The king's smile 《YoonSeok》

Ocho

Era una mañana lluviosa en Silla, las personas se ponían sus mejores trajes pues querían asistir a la boda del príncipe, la lluvia no impediría este gran acontecimiento, para algunos era una mañana feliz, pero para Yoongi fue el día en que perdió su sonrisa.

La vestimenta para la ocasión estaban preparadas, era irónico que la persona a la que más ama sea quien lo esté ayudando de a vestirse en un momento como este.

-Acá esta la última prenda, alteza.

-Hoseok, te he dicho que no me llames así- Yoongi se giró para quedar frente al chico.

-¿Cómo debería llamarle si después de esto viene su coronación?- la cabeza de Hoseok estaba baja, sin mirar a Yoongi.

-Soy Yoongi, Hoseok, tu Yoongi.

El chico levantó su rostro, estaba mordiéndose el labio conteniendo las ganas de llorar y gritarle a Yoongi que todo esto era un error, pero era una orden imperial y no podían hacer nada al respecto.

-Esto es injusto -dijo el castaño luego de un tiempo -Te obligan a casarte con alguien a quien no amas por amar a la persona equivocada.

-Hey- dijo Yoongi -No amo a la persona equivocada, la persona a la que amo es el ser más perfecto que conozco.

Hoseok sonrió y ayudó a Yoongi a terminar de vestirse. Cuando estaba listo, Yoongi besó la frente de Hoseok y luego lo abrazó tan fuerte que tenía miedo a romperlo. Seokjin entró a la habitación indicando que ya era hora de iniciar con la ceremonia. Yoongi asintió y salió derecho a la parte central del palacio, donde toda la gente se reunía a la espera del príncipe y la princesa.

La ceremonia fue eterna, habían payasos que hacían bromas y elogios hacia los recién casados. Hoseok no se despegaba de Yoongi en ningún momento con la escuesa que el príncipe podría necesitar algo en cualquier momento. Seokjin estaba pegado a sus hermanos y a Namjoon, ahora que se habían reencontrado no querían perder ningún momento. 

-¿Crees que estarán bien?- preguntó Namjoon señalando al príncipe y al chico tras él.

-Lo estarán, Nam.

-¿Cómo estás tan seguro de eso, Tiānshǐ?

-Simplemente lo sé, Jungkook- sonrió Seokjin.

-Deja de preguntar, nuestro Seokjin nunca se equivoca- sonrió Taehyung.

La noche llegó, la princesa debía ir a los aposentos del rey para consumar su matrimonio. Los sirvientes prepararon todo y llevaron a SoonDeok hacia donde estaba Yoongi, al entrar se encontró al príncipe riendo junto a Hoseok, era una sonrisa que ella no había visto en estos días pues pensaba que el príncipe nunca reía.

-Buenas noches, alteza -dijo la princesa haciendo una reverencia.

-Buenas noches -contestó Yoongi.

-Es hora que su siervo salga para que nosotros podamos estar a solas.

Hoseok asintió y comenzó a levantarse de su lugar, fue interrumpido por la mano de Yoongi sobre su brazo, el castaño miró al príncipe, su rostro denotaba enojo o molestia, jamás había visto a Yoongi de esa manera.

-Creo que lo mejor será que me marche- dijo Hoseok.

-Sería lo mejor- contestó SoonDeok mientras miraba al chico con desagrado.

-De ninguna manera, Hoseok se queda -contestó Yoongi - Puede quedarse en mis recamaras pero el hecho que ahora sea mi esposa no cambia nada entre usted y yo.

Ella caminó hasta acercarse a los chicos, miraba a Hoseok quien había vuelto a su posición junto al príncipe con la cabeza agachada pues pensaba que no debía estar ahí. Ella se acercó hasta Hoseok, puso sus dedos en su barbilla haciendo que levantara la cabeza y mirarlo detenidamente.

-Entonces es cierto que el sirviente del rey es un prostituto que ahora trata de follar con el segundo hombre más rico de Silla, ¿no es así?

Hoseok abrió los ojos sorprendido por lo que acababa de escuchar, trato de girar su rostro para ver a Yoongi pero las manos de la princesa se lo impedían, estaba sujetándolo muy fuerte. Soondeok movió la cabeza de Hoseok a ambos lados observando sus rasgos.

-No entiendo que ven en ti, no tienes nada especial.

Yoongi se levantó y tomó la mano de SoonDeok alejándola de Hoseok -Vete, vete a la otra habitación y no salgas hasta mañana al amanecer.

-¿Defiendes al tu prostituto? 

La mano de Yoongi llegó hasta la mejilla de SoonDeok, no le importaba si tenía quince o dieciséis años, la princesa estaba lo suficientemente madura como para entender sus palabras.

-No es un prostituto, vete.

-Vas a pagar esto, Jung Hoseok- dijo la chica antes de salir a la otra habitación.

Yoongi se sentó frente a Hoseok, tenía la cara roja, lo conocía tan bien que sabía que quería llorar, las palabras de SoonDeok habían sido demasiado hirientes a pesar de no ser ciertas. El príncipe se acercó a él y lo abrazó.

-No debiste hacer eso- dijo Hoseok.

-Ella no debió hacer eso.

-Estamos muertos, Min Yoongi.

-Calla, deja de pensar en eso.

Los chicos se separaron y comenzaron a sonreír, Hoseok estaba feliz porque Yoongi lo había defendido y Yoongi estaba feliz por el hecho que su chic estaba feliz. Se acostaron juntos en el suelo con solo una manta y una almohada. Estaban frente a frente, Yoongi rozaba sus dedos por el rostro de Hoseok mientras el otro dormía, lo acercó a él y dejó que se acostara sobre su pecho. Durmieron juntos, era lo único que necesitaban en esos momentos, estar uno al lado del otro para sentirse seguros.

*Tiānshǐ: Ángel en chino.