3

713 137 109
                                    

Did you miss me?

Había salido a comprar unas tonterías, por lo que ahora me encontraba entrando a mi edificio. Pero, fue en ese momento en donde me encontré a Brendon, saliendo de este.

Sus ojos se abrieron en grande y yo me quedé parado sin saber que decirle.

—Tengo que cortar, luego hablamos Dan.... Sí, también te quiero.— dijo para después meter su teléfono en el bolsillo.

Nos quedamos mirando un largo momento. Yo le sonreí un poco, para que él borre su cara de sorprendido y me sonriera de vuelta. Me extendió su mano al mismo momento del que yo abrí mis brazos en señal de esperar un abrazo. Reímos algo incómodos, sin embargo, él se acercó a mí para rodear mi cuello con sus dos brazos. Lo abracé de vuelta, sintiendo como mi pecho se contraía.

Estuvimos un rato sin decirnos palabra algunas, solo dejándonos llevar por la cálida sensación que irradiaba el abrazo. Espero que Brendon en ese momento también sonrío pensando en que extrañaba esto, pero incluso cuando nos separamos, no le pregunté.

—Tanto tiempo, Bren.— dije por llenar el silencio.— Te dejaste el cabello más corto de lo que recordaba...

—No es eso, es que a veces me lo levanto. Ahora con el calor tenerlo todo sobre mi cara no es lo mejor.— rió un poco.— Tu cabello está muchísimo más largo, eso sí es innegable.

—No paso por una peluquería hace muchísimo, no tuve tiempo.

—Igual te queda muy bien ese corte, aunque extraño tus épocas de maquillaje.— dijo pasando sus manos por mis rulos.

—Yo también, pero al no estar tan lejos de los 25, no sé si me quedaría tan bien, considerando que no soy una estrella de rock o algo así.

—Debes seguir amando muchísimo halloween, entonces.

—Podría decirse, sí...

—¿Qué te trae de vuelta? Pensé que vivías en Nueva York, con Ashley...

—O bueno, necesitaba un aire nuevo para escribir. Además— agregué—, le doy un tiempo para convivir de verdad con su novia. Quieren vivir juntas. ¿Y vos?

—Me gradué hace nada, prácticamente, y no tengo dinero y tampoco un trabajo estable. Vivir solo es una proyección algo lejana aún.

—¿Y Sarah? ¿No te quedaste viviendo con ella.

—Se graduó antes que yo y se fue a recorrer un poco el mundo mientras yo terminaba, pero creo que conoció a alguien en Inglaterra que aplazó su fecha de regreso.— se rió.

—Wow, las cosas cambiaron bastante.

—Sí, es cierto.— dijo para luego suspirar.

Hubo un silencio incómodo, él se dedicó a mirar hacia abajo mientras yo volvía a concentrarme en estudiar cada rasgo nuevo que podía no notarse a simple vista. Se veía mucho más adulto, incluso me imaginó que ahora viste con camisas, si no fuese porque es verano.

—Fue un gusto verte Ryan, pero ahora tengo que irme...— se despidió.

Lo salude con la mano mientras él caminaba. Pero no mucho tiempo después corrí hacia donde estaba.

Lo detuve mientras me miraba confundido y yo trataba de calmar mi respiración agitada. Correr definitivamente no se me daba, y mucho menos con la alta temperatura de hoy.

Ahora que lo tenía a unos metros, ni siquiera sé porque había tratado de alcanzarlo, pero cuando puso su mano en mi espalda con una sonrisa burlona en su cara recordé.

Quería una excusa para verlo en algún momento cercano... El problema es que yo no tenía nada pensado antes de abalanzarme sobre él.

—¿Qué era tan urgente como para correr así?— me preguntó.— Creo que ni en la secundaria corrías así...

—Antes de que te vayas... Yo...— me rasqué mi nuca, pensando en algo.— Mi madre quiere que vayan tu madre y vos a cenar o almorzar algún día ¿Sabes? Te extraña un montón, no para de preguntarme por vos y...

—No hace falta que pongas a tu madre de excusa si quieres verme, Ryan, ya la vi hace dos días...— abrí mis ojos como platos, a lo que él rió.— Es broma tonto, estoy seguro que ella y yo podemos.

Suspiré.— ¿Mañana?

—Mañana a la noche será.

Me dio un beso en la mejilla y siguió su camino. Me sentí de nuevo como aquel chico de diesiciete años con el corazón latiendo un poco más rápido de lo usual, pero de algo estaba seguro: Las cosas habían cambiado. Ya no estábamos saliendo, él tenía su vida y yo la mía; y no había forma de que estás estuvieran entrelazadas de alguna manera otra vez.

Miré de nuevo hacia donde estaba Brendon, viendo como se alejaba poco a poco hasta que estuviera tan lejos que pareciese como si había desaparecido por arte de magia.

Caminé de nuevo hasta mi casa, saludando a mi mamá.

—Brendon y su madre van a venir a cenar mañana a la noche ¿Estás de acuerdo con eso?

—¡Cómo no voy a estar de acuerdo en que venga tu novio y su madre a comer! ¿Qué cosas dices, Ry?

—Mamá, él no es mi...

—Como sea ¿Trajiste las cosas que te pedí del super?

—Lo olvide, perdón.

—¡Qué olvidadizo sos George Ryan Ross III! ¿En dónde tenes la cabeza? No sé a quien saliste tan despistado...

Tomé mis llaves y salí de casa para hacer lo que me pidió antes de que siga reprochándome.

After dreams ✧ rydenWhere stories live. Discover now