Capítulo IV: "Un amanecer oscuro"

224 21 8
                                    

Capítulo IV

Mis lágrimas ni siquiera caen en un tono de presencia, están ausentes… como yo lo estoy de mi misma, y del mundo. Cada día amanece con el mismo sol, pero yo sólo puedo verlo más opaco y oscuro cada vez que salgo a fumar un cigarrillo a la terraza.

El mundo se tornaba cada vez más ausente a mí alrededor y yo no hacía nada al respecto, sólo me dejaba llevar en mis pensamientos, mis recuerdos, sus palabras… sus caricias, sus abrazos, sus cálidos besos en mi cabeza cada vez que salía de noche. No puedo acostumbrarme a que no esté conmigo, que ninguna otra mañana suba a mí a mi habitación y me regañe con dulzura. Que me pregunte ¿Qué tal el día cariño? No soportaré ningún día más en su ausencia.

Habíamos superado tantas cosas, desde aquel día que tomé un frasco entero de pastillas de control psiquiátrico para dejar esta puta vida, convirtiéndome en una cobarde por no haber tenido fuerzas y pensar que quería seguir con vida por mi abuela… - ¡Debí haber sido yo, no ella… vamos Dios, llévate a esta puta alma que sólo vino a dar problemas y recibir sufrimiento!... – Rompí en llanto, desplomándome en el suelo, y maldiciendo la hora y el día, en que me dieron aquella noticia.

No podía mantenerme en pie, luego de aquellas 2 semanas y 3 días que habían acabado con mi atormentado corazón. No comía, no dormía, no hablaba con nadie, no salía, no iba a la escuela.

La directora del colegio había llamado a mi casa hace unos 2 días. Conocía el hecho de que estaba pasando un luto y me aconsejaba a que no faltara tanto a clases… la mandé a la mismísima mierda. Nada me importaba ahora, si antes quería sacar mis estudios adelante era por mi abuela Clarisse, si antes quería ser alguien en la vida era por mi abuela Clarisse, pero ahora ya no estaba, y todo me valía la nada misma.

Todos los jueves iba a un psiquiátrico el cual me recetaba algunas pastillas para mi tranquilidad mental. Hablábamos de diversos temas, en todos involucraba mi niñez y la importancia que tenía mi abuela Clarisse en todo esto… en que pude salir adelante y no me convertí en una antisocial, prostituta o cualquier acto que mostrara alguna secuela en mí, pero lo más importante es que logré salir con vida, luego de todos aquellos tormentos que llegué a vivir cuando era pequeña, con dificultad, sí… no lo niego.

Ahora por mí, que el sicólogo se fuera al diablo.

Comencé a registrar los cajones con cierta desesperación, luego del accidente del frasco y la delgada línea en la cual estuve entre los vivos y los muertos, mi abuela Clarisse escondió mis pastillas en una parte donde nunca podría encontrarla, me daba una todos los días, como decía la descripción, pero nunca me dejaba ver donde las escondía… y vaya, ahora que las busco entre cajón y cajón, pienso que lo hizo mejor que pirata con su gran tesoro, sólo que estos dejaban mapas…

Afuera estaba caluroso y yo seguía fría.

Sentía mi teléfono sonar, pero no respondía.

No pude agradecerle el hecho de darme una segunda oportunidad en la vida.

Ni de decirle cuanto la quiero.

Aún creo que ella volverá por aquella puerta como siempre. Aún lo creo…

-¡Jaden, Dios, por favor ábrenos la puerta somos nosotros! – escuchaba como golpeaban la puerta, si seguían así la echarían abajo, pero yo quería estar sola, nadie sabía lo que estaba pasando… un “lo siento” no arreglaría nada, es más, me pondría roja de coraje, ya que no saben NADA sobre lo que estoy pasando en este momento.

-Quizás está en el baño Jay, o en algún otro sitio – escuché una voz conocida, pero nunca pensé en mi vida escucharla de esa forma. Sufrida, triste, profunda, como si estuviera en el infierno, esa voz no podría ser del mismo Andrew que conozco…

-No lo sé Drew, la hemos buscado por todas partes; el cementerio, el hospital, el colegio, los bares. Si no está acá no sé donde podría estar bro, quizás si no está acá es porque…

-Está aquí Jay, no digas nada más, no digas lo que pensaba que dirías. Ella no haría algo así, la conoces mucho mejor que yo… bro. Será mejor que nos vayamos, mañana volveremos… ¡Volveremos hasta que nos abras Jaden, se que estás escuchando! – no pude evitar clavar los ojos en aquella puerta, tratando de traspasar la madera y ver los ojos de mis amigos, decirles que estoy bien, pero no quiero su compañía aún. Pero no tenía fuerzas ni de hablar, ni de caminar hacia ellos. Hace 2 semanas no comía nada, sólo bebía un poco de agua cada día y se me hacía un martirio pararme del suelo y mantener las piernas sin caerme en el intento.

No había movido nada desde que mi abuela falleció en el hospital por un infarto al corazón, ella sufría de presión alta, por lo cual pasó lo que pasó.

Me puse de pie apoyándome de la pequeña mesa del living, luego iba dando paso por paso ayudándome de las paredes. Al tratar de subir la escalera me caí, pero volví a levantarme. A tropiezos y caídas logré llegar a mi habitación, estaba tal y cual la dejé hace dos semanas y algunos días. Debajo de mi cama siempre dejaba un arsenal de alcohol, no sé porque antes se me había olvidado, ¿quizás fue mi mente más poderosa que el deseo de beber? Lo creo. Nunca había pasado tanto tiempo sin beber alcohol y ahora era lo que más necesitaba. Me dispuse a tomar, pasó la media hora y ya había vaciado la botella de ron en mi boca. Me encontraba sola en mi alcoba con una botella vacía en la mano, acostada en el piso y llorando por lo denigrante que debía verse esa imagen, esperaba que mi abuela no me viera así, pero al mismo tiempo me despedí de mi pequeña alma dulce que ocultaba con mi rudeza externa, para volverme un ser vacío, intolerante, prepotente y con una mirada tan dura que reflejaba menos de lo que sentía. Ya no tengo miedos, no tengo nada que perder.

Hola a todos! Les quería agradecer personalmente a cada uno de ustedes por leer mi novela, comentarla o votarla :) enserio son lo mejor *o* ojalá les guste este episodio algo cortavenas :'c. Les dejo la foto de Andrew :P para que vayan conociendo los personajes! :D Nos estamos leyendo, amores <3 Abrazos y besos :3 xoxo

TormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora