Capítulo 51. No me pienso quedar de brazos cruzados.

18.5K 677 118
                                    

La alarma del teléfono comenzó a sonar, le di un golpe y el móvil cayó al suelo, salió la batería. Yo bufé al ver lo que hice. Me apoyé con la espalda en la pared, me rasqué un ojo y me incorporé, me di cuenta de que no estaba en mi habitación. A mi lado estaba Rubén, roncando. ¿Cómo no oía la alarma? ¡Era imposible no oírla!

Hice un intento de levantarme pero su brazo me lo impidió.

-Sabía que no dormías. - Sonreí.

-¿No puedes quedarte un ratito?

-Haces lo mismo todas las mañanas, tengo que irme, lo siento. - Suspiré.

-Vale... 

Me levanté de su cama y me puse su camiseta ya que iba en ropa interior, ya os imagináis el porque de ello. Metí la batería en mi teléfono y le puse el pin. Tardó bastante en encenderse y sacó un sonido molesto, Rubén soltó un pequeño chillido y se tapó las orejas con la almohada. Solté una carcajada al verle.

-¿Te hace gracia? - Preguntó.

-La verdad es que si... - Contesté. - Sólo un poquito. - Sonreí.

-Sabes... te queda muy bien mi camiseta. - Me dijo cambiando de tema.

-Creo que te gusto más sin ella. - Me mordí un labio. Comencé a subirme la camiseta lentamente hasta mi pecho, y después lo bajé rápidamente. Rubén bufó.

-Así que me provocas y después me dejas a medias. - Contestó. 

-Tengo que irme a trabajar. - Fue lo último que dije y salí de su habitación. Oí un gruñido pero no le hice caso.

Me daba envidia verle allí tumbado en la cama, yo también quería dormir un rato más. Además, el día anterior apenas había dormido, un par de horas como mucho...

Salí de su piso así, sin más, con su camiseta. Y mi mala suerte fue encontrarme con un vecino.

-Ho- hola... - Soltó al verme.

-Hola. - Sonreí. Estaba bastante avergonzada y empecé a enrojecerme. - Eh... yo... estaba...

-No tienes que darme explicaciones.- Sonríe.

-Lo sé, pero no quiero que pienses lo que no es. Venía del piso de mi novio porque tengo que ir a trabajar...

-Vale, vale. - Sonríe.

Solté una carcajada, él también soltó una y así comenzamos a reírnos.

-Bueno, yo tengo que irme, ya nos veremos. - Sonrío. 

-¡Adiós! Un placer conocerte. - Me devuelve la sonrisa.

-Lo mismo digo.

Vuelvo a mi piso. Estaba muerta de vergüenza, las piernas me temblaban por el frío, ya que iba tan solo con la camiseta de Rubén. La suerte no estaba de mi parte aquel día. Aunque... si lo pensaba bien hasta era gracioso.

Solté la última carcajada y fui a trabajar, después de hacer lo mismo de todas las mañanas.

Rubén P.O.V.

En cuanto _____ salió de mi piso llamé a Cris. Quería seguir durmiendo pero teníamos que preparar lo de su cumpleaños. No tardó en llegar y esta vez llegó acompañada de Mangel.

-Olah'. - Saludó Mangel.

-Hola. - Sonreí.

-Bueno, ¿tienes algo en mente? - Preguntó Cris.

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Where stories live. Discover now