Capítulo 28

3.2K 293 161
                                    

Viktor no me ha llamado, mi madre tampoco y después de aquella noche en la que me quedé dormida escuchando a Castiel cantar no volví a saber de él tampoco. Las cosas estaban calmadas, demasiado calmadas y me estaba empezando a hartar de quedarme quieta sin hacer nada cuando había prometido vengarme. 

Los chicos habían propuesto un plan y ya era hora de llevarlo a cabo. 

Amber ha sido añadida al grupo.

Kentin: No estoy de acuerdo con esto.

Nathaniel: ...

Lysandro: Hay que tratar de llevarnos bien, hagamos esto por Castiel.

Kentin: ¿Por Castiel? Solo estoy aquí por Sucrette.

Sucrette: Y lo agradezco...

Rosalya: Basta de peleas y vamos al grano ¿Me podrían repetir todo otra vez? No me ha quedado del todo claro.

Lysandro: Yo tengo que preocuparme de sacar a Castiel de la casa y mantenerlo ocupado durante un rato.

Nathaniel: Melody ayudará para sacar a Debrah.

Sucrette: Entonces ahí entraré yo por la ventana, me esconderé en la habitación de Castiel con la grabadora.

Rosalya: ¿Y como harán para que Debrah hable?

Amber: Esa perra va a ladrar, yo me encargaré de eso.

Rosalya: Yo quiero ver eso.

Manos a la obra, pensé y nos dirigimos al lugar junto con Laeti para encontrarnos con los demás. Una vez qye Melody sacó de casa a Debrah con alguna excusa, y Lysandro hizo lo mismo con Castiel, me acerqué a la entrada aún junto a mi amiga.

Tomé las llaves y las metí en la cerradura lo más rápido que puse, cuando oí el sonido de ésta abrirse miré a Laeti.

–Bien. –Me dijo ella asintiendo. –Estaré cerca ¿Sí? Cualquier cosa que pase...

–Voy a estar bien. Ve a la plaza que esta cerca, allí estarán los demás. Nos vemos luego –Le dije con una sonrisa pues sentía estar cerca de poder mostrarle la verdad a Castiel.

Mientras Laeti se alejaba volví a dejar la llave donde estaba y entré a la casa cerrando la puerta tras de mí. Demonio estaba echado justo al lado de un sofá, al verme movió la cola pero ni siquiera se levantó, era un alivio, tener a Demonio ladrandome y amenazándome no seria nada bueno.

–Buen chico –Pasé por su lado acariciando su torso rápidamente y fui directo a la habitación de Castiel.

Una vez adentro cerré inmediatamente la puerta con seguro, apoyé la frente en ella dándome fuerza, si Debrah me descubría aquí dentro las cosas podrían resultar muy mal para mí.

Cuando me di la vuelta y miré el resto de la habitación casi me caí de espalda, una mezcla de extraños sentimientos me abrumaron. Sorpresa, confusión, estaba desconcertada. Porque la ultima vez que estuve aquí la habitación de Castiel lucia exactamente igual a cuando estábamos saliendo pero ahora...ahora una cuna estaba en medio del cuarto, los muros pintados de colores suaves y pasteles con cuadros infantiles colgados en ellos, una alfombra que hacía juego con los colores de las paredes, un móvil de bebé colgado en el techo y algunos peluches sobre los muebles que decoraban la habitación. Un cuarto de bebé, un cuarto para el bebé de Debrah.

Sentí cólera ¿Qué rayos estaba haciendo Castiel? ¿En que clase de chico se había convertido? Vamos, siempre estaba preocupado de dar aquella imagen de chico fuerte e indiferente y ahora hacia algo como esto. ¿Realmente estaba cambiando por esa chica? ¿Por ese bebé, que ni siquiera era suyo?

Corazón de melón: La sombra del pasado [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora