Capitulo 35.

7.8K 416 50
                                    

Gabriela P.O.V.

Mi teléfono había sonado por décima vez, pero era incapaz de tomarlo. Había despertado hacía horas sentía que levantarme se me haría imposible, tenía el mismo dolor en el pecho, ese vacío, al que ya me había acostumbrado, pero que cada vez era más doloroso e incluso me atrevería decir que trasciende es un dolor inefable. 

Siquiera pensar en levantar mi cuerpo de la fría cama, parecía una tarea demasiado imposible, y aunque últimamente me he sentido débil y mareada, hoy sentía como si todos los días se hubiesen juntado, me sentía de cristal.

Me sentía mareada, verdaderamente mareada y las náuseas se habían intensificado enormemente.

Mi telefono comenzo a vibrar nuevamente, pero esta vez estiré la mano con el mayor de mis esfuerzos y lo tome.

Era Ignazio esta y doce veces.

Dude en contestar, pero supuse que no iba a detenerse hasta que lo hiciera.

-Gabriela.-dijo con alivio.-¿Por que no contestabas?, me tenías preocupado.-dijo sin dejarme siquiera responder.

Dude un momento, ni siquiera yo sabía porque no quería contestar o quizás si, sería porque no quería hablar con nadie. Ja.

al fin, termine diciendo lo primero que se me ocurrió.

-Me acabo de despertar.-dije al fin lentamente.

-Me preocupe, creí que no querías hablar conmigo, luego de lo de ayer.-dijo bajando un poco su acelerado tono de voz en señal de vergüenza.

Cerré los ojos levemente, al recordarlo. Me sentía lo suficientemente agotada como para gastarme mas pensando, en eso y en todo. 

No lo amaba.

-Esta bien, todo está bien.-dije mintiendo.

Nada está bien.

Yo no estoy bien.

Y quizás nunca lo esté.

-¿Que dices si vamos a comer algo?, quizás... Mmm, una pizza.-dijo al fin con un tono de alegría y euforia.

-No me siento muy bien la verdad.-dije suavemente.

Mis piernas flaquearon. Salir era lo último que quería.

-Vamos Gab, cuando salgas y entres en contacto con el aire fresco, vas a ver que te sentirás como nueva.-dije insistente.

-No me si...-Ignazio no me dejó que terminara de pronunciar, cuando me interrumpió.

-Gabriela no voy a aceptar un no por respuesta, juro que la vamos a pasar bien y que te vas a sentir mejor.-dijo Ignazio rápidamente.-Lo prometo.-término.

La respiración me costaba aún más, sentía que mi pecho se detenía en ocasiones, me sentía cada vez peor. Estaba segura de que Ignazio no se iba a detener hasta que aceptase.

-No lo se Ignazio.-dije con dificultad.

-Voy camino a buscarte Gab.-dijo antes de colgar.

La llamada se finalizó automáticamente y al mover mi brazo el teléfono cayó directamente al suelo.

Intente alcanzarlo, pero mis reflejos no respondieron.

Me quedé mirándolo en el suelo sin poder hacer nada, ¿que me estaba pasando?. 

Debía levantarme para arreglarme, ¿pero como?. 

Esta bien Gabriela.

Tu puedes.

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora