En esta historia vas a poder integrarte a la historia de los caballeros del zodiaco. Como ya he dicho soy megafan de este anime por eso este fic. Los personajes le pertenecen a Masami Kurumada, rayita es mía.
Cuando estoy a punto de entrar siento un aura algo maligna y oscura proveniente de la casa de Cáncer. ¿Qué será?
Entro y empiezo a caminar. Piso algo extraño, miro al suelo y lo que encuentro me horroriza. Rostros de personas humanas con expresiones de terror. Están por todos lados. En las paredes y en el piso. Lo más horrible es que también hay rostros de mujeres y niños. Esto es imposible.
Trato de gritar, pero de mi garganta solo logra salir un sonido ahogado. Cierro los ojos.Esto es una pesadilla. Seguro pronto despertaré y encontraré a Copito junto a mi. Abro de nuevo los ojos y veo que todo sigue igual. Ahora sí grito. Lloro por un rato. Cuando me calmo veo a Death Mask frente a mi sonriendo.
-¿Asustada, mocosa?-pregunta con mucha arrogancia.
-¡¿Cómo puedes tener así la casa de Cáncer?!-le pregunto todavía asustada.
-Eso no te incumbe.
-¿De dónde salieron los rostros?-pregunto al borde del llanto.
-Son de la gente a la que he asesinado. Mis trofeos en pocas palabras-dice sin darle mucha importancia.
-¡¿También asesinas niños?!-pregunto enojada.
-No. Ellos solo se atravesaron en el camino mientra hacia mi trabajo.
-Eres un ser despreciable. ¡¿Cómo puedes ir y matar mujeres y niños así de fácil?! ¡¿Te has puesto a pensar en sus seres queridos?! ¡¿Sabes acaso lo que es sufrir perder a la gente que más amas por desalmados como tú?! ¡Nosotros los huérfanos valoramos la vida! ¡Mientras que tú te diviertes matando a los demás por diversión!-le grité de la rabia y del coraje-¡En verdad no puedo creer como alguien como tú sea un caballero dorado!
Después de decir eso salí corriendo de ese lugar. Ya no quería estar ahí. Corrí y corrí hasta llegar a la casa de Leo. Subí a mi cuarto, ignorando los gritos de mi hermano. Cerré la puerta, me tiré en la cama y empecé a llorar. En verdad odio la casa de Cáncer.
-___, ¿Estás bien?-me preguntaba mi hermano desde afuera-¿Qué pasó? Ábreme, por favor.
Me levanté y le abrí la puerta. En cuanto la abrí me lancé a sus brazos y lloré más fuerte. Mi hermano solo se quedo callado, acariciandome el cabello.
Fin Narración.
En la casa de Cáncer.
Narra Death Mask.
Lo que dijo esa mocosa me dejo pensando.
-Eres un ser despreciable. ¡¿Cómo puedes ir y matar mujeres y niños así de fácil?! ¡¿Te has puesto a pensar en sus seres queridos?! ¡¿Sabes acaso lo que es sufrir perder a la gente que más amas por desalmados como tú?! ¡Nosotros los huérfanos valoramos la vida! ¡Mientras que tú te diviertes matando a los demás por diversión!-y eso no fue lo peor-¡En verdad no puedo creer como alguien como tú sea un caballero dorado!
Aunque duela, es verdad. Soy un asesino. Quiera o no, dijo la verdad. ¿Por qué durante todos estos años nunca me ha importado, y ahora que vino está niña, me estoy arrepintiendo? Tal vez sea como dijo el Patriarca...
Flashback.
Estaba tranquilamente relajado en la casa de Cáncer cuando llegó el patriarca.
-¿No crees que deberías arreglar la casa de Cáncer un poco?-preguntó viendo mi maravillosa colección de rostros.
-Lo dudo, ¿Sólo por la llegada de esa mocosa?-pregunté fastidiado. Desde qué llegó esa mocosa todos me han sugerido limpiar la casa de Cáncer.
-Death, ella sólo tiene ocho años-dijo él, compadeciendose de la niña.
-¿Y qué? Ya está grandecita. Podrá soportarlo.
-Ella los cambiará a todos-dijo en un susurro, sin embargo yo lo escuche-Sólo piénsalo-dijo antes de retirarse.
