Paralelo

Capítulo 19

-Ahora todo es más claro-Comenzó a contarme Joshua. Estaba sentado a mi lado, pero no nos tocabamos. Lo sentía más distante, y era obvio; él ya tenía todos sus recuerdos así que por ende recordaba a quién le había dado su corazón.

-Tenía constantes pelaes con mi madre a causa de Erin. Mi madre decía que ella no me convenía, pero yo me negaba a escucharla.-Narró mirando al frente con la melancolia en su voz-Le propuse matrimonio y ella feliz dijo que sí. ¡Debíste verla! ¡Sus ojos brillaban tanto que me volvian loco! ¡Nunca me había sentido tan feliz en mi vida! Amaba a esa chica como nunca amé a nadie.

Un puñal. Dos puñales. Tres puñales. Directos a mi pecho.

Con cada palabra que decía sentía como mi corazón se rompía más y más.

-Había decidido irme con ella. No me importaba dejar a mi familia contal de estar con Erin. Solo con ella yo me sentía completo- La emoción en sus palabras era tan grande como si acabara de vivir ese momento.-Un día, recuerdo que decidimos hacer una junta en mi casa. Le daríamos a mi familia la gran noticia, pero ese día... Erin no llegó. La esperé pero nunca apareció. Me deprimí bastante, sentía la angustia crecer dentro de mí. ¿Y si le había pasado algo? Mi madre subió a mi habitación ese día diciéndome que Erin era una cualquiera. Y si quería pruebas que viera que estaba haciendo en ese momento la chica de mis sueños. Yo traté de no creerle pero sonaba tan segura que debía comprobarlo. Fuí a buscarla y cuando la encontré estaba a mitad de la calle conversando con un chico. Ella sonreía y de la nada el chico la besó-Suspiró pesadamente antes de continuar- Mi corazón se quebró en ese momento, todas mis ilusiones se terminaron de la peor forma. No quise confrontarla y solo me digne a marcharme. Llegué a mi casa con mi rostro en lagrimas.¡Aun no podía creer lo que había visto!  ¿¡Por qué Erin me traicionó?! Yo le habría dado todo. ¡Juraba que ella me amaba! O eso parecía... La frustración, enojo y pena me consumieron. ¡Estaba cegado! No podía vivir en un mundo sin Erin, no soportaría verla un día feliz, en la calle, junto a otro. Quizas en este mundo no estaría con ella pero, ¿En otro? Quizas esa era la respuesta. Ya no pensaba con claridad y no me dí cuenta de mis actos. Solo se que tomé unas tijeras de mi velador y las enterré fuertemente en mis muñecas. Sentí como mi cuerpo se adormecía hasta que cerré mis ojos. Despues de eso desperté. Me levanté facilmente. Miré mi cuerpo inerte reflejado en el espejo de mi habitación. Era un interesante reflejo por lo que decidí tocarlo. Si no podía estar con Erin en esa vida, sin duda estaría con ella en otra. Prometí esperarla hasta poder reencontrarme con ella nuevamente.-Finalizó su historia agarrandose la frente con el indice y pulgar. La angustia invadia su rostro y sus ojos reflejaban una pena muy pronunciada.

¿Joshua Holland se había suicidado?

¿¡Por una chica!?

Era una broma, ¿Cierto?

No sabía que decirle, no podía expresarme debido al shock que me había ocasionado su narración.

Esas jugarretas que te daba el destino eran muy crueles y Joshua era solo una victima y claro ejemplo de ello.

-Kelly me contó algo de la historia. Tambien me contó sobre la muerte de tus padres.-Joshua levantó su mirada. Esta ya no era tan dulce, ya no era amorosa, quizas ahora solo era una conocida.

-¿Qué dijo Kelly?-Preguntó.

-Ese día que fuí a visitarla junto con Claire nos contó todo sin rechistar:

"Tenía siete años, me econtraba caminando por el pasillo, quería mostrarle a Joshua un nuevo jueguete que mi padre me había comprado esa mañana. En cuanto llegué a la habitación habían muchas personas desconocidas para mí. Cuando aclaré mis ojos me di cuenta de que eran policias, los identifiqué por su vestuario. Iba a entrar a la habitación de Joshua pero mi hermano mayor, Raúl, vinó a mí con sus ojos empañados en lagrimas impidiendome el paso.