Capítulo 34. Al fin.

18.4K 728 70
                                    

-María, ¿qué coño ocurré? - Pregunté nada más verla.

-_____... Marcos se ha despertado... - Dijo, una lágrima le recorría la mejilla.

Salté a abrazarla de un impulso, empecé a llorar con ella. Después de tanto tiempo era difícil creerlo. Rubén estaba de brazos cruzados, apoyado en la pared y mirando la escena. En ese momento yo ni sabía como estaba, tenía una mezcla de alegría, y otras cosas raras dentro de mi estómago. Y estaba literalmente a punto de vomitar.

-¿Y dónde está? ¿cuándo puedo verle? ¿está bien? - Empecé con mis preguntas, pude oír una carcajada de Rubén detrás de mi, le eche una ''mirada asesina''.

-Bueno, tranquila. - Contestó María, volví mi mirada hacía su cara. - Están haciéndole una revisión. 

-Es que no me lo puedo creer. 

Los tres nos quedamos en la habitación. Yo estaba de los nervios, no dejaba de dar vueltas y mirar por la ventana. Acabé sin uñas, me las mordí enteritas. 

-Que te sientes, me pones de los nervios. - Soltó Rubén.

-Tú me pones de los nervios todos los días y te aguanto, a mi me parece justo.- Sonreí falsamente.

-Tú y tu precioso carácter. - Me devolvió la sonrisa.

-Mira, te juro que... - María me interrumpió.

-Aquí no, por favor. Estoy de los putos nervios y os juro que os pego a los dos. - Soltó ella cabreada.

Ella tenía razón, pero es que me ponía de los nervios. Mis naúseas aumentaban y no llegaban de una puta vez con Marcos. Llevábamos allí hora y media y nada, no aparecía nadie. 

*****

La puerta se abrió lentamente, después de tres malditas horas aparecieron. Después de otras tres peleas que tuve con Rubén y dos con María, al fin se había acabado. Entraron en la habitación y ¡PUM! estaba dormido.

-¿Enserio? ¿no ha tenido suficiente tiempo? - Dije.

-¡_____! - Añadió María y me dio un golpe en el hombro.

-¿Qué? Lleva así mucho tiempo, y ahora también. 

Él comenzó a reírse. Yo no sabía si pegarle o abrazarle. Era demasiado para mi, y encima el imbécil se hace el dormido.

-¿Me estás vacilando? - Solté y le abracé.

-Eh... tranquila, me duele todo no te apoyes así. - Contestó.

-Osea, me abandonas durante tanto tiempo... ¿y ahora encima te quejas? 

Volví mi mirada hacía María. Ella tenía una cara, que en este momento me sería imposible de describir. Era de alegría, de nervios y tenía los ojos rojos, se notaba su intento de aguantar las lágrimas mientras se mordía el labio inferior. Cuando me aparté ambos se miraron y se abrazaron.

-Lo siento mucho Marcos, lo siento todo. - Dijo ella.

-No, yo lo siento. Debí pasar más tiempo contigo.

-Ahora, podéis pasar todo el tiempo del mundo. Y por mucho que me cueste... me iré un rato fuera y os dejaré hablar. 

-Gracias. - Dijo ella.

-Tenéis quince minutos eh. 

Ambos ríeron. 

Rubén y yo salimos al pasillo.

Rubén P.O.V.

Yo no pintaba nada allí. Aquello fue muy íntimo y yo estaba allí en una esquina, no dije ni hola. Pero mereció la pena ir solo por ver la felicidad de _____. 

-Que bonito todo. - Fingí que me secaba una lágrima.

-Eres un idiota. 

-¿No te aburres de llamarme idiota?

-¿Y tú no te aburres de sacarme de quicio?

-Pues no.

-Pues yo tampoco.

Ella estaba muy nerviosa, movía su pierna rápidamente. Se notaban sus ganas de entrar allí, pero decidió dejarles tiempo para hablar de sus cosas. Me hacía hasta gracia, no dejaba de morderse las uñas, hasta empezó a cantar una canción en bajito. Yo no sabía que hacer para tranquilizarla, al parecer, si le decía ''Tranquilizate'' se ponía más nerviosa, eso no era una opción. 

Intenté hacer alguna tontería para que esos quince minutos se le pasen más rápido, pero lo único que recibía era una falsa sonrisa y algún que otro insulto. Y finalmente, pasó todo ese tiempo.

-¡Al fin! - Dijo ella y se puso en pie.

Yo no me levanté.

-¿Qué?  ¿no vienes? - Preguntó ella.

-No es mi amigo, es el tuyo. 

-¿Y qué vas a hacer? voy a estar mucho tiempo.

-No importa, te espero.

Ella me cogió del brazo y empezó a tirar de mi. Al principio me negaba pero finalmente me levanté. Y entramos en la habitación.

-Se acabaron vuestros quince minutos.- Dijo ella.

-_____, por favor. ¿Podrías soltarme el brazo? es que ya no lo siento. - Dije, lo más amable posible.

-Ah perdón.

Miré mi brazo y se me había quedado la marca. Estaba tan nerviosa que no se dio cuenta de lo mucho que me apretaba. 

Yo me volví a apartar de ellos, me puse en una esquina de la habitación, sentado en un sillón. No quería entrar dentro, me parecía un momento personal de ellos dos, no quería molestarles, pero ella había insistido. Por los nervios que tenía seguramente me habría metido un bofetón si hubiese dicho que no.

Me limité a mirarles. Se notaban sus ganas de llorar. Llevaba tanto tiempo aguantando toda la situación, que no sé como pudo seguir aguantando las lágrimas y sonreír de aquella manera. Se merecía más que nadie aquello, y finalmente su amigo despertó. Otra persona no habría aguantado tanto esa presión, era increíble seguir viéndola así.

_______________________________________________________

Lo acabo de improvisar. Lo siento, no ha quedado del todo bien.

Tengo los ojos tremendamente hinchados, y lo he subido por vosotros :o3

Siento no haber hecho el maratón hoy, estoy MUY agotada, y me ha costado más de lo que pensáis hasta hacer este. Tenía que quedar más ASDFGHJKL, pero esa parte la haré en el siguiente capítulo. Este lo dejaré como algo más normalito, y en el siguiente ya será un poco más de Marcos y _____ :3

Y bueno, el maratón o mañana o pasado, sin falta :3 prometido. ♥ (a no ser que surja algo MUUUUY importante, como una bomba nuclear o algo así)

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Where stories live. Discover now