en la dirección contraria a Alexandria.                        No debería haber cometido ese error.


Mis pasos cada vez son más lentos y a pesar de la protección otorgada por las sombras de los árboles, pronto empiezo a deshidratarme.

Pienso en lo imprudente e irresponsable que fui mientras me siento en un hueco y mohoso tronco de roble, estirando las piernas para dejar respirar a mis músculos.

"¿Disparar a un compañero? Por dios Dakota, esto es mucho hasta para ti" pienso mientras arranco hierbajos verdes y finos que encuentro a ras de suelo.

Miro hacia arriba, buscando inspiración y observando a los pájaros saltar de una rama a otra; sin tropezar, sin dudar.

-¿Que hago ahora?-pregunto en voz alta, esperando una respuesta que no imagino escuchar.

"-Ahora, vas a venir con nosotros."


No hace falta darme la vuelta para identificar al emisor de la frase.

Había escuchado esa voz durante casi dos años, día si y día también, dándome sermones o instrucciones.

Pero me había olvidado de lo espeluznante que resultaba.

Negan's Property {Daryl Dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora