Capítulo 22:

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Abrí la puerta intercambiando más que saliva con Even. Tiré las llaves a la mesa. Estas golpearon un jarrón y esté cayó al suelo echo añicos, pero no le di importancia. Los besos de mi novio son más merecedores de mi atención.

Me asomé al pasillo y me aseguré de que mis compañeros no estuvieran presenciando nuestro momento de pasión y amor. Dejé las bolsas en el suelo y fui exaltado por Even quien rodeó con su brazo mi cintura y me arrinconó contra la pared.

-¿Qué planeas, Even?-Susurré en sus labios.

-No es lo que tu piensas.-Murmuró relamiendo mi labio inferior.

-No estoy pensando en nada. Tengo la mente en blanco.-Le sonrío y rodeo con mis brazos su cuello.-¿Qué se supone que estoy pensando, Even?

-¿Crees que quiero follar contigo?

-¿Ah no?-Arqueé las cejas.

-No. Osea sí. Ya me entiendes...

-No, la verdad es que no.-Estallo en carcajadas. Even me da un empujoncito cariñoso.

-Haber, quiero pero no puedo porque tu no me dejas.-Me explicó.

-¿Que no te dejo? No soy tu madre, Even.-Pongo mi mano sobre su mejilla. La acaricio con el pulgar y le doy un beso en la boca. Muerdo su labio insinuante.

-¿Me estas dejando vía libre para hacerlo?-Se arrimó más a mi. Mordí mi labio al sentir su entrepierna contra la mía.

-Solo digo que no soy tu madre. No te doy ordenes directas.-Le guiño un ojo y volvemos a juntar nuestros labios.

No dejé de besarlo hasta pasar los cinco minutos. Ninguno de los dos nos veíamos capaces de dejarlo.

De hecho si lo dejara sentiría la misma sensación de vacío cada vez que se acaban los helados. Una sensación muy dolorosa y desagradable pues los helados son mi comida favorita de la que no puedo disfrutar siempre por la controladora de Noora, que me los raciona a una cantidad insignificante a uno por día.

-¿Por qué no salimos por ahí de fiesta?-Susurró en mi oído.-Ese culito tiene que dar guerra.-Me agarró de las nalgas y palmeó la derecha. Me echo a reír.

-¿Te apetece salir enserio?-Lo miré con el ceño fruncido.

-Ibamos a ir a la feria otra vez, lo cambiamos por una discoteca y listo.

-Bueno vale pues...¿Donde vamos?-Pregunté.

-Joder no sé...-Se tiró al sofá. A diferencia de él, yo me siento en el sofá como una persona civilizada. Acaricio su espalda.

-¿Y por qué no nos dejamos de rollos y nos quedamos tu y yo aquí en casita?.-Me tumbo en el poco sofá que el cuerpo de Even no ha invadido. Mis piernas quedan fuera del sofá.

-Yo quería verte en plena acción.-Hizo pucheros.

-No te preocupes, que yo me pongo unos pantalones pitillo, nos vamos a mi habitación y jugamos al just dance. ¿Te parece?

-Venga.-Se incorporó y antes de que pudiera levantarme me cogió en brazos.

-Novio mio, que se andar.-Le dije.

-Como te gusta fardar de que tienes novio.-Me cargó mejor y me llevó a la habitación como si la conociera de toda la vida.-¡Pero bueno!-Exclamó y me dejó en la cama. Cerró la puerta y se tiro de plancha a mi lado.

-¿Qué?-Pregunté.

-¡Pero si no huele a pedo! ¿Isak, eres tu mi novio? ¿Eres tu de quien me he enamorado? Responde.-Me cogió de las manos dramáticamente y me miró a los ojos como si mi respuesta fuera decisiva como una sentencia en una película policiaca.

Raging //Evak, SkamWhere stories live. Discover now