Los caballeros del zodiaco (y tú) PAUSADA

Cap. 1

Aquí imaginaremos que no existe Artemisa porque necesito hacer algo para que la historia tenga sentido. Y bueno aquí les traigo el fic de saint seiya que tanto quería hacer. Espero que lo disfruten. 

VAMO A LEER

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La pelinegra esperaba ansiosamente a que llamaran su nombre para saber a que espantoso lugar iría a entrenar. Rezaba a Dios con fervor para que no le tocará el papel de los cuatro lugares de entrenamiento.

(Aquí el papel de los cuatro lugares es uno con el que te tienes que ir un año a Grecia, dos a los cinco picos, uno a las isla de Andromeda y dos a Siberia)

-___- llamó Tatsumi, interrumpiendo sus pensamientos. Se acercó a paso lento pero firme, metio su mano en la caja para sacar el papel que decidiría como sería su destino a partir de ahora-___ irá a los cuatro lugares de entrenamiento-anuncio Tatsumi a lo que ella sólo maldecía en voz baja y con los ojos inundados de lágrimas.

-Acepto mi destino-dijo resignandose mientras pequeñas lágrimas corrían por sus frágiles mejillas. El día siguiente partiría con destino a Grecia. 

Lado bueno: vería a su hermano.

Lado malo: no sabía que decirle acerca de su huida.

Así es, lectoras y lectores. La pequeña escapó de su casa. Y su hermano era nada más y nada menos que el caballero de Leo. Airoria. 

Permaneció callada hasta que todos los aspirantes a caballeros tuvieran su destino fijo.

 Al menos sabía quienes eran sus compañeros. 

Seiya, un muchacho de cabellos castaños y ojos marrones, sería su compañero en Grecia. 

Shiryu, un chico con cabello largo color negro y ojos turquesas, sería su compañero en los cinco picos. 

Shun, un chico de cabello y ojos verdes, sería su compañero en las islas Andromeda, después de que su hemano Ikki cambiara su destino con el de Shun. 

Y en Siberia tendría de compañero a un chico de cabellos rubios y ojos azules cual zafiros, se llamaba Hyoga.

Los mandaron a sus cuartos a dormir. Ella empezó a caminar con dirección a su cuarto cuando recordó algo importante. Pero... Se le olvidó.

Al llegar a su habitación sacó sus cosas, aún con lágrimas en sus ojos, para ponerlas en una maleta que les habían dado para poner sus pertenencias y llevárselas con ellos.

Mientras empacaba su ropa encontró una pequeña foto de sus hermanos Airoros y Airoria junto con ella de bebé. Cogió una pequeña caja y guardo ahí esa foto, junto con otras mas que había encontrado, la puso en la maleta y la cerro. Encontró en su velador el collar que le había dado su hermano un día antes de que se escapara, perdida en sus pensamientos, escuchó unos ladridos.

-Hola Copito-era un pequeño cachorro con el que se escapó de Grecia hace un año 

Flashback *

Una pequeña pelinegra estaba caminando por un Prado florido, cuando de pronto, escucho que venía una tormenta. La pequeña dio vuelta para retirarse pero escucho unos ladridos. No, no eran ladridos, eran el llanto de un perrito muy pequeño. Se acercó para ayudarlo y lo vio en una cajita de cartón. Lo habían abandonado. ¿Quién sería tan cruel para abandonar a una criaturita como esa? Lo tomó entre sus brazos y, sin importarle la lluvia, lo tapó con su abrigo para llevarlo a su casa.