ANAYA

CAPÍTULO 1: Falsa pelirroja.

Esta zorrilla no va a inmiscuirse en su vida.

¡Que se cree!.

Esta muy maquillada y trae un enorme escote, tanto así que juro que uno de sus enormes senos operados tarde o temprano saldrá a la vista de los demás. Claro que a ella no le importaría eso, más bien es lo que busca hacer.

Una vez hecho este proceso, Will recogió los pasajes y la tipa deposito sutilmente un pequeño papel al intermedio, Will no se había fijado en ese pequeño detalle así que tomo rápidamente el trozo de papel y lo rompo en mil pedacitos en su cara.
La pelirroja falsa se paraliza ante mi acción y me observa estupefacta y con desprecio, como si yo fuese inferior a ella.

Will me mira confundido sin poder comprender la situación, yo sonrío triunfante y seguimos avanzando.

No por el simple hecho de que no me agrade Will, voy a dejar que ande con cualquiera que se le regale, en estos meses que he vivido con él, e visto la gran familia que tiene; no quiero que destruya lo que a construido con esfuerzo por culpa de una cualquiera. Una familia debe mantenerse unida, creando balances entre las necesidades concurrentes y liberando expresiones y sentimientos. Pese a que en lo personal yo no aplique esto, considero fundamental que sea así.

No podía ser egoísta en ese aspecto.

Una vez en el avión ocupamos nuestros asientos, Will iba cerca del pasillo y yo a la ventanilla.

Si, se me hace difícil decirle "Padre", prefiero llamarlo por su nombre.

Ver por la ventanilla como me alejaba no se me hacía difícil, tal vez dejaba algo importante pero simplemente no recordaba.

Fue un viaje de catorce horas, catorce largas horas en la que estuve pensando en como pudo suceder todo esto, hace meses atrás era diferente, se podía decir que era feliz, ¿y ahora?. Todo a cambiado. 

El avión hizo escala en Madrid y de allí nuevamente partimos a nuestro destino Londres-Inglaterra.

Me desperté sobresaltada con el aviso del piloto quién daba las indicaciones para aterrizar.
Al descender un frío congelante me recorrió el cuerpo, era claro que yo estaba acostumbrada al clima tropical y a breves días lluviosos. Pero en Londres hacía mucho frío, por lo cual Will me cedió su abrigo y yo accedí.

— Póntelo pequeña, no quiero que te congeles— sonó amable y asentí.

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Primero Will me llevó a conocer la cuidad, sinceramente no me gusta pasar tiempo con él, no tenemos confianza.
Las edificaciones en Londres eran fascinantes, todo poseía un gran detallismo bien marcado, los restaurantes, las casas, museos, las tiendas de ropa eran vistosas y lujosas e incluso los pequeños callejones eran preciosos y acogedores.
No es que desprecie mi país Ecuador, pero las grandes potencias europeas al igual que Estados Unidos, si que están desarrolladas en todo sentido.

— ¿Te agrada el lugar?.— preguntó Will de mi lado, sacándome de mis pensamientos. Claro que me gusta, además tengo un gran guía que no sólo se limita a enseñarme los lugares más concurrentes de la capital, sino que también le importa darme una reseña del pasado histórico de la zona.

— Sí—  respondí instantáneamente. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

— Mañana iremos al instituto que elegí para ti, comenzaron clases la semana anterior pero no hay problema en que te acoples desde esta semana.

— Ok — dije sin ganas, es estúpido, tranquilamente puedo estudiar en mi país pero por la insistencia de Will y su afán de protegerme de no se que, me tiene aquí.

Luego de un largo paseo decidimos pasar la noche en un hotel muy lujoso, de 4 o 5 estrellas, Will tenía dinero debido a sus compañías, además se encargaba de todos los trámites y de hablar con los demás ya que su inglés era más fluido que el mío. A mi me costaba entender una que otra palabra o frase pero era ingeniosa y me las arreglaba.

La noche transcurrió tranquila, al llegar cambie mi ropa por una cómoda pijama de rayas luego de un baño caliente. Will compro comida china mi favorita, a veces me sorprendía; ¿Cómo podía saber tanto de mí?.

— ¿Te gustó?— preguntó logrando sacarme de mis pensamientos nuevamente. Esta sentado frente a mi con su comida por acabar.

— Si— le respondo secamente, él me mira y sonríe.

—Sabía que era tu favorita — me límite a contestar. Aunque por dentro la curiosidad de preguntarle como sabía aquello me dominaba.
Sus ojos azules me miraban fijamente, a ratos sentía que todo esto era muy familiar. ¿ Por qué?. No lo sé.

— Iré a dormir, parece que mañana será un largo día.
Solo asintió y me retiré a mi habitación.

Hola hermos@s
Aquí está el primer capítulo, espero que lo disfruten y disculpen algún error. 😆

Si les está gustando la historia, no olviden agregarla a su biblioteca 😉 y dejar una sexi 🌟.

Gracias por su apoyo babys 😚❤.