Maratón parte 13

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Bienvenidas a la treceava parte del Maratón. Esta es la última parte de muchas, así que comencemos

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Salgo de Acuario y me dirijo a la casa de Piscis. Creo que ya me acostumbre a subir escaleras.

Oye, ¿Has escuchado lo del caballero de Piscis?-oigo de ir a Artemisa en mi cabeza.

¿De qué hablas?-le pregunto confundida.

Dicen que, por convivir con rosas venenosas, su sangre se ha vuelto un veneno letal-dice ella preocupada-Que cualquier persona que tenga contacto directo con él muere al instante.

No creo que sea cierto. Afrodita es muy bueno. Se me hace imposible que sea así-digo insegura.

Como sea. Prométeme que mantendrás tu distancia, por sí acaso-dice preocupada.

Lo prometo-digo triste.

Llego y entro a la casa de Piscis. Camino un rato hasta salir a un jardin. Es hermoso. Tiene grandes rosales.

Hay rosas color rojo intenso

Un color negro más oscuro que cualquiera que haya visto

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Un color negro más oscuro que cualquiera que haya visto

Un color negro más oscuro que cualquiera que haya visto

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Y por último unas hermosas e inmaculadas rosas blancas. 

Me acerco a una de las últimas, la tomo entre mis manos y la huelo

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Me acerco a una de las últimas, la tomo entre mis manos y la huelo. Tiene una fragancia igual de hermosa que su aspecto.

-¡Suelta rápido esa rosa!-escucho detrás de mi. Me volteo, aún con la rosa en las manos, y encuentro al caballero de Piscis con una expresión de miedo en el rostro. La dejo en una roca que está a mi lado.

-Hola Afrodita-digo saludándolo.

-¿Te sientes bien? ¿No estás mareada ni nada?-pregunta acercándose a mi.

-No, ¿Por qué preguntas?-digo confundida.

-Acabas de oler una rosa venenosa. Y te sientes bien. Eres inmune al veneno. Es increíble. Es la primera vez que alguien es inmune a mi veneno-dice asombrado mirándome.

-Gracias, creo-digo insegura.

-Sígueme-dice caminando.

-Te sigo-digo caminando detrás de él.

Entramos al templo de. Piscis nuevamente. Es igual de hermoso que el jardín. De repente, Afrodita se detiene bruscamente frente a mi y yo choco con él.

-¿Sabes lo que son estas rosas?-dice volteando se hacía mi con una rosa roja entre los dedos

-No lo se. ¿Rosas, tal vez?-comento sarcástica.

-Ay niña-dice llevándose una mano a la frente en señal de frustración-Estas rosas son unas hermosas y mortíferas trampas que te atraen hacia ellas y te matan lentamente-dice con un tono lúgubre.

-Rosas demoníacas reales, supongo-digo. Recuerdo que en el pueblo comentaban algo de que el caballero de Piscis usaba como armas las rosas y cada una se llamaba de una manera especial.

-Si, muy bien. ¿Sabes cuales son estas?-dice con otra rosa en su mano. Esta vez es una rosa negra-Desgarra todo lo que toca.

-Es una Rosa piraña, creo-respondo seria.

-Exacto. ¿Sabes cómo se llaman estas?-dice examinando una rosa blanca.

-Una Rosa sangrienta-respondo de inmediato-Se clava en el corazón del enemigo y absorbe su sangre hasta que la rosa quede totalmente roja.

-¡Perfecto!-exclama contento.

Así seguimos toda la hora, estudiando las rosas y sus poderes, hasta que unas campanadas marcaron el final de mi primer día de entrenamiento. 

-Tu habitación es la del segundo piso al final del pasillo.

-Gracias-digo subiendo la escalera con mi mochila al hombro-Hasta mañana-digo bostezando.

Subo y entro a mi cuarto. Es muy bonito a mi parecer, sencillo y acogedor.

Me acerco a la ventana y me siento en el saliente que está ahí

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Me acerco a la ventana y me siento en el saliente que está ahí. Empiezo a pensar en todo lo que pasó hoy. Aprendí a usar mi fuerza. Conocí a personas increíbles. Y lo más bello es que finalmente conocí a mi hermano Airoros. Sin darme cuenta ya me había sumerjido en los brazos del sueño...

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Treceava y última parte del Maratón espero que les haya gustado tanto como a mí.

Quiero agradecer a todas mis fieles lectoras por su apoyo incondicional y si hay algún lector también.

No crean que este es el final. Todavía falta. Mucho. Pensaba en hacer toda la serie de los caballeros del zodiaco incluyendo al personaje de la rayis. Ya tengo la historia solo quiero saber si me apoyarán igual que en este libro.

Quisiera que ustedes también se sientan como escritores así que... Bienvenidas las ideas

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Los caballeros del zodiaco (y tú) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora