Delirio azul

Epílogo

Dos años más tarde

Mark

No hay mucha gente, pero es lo que Roger y yo queríamos, solo las personas que nos importan de verdad.

Distingo a la madre de Roger, que por fin ha aceptado a su hijo. Además, después de perder a Neal y a su marido Roger es lo único que le queda. También veo a algunos amigos y a nuestra preciosa hija, a la que considero totalmente nuestra. Después de todo, hemos decidido adoptar a la hija de Will y Angela, Lydia.

Allí está también la madre de Sylvie, y ella llega unos minutos después. Está preciosa, y por un momento me recuerda a esa época en la que soñaba con vivir ese día junto a ella. Me lleno de nostalgia, pero sé que Roger es la persona con la que quiero estar para siempre.

Aunque en este día tan bonito todos notamos la ausencia de Neal y nadie lo menciona, puedo ver un momento de tristeza en los ojos de Roger.

Después de los sí quiero y del beso que nos une recibimos un millón de felicitaciones de todo el mundo.

- Roger –lo llama Aeryn-. Estoy orgullosa de ti.

Roger sonríe como nunca y abraza a su madre. Luego su madre me abraza a mí y se va. Automáticamente me giro hacia Roger.

- Deberíamos tener más Lydias –digo.

Roger me mira, desconcertado, y como siempre se sonroja.

- Pero... eso es imposible, Mark.

- Has balbuceado.