Mi más grande sueño se volvió realidad, conocí a Alan Rickman pero hay un problema, a pesar de la creencia popular él no es para nada amable, al menos no conmigo, ni siquiera me dirige la palabra. Haré lo imposible con tal que me hable.
Me ayudó a bajar del auto y con cuidado me llevó de la mano a nuestro destino. Al quitarme la venda mis ojos no daban crédito a lo que veían.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Te gusta?- Me preguntó al oído.
-Es precioso.- Dije sin aliento.
-Es mi manera de agradecerte todo lo que has hecho por mi.-
Me giré para detenerlo.
-No tienes nada que agradecerme Alan.-
-Pero quiero hacerlo, sin ti a mi lado honestamente no se que haría.- Sacó un estuche rojo de su abrigo.
-Alan.- Susurré.
Tomo mi mano al tiempo que se arrodillaba.
-La vida me ha dado los mejores regalos al ponerte en mi camino y permitirme tener hijos contigo, no quiero que nadie jamás cuestione la validez de nuestra relación por el simple hecho de no firmar un papel. Te amo y quiero pasar el resto de mis días a tu lado, ¿aceptarías casarte conmigo?-
-Oh mi vida te amo tanto.- Lagrimas descendían por mis mejillas.
-Yo también te amo pero necesito una respuesta cariño.-
Me aventé a sus brazos sollozando en su cuello, me sujetó firmemente.
-Eres el amor de mi vida, claro que acepto.-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.