Capítulo VI : "Noticias inoportunas"

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Capítulo VI

Jaden:

Desperté suavemente, ya que los ojos me pesaban como dos grandes bolas de acero. Al girar a mi derecha vi como Jay y Andrew me miraban con sus ojos brillosos y una sonrisa en el rostro, miré mi dedo meñique y estaba atrapado con el de ambos dos. Sonreí de una forma imperceptible, y giré mi vista a la puerta, al percibir la presencia de alguien.

Sentí mi rostro cambiar; de paz a sorpresa. Pude notarlo ya que los chicos me miraron extrañados y giraron también su vista para aquel sector.

No podía creer que estuviera aquí, ¿cómo sabía que yo estaba en este hospital, acaso era un jodido acosador?

Venía pálido y algo nervioso, con un ramo de rosas blancas y rosadas en su mano izquierda, y un gran globo de helio en la derecha. Cada vez se acercaba más a la camilla, fijando sus claros ojos en mí, aunque bajando la cabeza más de una vez.

Sentí como la máquina que medía mis latidos comenzaba acelerar.

Él seguía avanzando.

Mis amigos seguían anonadados.

Y yo rompí el silencio.

-¿Jacob? que mier… - no pude continuar mis palabras. Me sentía como arrollada por quinientos elefantes embarazados  y discutir ahora no mejoraría nada.

-Sólo venía a darte mi más sentido pésame – o no, no pudo haber dicho eso. Creo que mis amigos leyeron mi mente, por la forma que miraron de reojo a aquel chico colocando su rostro de “pobre hombre, ¿Qué acaba de hacer?”, y sí, conozco mucho a mis amigos hasta para saber a que hora cagan.

-Si eso es todo… – señalé la puerta, con la poca energía que tenía para poder siquiera levantar un brazo.

-No. También quería darte esto – me entregó las rosas y el globo, al ver que no podía ni quería recibirlo lo dejó en la pequeña mesa que había al lado de mi camilla – no sabía que regalarte, y bueno no podía llegar con las manos vacías tampoco, así que recordé aquellas películas donde las personas le regalan rosas, tarjetas y peluches, a la persona que está justo aquí – señaló la camilla y a mí con ella.

-En ese caso, gracias – pude observar reírse bajito a mis dos amigos, muy divertidos con la situación. Ya verán estos dos.

-Creo que me voy, espero que descanses. Te vendré a ver todos los días, espero que te mejores Jaden – me dio un beso en la mejilla muy dulce, tomando suavemente mi cabello y mi nuca con ello – enserio que lo quiero – me susurró en el oído, logrando que mis mejillas tuvieran un poco de color. No puedo creer que este chico hiciera esto.

-Adiós – me digne a decir rápidamente.

Me miró por última vez, sonrió y se largó por aquella misma puerta.

-JAJAJAJAJA – ambos chicos explotaron en carcajadas a los segundos después. Causando que molestara un poco, no sé por qué. Quizás debe ser por el ambiente, las pastillas, las mangueras, esta puta máquina que percibe los latidos de mi corazón, y estar desnuda con una camisola. Que humillante.

-Jaden ¿de dónde sacaste a ese chico? – preguntó Andrew, aún con los ojos llorosos por aquellas risas.

-Creo que vino directamente de Disney – comentó Jay, contagiando la risa a Drew, y ganando una pequeña sonrisa en mí.

-¡El príncipe Jacob!... Jaden, me hubieras avisado que venía, no le he colocado la alfombra roja – siguió burlándose aquel molestoso Drew.

-Hey chicos, estamos en un hospital… es que ustedes aún no maduran, son dos niños pequeños –comenté logrando que ambos burlones se callaran al mismo tiempo, aunque con una sonrisa de oreja a oreja cada uno, aguantándose entre dientes explotar en risas. –Además, ninguno de ustedes me ha traído flores o chocolates… - comenté burlona.

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