Capitulo 5: Ahora

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―No puede ser... ―susurro mirando el afiche pegado en la muralla.

Lo primero que noto en el afiche es el rojo cabello de Castiel, es una imagen de la banda de Debrah, puedo reconocer el nombre,  en la cual sale ella y otros tres chicos, entre ellos Castiel, no puedo dejar de mirar su rostro.

―¿No es aquel chico de tu antiguo instituto?―escucho a Laeti preguntar, quien obviamente sabe la respuesta.

A pesar que ella no lo alcanzó a conocer sabia sobre esta historia ya que en varias ocasiones habíamos hablado de esto, me imagino que era capaz de reconocerlo gracias a las fotos que le había mostrado de él.

Asentí con la cabeza apretando mis labios, concentrándome en no perder la calma y seguí leyendo el anuncio.

"Gran concierto en celebración del aniversario de nuestra universidad. Invitados especiales "Stars from nightmare" Viernes 21:00 hrs. En campus central. ¡No te lo pierdas!"

Madre mía...eso quiere decir que Castiel estaría aquí, me sentía realmente confundida. Vi que Mina agitaba una mano frente a mi rostro.

―¿Hola? Tierra llamando a Sucrette. ―Moví mi cabeza reaccionando.

―Es él... ―susurré, Mina parecía no comprender aún la situación.

Se acercó a los afiches y leyó mirando con atención, después de unos segundos se volteo mirándome.

―El chico del cual estabas hablándome ¿No?―preguntó y yo solo asentí.

―Wow... ―suspiró―. Que coincidencia.

―No-no quiero verlo ―balbuceé sintiendo como la desesperación comenzaba a recorrer cada nervio de mi cuerpo.

―Vamos Su ―exclamó Laeti―. Esta podría ser tu oportunidad...sabes que aún le quieres.

Negué con la cabeza, de pronto me sentí asfixiada y desesperada por aire, había tanta gente a mi alrededor y tantos recuerdos en mi cabeza que lo único que quería era huir de allí, huir de mí misma.

Vamos Sucrette, cálmate. Respiré hondo y me concentré en mis pensamientos. El campus es muy grande, hay cientos, incluso miles de personas aquí, puedes perfectamente pasar desapercibida.

No era eso lo que me hacia sentir perturbada, era que una parte de mi, una muy pequeña, se sentía emocionada por la posibilidad de volver a verlo. Pero no, eso estaba mal, él me dejó, él eligió...la eligió a ella.

Y estaba bien, era su vida, sus decisiones, sus malditos problemas. Volví a respirar hondo para despejar mi mente.

―¿Vamos a clases?― me voltee hacia Mina, traté de sonar lo más calmada que pude pero aun así ambas chicas me miraban con preocupación.

―Sí, ya se nos hace tarde ―respondió Mina mirando su reloj.

Fui a cada una de mis clases a lo largo del día y por más que intentaba concentrarme en ellas se me hacia imposible dejar de pensar en Castiel. Saqué mi celular para mensajear a Rosalya.

Sucrette: ¡¿Por qué no me dijiste lo de Castiel?!

Rosalya: Eh...Sucrette...

Kentin: ¿Castiel?

Maldición, había hablado en el chat de grupo por equivocación.

Lysandro: Veo que ya te enteraste...

Kentin: ¿Enterarse de que?

Lysandro: Sobre lo de Castiel.

Kentin: ¿Qué pasa con ese?

Nathaniel:...

¿Qué hacia Nathaniel en el grupo? Suspiré y dejé el celular a un lado. Quizá podría pedirle a los chicos que vinieran, así no me sentiría tan sola y no seria tan difícil enfrentarlo en caso de que me lo topara. Volví a mirar mi celular.

Rosalya: No sabia que Nathaniel estaba en el grupo.

Lysandro: Yo tampoco.

Nathaniel ha dejado el grupo.

Rosalya ha añadido a Nathaniel.

Rosalya: No seas dramático.

Kentin: ¿Me dirán lo de Castiel?

Sucrette: ¿Qué les parece venir a mi universidad el viernes? Harán un concierto...

Kentin: ¡Genial!

Rosalya: Olvídalo.

Nathaniel: ¿Vendrán a la junta de generación?

Sucrette: ¿Qué?

Rosalya: La junta, Sucrette, la junta.

Lysandro: Lo había olvidado...

Rosalya: Que novedad.

Es verdad, una vez cada tantos meses hacían una junta, todos los chicos del instituto. Yo jamas había ido a una, siempre encontraba excusas para faltar, supongo que ellos seguían siendo muy unidos y yo...bueno, yo seguía sintiéndome excluida.

Kentin: Deberías ir Su.

Sucrette: Jamas he ido a una.

Nathaniel: Deberías, ya paso mucho tiempo, es hora de superar lo que paso.

Sucrette: ¿Debrah va a las juntas? ¿Castiel?

Nathaniel: No, nunca los he visto.

Sucrette: ¿Cuándo es?

Nathaniel: El domingo.

Rosalya: Vendrás.

Sucrette: Obligame.

Lysandro: No discutan chicas...

Rosalya: Jajaja no lo hacemos, pero Sucrette tú vendrás. Nathaniel tiene razón.

Sucrette: Quizá...

Rosalya: Iré a hacerte compañía el viernes y me quedaré allá contigo hasta el domingo, y tú vendrás conmigo.

Sucrette: Vale, está bien, me rindo. Iré.

Di un suspiro y seguí mirando al profesor que caminaba de un lado a otro hablando sobre la literatura antigua. Me acomodé en mi asiento pretendiendo prestarle atención y me volví a hundir en antiguos recuerdos que parecían ser de antaño. 

Corazón de melón: La sombra del pasado [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora