Echamos nuestro amor a la basura

5.3K 249 44
                                    

Título: Echamos nuestro amor a la basura.
Serie: Te necesito.
Parte: 1 de 2.

Un amor que había empezado como cualquier otro, pero al final dejando dos corazones trozados, nada había terminado como todos hubieran deseado; cada mirada, cada palabra, cada gesto, todo significaba hecharle sal a la herida más grande que ambos podían tener, porque a pesar del tiempo aún no se podían sacarse cada uno de la mente del otro.

— Nosotros ya no hablamos, —hablo entre dientes.— no como solíamos hacerlo. —dijo bajando la mirada.— No sé qué hacer Wanda.

— Eso es muy obvio, después de todo lo que paso.

— Escuché que ha encontrado a alguien.

— Tú también tienes a alguien nuevo, y ella lo sabe. —respondió cruzándose de brazos.

— ¿Cómo sabes? —soltó sorprendido.

— Olvidas que soy telepata hermano. —sonrío burlona.

— Entonces, tú deberías saber si ella todavía siente algo por mí. —dijo con el rostro iluminado.

— Lo siento Pietro, pero eso no puedo decírtelo.

— ¿Por qué? —farfulló.

— Le prometí no decirte nada respecto a eso.

— Pero, eres mi hermana, por favor Wanda, necesito saberlo. —suplico.

— Tú harías lo mismo si estuvieras en mi lugar. —suspiro.— Sabes que los dos son muy importantes para mí, son mi familia, es por eso que no defraudaré la confianza de ninguno con este asunto, que realmente no es mío, yo solo soy una simple intermediaria que no dejará que se hagan más daño uno al otro, no más del que ya lograron hacerse.

— ¿Podrías decirle algo por mí?

Negó.— No vamos a empezar con eso, no seré su manda recados, basta ya con esas niñadas, son adultos, pueden resolver sus problemas si se dedican a hacerlo.

— Quisiera saber qué hacer, encontrar las respuestas.

— Pues no las encontraras perdiendo el tiempo.

— No comprendes.

— Claro que comprendo, los dos son unos idiotas que esperan que todo les caiga en las manos como si fuera por arte de magia.

— ¿Cuándo maduraste tanto hermanita? —pregunto mientras revolvía el cabello de la contraria, quien solo se dedicó a protestar para que le quitase sus manos de encima.

— Desde que mi hermano no puede resolver sus problemas solo. —sonrío.

— Hey, te recuerdo que soy doce minutos mayor que tú. —rió.

— Pues no parece que fueras el mayor.

— Lo sé, soy un imbécil.

— Y de los grandes. —agregó.

— Gracias por el apoyo moral. —dijo sarcástico.

— De nada, cuando quieras. —le guiño un ojo.— Haz lo que creas mejor.

— Estamos tan rotos, como nuestra relación, qué podría ser lo mejor, si ni siquiera nosotros sabemos lo que queremos.

— Ten confianza, sé que encontrarás la respuesta, confió en ti hermano mayor. —le regalo una pequeña sonrisa para después palmear su hombro y partir de ahí.

Cada uno por su lado, tendidos boca arriba, con el teléfono a un lado, esperando un mensaje por parte del contrario, algo que les hiciera creer que aún había esperanza; nada era como antes solían hacer, en su relación siempre hubo peleas, cuestión de ver quién era el más fuerte, el que pudiera soportar más golpes bajos, para qué había sido todo, era una burla, una broma que solo había destrozado los pequeños trozos que aún quedaban intactos, acabando con todo a su paso, reduciendo a nada todo aquel tiempo compartido, del que solo quedaban como evidencias algunas escasas, sus fotografías; ya no amaban como acostumbraban, amar, esa palabra que estaba ausente en su diccionario desde hace tiempo.

One Shots ▷ Pietro MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora