Capítulo 33 (FINAL): El Comienzo de una Nueva Vida

323 13 14
                                    

<<De vuelta a la actualidad...Septiembre 2016>>

Vaya, que impresionante la cantidad de recuerdos que llegaron a mi mente.

Ahora recuerdo como comenzó todo este embrollo. Un gusto muy extraño que terminó siendo un hábito con el tiempo. Jamás creí que habría alguien quien aceptase dicha situación, y sobre todo, que la quisiera compartir ayudándome a sentirme mejor en ese aspecto.

Han pasado tantas cosas en estos últimos dos años, y la verdad llegué a un punto de no saber si arrepentirme o no por la situación, pero en lugar de negar su existencia, aceptar que se encontraba ahí.

Milos con el tiempo me hizo sentir mejor hasta el día de hoy, donde ya cada fin de semana es de tener una rutina al respecto, un cambio, y biberón antes de dormir.

A pesar de los meses que ya habían pasado me seguía siendo interesante el hecho de que no sólo aceptara mi situación, si no que fuera parte de todo esto.

A veces los recuerdos me abrumaban un poco y me hacían preguntarme como hubieran avanzado las cosas en varios aspectos, incluyendo ese, si Alejandra y yo hubiéramos mantenido la relación. Ella en definitiva le hubiera gustado que yo me comportara de la manera en la que ahora me comportaba con Milos, quien ahora lo dejaba inclusive hacerme una limpieza y un cambio antes de dormir.

A tanto tiempo jamás creí que algo así fuese a suceder, y conforme más analizo la situación, más me comienzo a dar cuenta en la posibilidad de que Alejandra no fue quien creó dicho gusto, si no simplemente fue la que lo desató, pues probablemente ese gusto lo tenía guardado en mi interior por años, pero jamás me atreví a darle una oportunidad, si no hasta que ella me solicitó aquella primera petición.

Aquella actitud infantil mía por años, esa imposibilidad de dejar el biberón hasta los 8 años, esa maña de querer tener chupando algo en la boca. Probablemente todo eso se dirigía a lo que es hoy en día, pero jamás me había detenido a pensarlo, o si quiera darme cuenta, si no hasta que comenzó la transformación.

Actualmente ya lo llevo conmigo en mi vida, aceptándolo de alguna manera, pero sin dejar de pensar de vez en cuando en la culpa. Sin embargo tendría que seguir siendo un secreto, no podía permitir, al menos por ahora, que alguien más se enterase de ese nuevo estilo de vida que llevaba ahora...de esos momentos que nadie sospecharía de alguien como yo.

Aunque en el fondo, sabía que tarde o temprano se lo tendría que decir, al menos a mis dos amigos más cercanos.

Muy a pesar de eso, ahora aceptaba la situación, ahora mi pregunta ya no era "¿cómo era esto posible?" si no "¿cuánto tiempo será esto posible?". El tiempo avanza y avanza sin detenerse ni un momento, y si no te mantienes al ritmo éste te terminará dejando atrás. En algún momento tendría que dejar ésta situación, pero, si después de mucho tiempo así, tendré la fuerza para dejarlo? O me llevará demasiada labor lograrlo?

Realmente era ahora una pregunta que abrumaba mi mente, sin embargo había una pequeña parte de mi, que me indicaba no preocuparme, si no disfrutar de aquellos momentos junto con Milos, aunque era algo realmente difícil para mí, pues una de mis actitudes que me caracterizaba mucho era mi preocupación desmedida ante casi cualquier situación. En definitiva algo que tenía que mejorar.

Milos me hizo ver muchas cosas que yo no lograba ver, que mi preocupación en muchas ocasiones me limitaba a poder visualizar, y eso era mi bienestar.

A pesar de ser algo "ridículo" desde mi punto de vista, era cierto que era algo que me ayudaba a mantenerme tranquilo, algo que me ayudaba a escapar de una realidad dura y cansada, donde el estrés te come día a día. Además de ser un gusto que no hacía ningún daño a nadie, una pequeña "adicción" hasta cierto punto sana, siempre y cuando mantuviera en su lugar las cosas.

El Secreto No AceptadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora