¿Es Verdad lo que Sentimos? 》Muke

20

  —Lo siento tanto, Mikey—estoy aún abrazado en su pecho, lamentándome de la ausencia que le brindé cuando comenzó con su alucinación. 

Habíamos llegado no de hace mucho del instituto, pues la madre de Michael lo había ido a buscar de urgencias en el auto familiar. El director debió aceptar a regañadientes que me marchara con él, pues merecía un castigo por violencia en horas de clases, pero la salud de un alumno era aún más importante.

  —Cállate—susurró con sus ojos cerrados acariciando mi cabello. Cuando habló pude sentir la vibración de su pecho al pronunciar esa palabra.

—Lo siento, en serio—comentó una vez más, sinceramente—. Veré algo con lo que pueda recompensarte—intento arreglar mi error y él asiente, totalmente de acuerdo.

  —Más te vale—gruñe y es momento para que abra mis ojos, separarme de sus brazos y sonreirle hasta que mis mejillas duelan.

  —Sé perfectamente como recompensarlo—él abre uno de sus ojos verdes y, con ayuda de sus codos, comienza a sentarse en la cama sin entender—. He investigado lo que es amor.

—¿Has comenzado?—sus ojos pronto brillan y el cansancio de su última crisis, esta que fue en la escuela, se esfuma.

—Por supuesto—asiento y saco el teléfono de mi bolsillo trasero para ingresar a notas—. Según las leyes de Platón, el amor se clasifica en tres. El del alma, del cuerpo y la mezcla de ambos.  Recuerda que él presenta el mundo inteligible, es decir el de la esencia de las cosas y, por otra parte, el mundo sensible, en el cual las esencias tienen una forma —Michael asiente de acuerdo con mis palabras—. Él también explica que el amor puede ser legítimo o ilegítimo, eso quiere decir, el bueno y el que tiene ausencia del bien, porque lo malo no existe según algunos filósofos. Aquí entra el amor de cuerpo y alma, porque el cuerpo debe amar con el alma y, para ver el alma de su amante, el cuerpo del amado debe ser el reflejo de su esencia. Cuando no se puede ver el alma del amado, quiere decir que no se ama—inhalo un poco de aire pues no he parado de hablar—.  Según Platón, cuando se está en presencia de un amor verdadero y puro, el alma es capaz de completar lo eterno e ideal, osea, que un verdadero y puro amor no tiene fecha de expiración y se mantendrá así.     

  

Le doy una sonrisa, contento de toda mi explicación e investigación, hasta que la mueca de alegría en el rostro de Michael, se va poco a poco y comienzo a preocuparme.

  —¿El amor te hace feliz?—pregunta de pronto y, volviendo a revisar mis apuntes de Platón y mis conocimientos del amor, asiento completamente seguro—. Entonces esta teoría no nos sirve.

—¡¿Qué!?—lanzo el teléfono a los pies de la cama de Michael y mi amigo despeina mi cabello mientras niega con la cabeza.

—Eso Luke, esa teoría no nos sirve si tu piensas lo mismo que yo, que el amor te hace feliz, porque si nos guiamos por Aristóteles, él dice que el fin del ser humano es ser feliz y, para ser feliz, es necesario recurrir a algo independiente. Él impone algo que se llama medios y fines. Un ejemplo de medio es mis estudios, porque el fin de estos, será poder optar a trabajar en un futuro. Aristoteles dice que la felicidad es algo que no depende de nada y, como tu piensas al igual que yo, amar es ser feliz pero dependemos del amor para serlo, dependemos de otra persona y eso no es lo que él dice.

Bajo mi mirada ante el fracaso de mi investigación y suspiro, para una vez más, lanzarme al pecho de Michael y abrazarlo.

—Soy un asco en esto—susurro y él suspira, acariciando mi cabello como consuelo ante mi frustración.

—No eres un asco, solamente fue que lo que buscaste, iba muy lejos a lo que creías. Para buscar una respuesta, esta debe ser algo que en serio nos represente—murmura y yo arrugo mi ceño.

—Pero no creo en la teoría de Aristóteles, lo de Platón en serio de me representa—respondo y él suspira.

—Pero yo si creo en él, aunque suene de mal gusto por mi parte, esto tu lo estás haciendo por y para mí y saben a quienes sigo—y gruño porque sé que tiene toda la razón del mundo.

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Es un capítulo corto pero no me quería ir sin dejarles algo bonito por aquí.