- No, gracias. - le sonreí.

- De acuerdo. - me devolvió la sonrisa - adiós.

Se giró para después caminar a la dirección opuesta de la salida.

Frunci el ceño, no había ninguna salida en esa dirección.

Caminé por el estacionamiento con la lluvia un poco más fuerte.

Me paré debajo de un árbol y busque el número de Eliot en mis contactos, cuando lo encontré le llame pero no contestó, intente dos veces más pero no contestó.

Caminé hacia la entrada.

Mel se encontraba en la entrada del Instituto, caminé hacia ella.

- Hola. - la saludé una vez que llegue a su lado.

- ¡Por Dios!, casi me da un paro cardíaco. - puso una mano en su pecho - no llegues así.

- Lo siento. - reí.

- No es gracioso. - me fulminó con la mirada - ¿que haces tan tarde aquí?

- No encuentro a Eliot, ¿lo has visto?. - pregunté con la esperanza de que me dijera que si.

- No, pensé que ibas con el cuando se fue. - me miró.

- ¿Se fue?, ¿hace cuanto? - pregunté.

- Hace como ¿diez?, creo que quince minutos. - miró su celular - aunque no lo había visto desde la penúltima clase hasta hace quince minutos. 

- No me avisó. - suspire enojada.

- ¿Quieres que te lleve? - preguntó viendo al cielo.

- Me harías muy feliz. - le sonreí.

- Vale, sólo deja que mi mamá venga. - miró hacia la carretera.

Después de unos minutos su mamá llegó.

Mel se acercó para hablar con su mamá.

- Ella te llevará. - apunto con su dedo pulgar al auto de su mamá, miró detrás de mí - yo... Tengo que hacer algo, ¿de acuerdo?

- ¿A donde vas? - pregunté.

- Eso no importa. - sonrió - vamos.

Caminé hacia el auto de su mamá con pequeñas gotas cayendo del cielo.

La lluvia había disminuido un poco.

- Hola, Anna. - la madre de Mel me sonrió.

- Hola. - le sonreí.

- Suerte que llegué temprano, creo que una tormenta se aproxima. - miró el cielo - tu madre me llamó, y me dijo que viniera por ti, después Mel me llamó y me pidió lo mismo.

- ¿Y sabe por qué mi madre le pidió que viniera por mi? - pregunté.

- No. - fruncio el ceño.

- Oh, gracias. - miré hacia la carretera y me di cuenta que casi llegábamos a mi casa.

Una vez que la madre de Mel aparcó frente a mi casa baje y entre.

- ¿Mama? - pregunté, bueno grité.

- ¿Si? - salió de la cocina.

- ¿Eliot, por que se fue sin mi? - me mostré enojada.

- Se tuvo que ir antes, no te exaltes. - entró de nuevo a la cocina.

- ¿Como quieres que no me exalte? - grité siguiéndola - se va sin avisarme, me pudo pasar algo.

- Pero no te pasó. - me miró y sonrió.

¿Serás Mía? Where stories live. Discover now