All Night

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Título: All Night
Parte: 1 de 1

Por lo regular las fiesta de Tony duraban toda la noche, pero de todo su historial de fiestas esta sin duda era la que más se te estaba haciendo eterna.

Sentada frente la barra, intentando estúpidamente emborracharte, consciente de que tu metabolismo nunca te dejaría ceder en las garras del alcohol, pediste al barman la que sería tu veinteava cerveza.

A veces el tener un metabolismo resistente como el de Steve era una ventaja, no tenías que preocuparte por tus heridas, puesto que sanarían solas, siempre te encontrabas bien, y ese era justo el problema en esos momentos, no querías encontrarte bien, deseabas que el alcohol se apoderara de ti, pero eso nunca iba a pasar.

Volteaste hacia el centro de la habitación, observaste a todos, viendo cómo se divertían, mientras tú tratabas de ahogar tus penas en alcohol, podría decirse que te sentiste miserable por algunos minutos; viste inmiscuidamente en dirección a Pietro quien hablaba animadamente con una rubia, no podías parar de observarlos, calculando cada movimiento de aquella chica teñida, riendo como estúpida ante los malos chistes del sokoviano, no sabias por cuánto tiempo les habías estado observando, bebiendo y lamentándote; pero cuando Pietro volteo en tu dirección entraste en pánico, posiblemente se habría sentido observado, disimulando asentiste y levantaste tu trago, te sonrío como respuesta y se volvió a la rubia, volviste con tu trago, lo sorbiste rápidamente, tanto que quemo tu garganta.

— Así que la moda de ahora es intentar ponerse ebria —rió— porqué no te rindes, ambos sabemos que no lo lograras, es inútil —

Chasqueaste la lengua— Tú qué sabes Maximoff, tú no necesitas entretenerte con alcohol para pasarla bien, apuesto que te divertías con esa rubia. —

— Vamos no es para tanto, si puedes pasarla bien sin estar bebiendo a cada hora —dijo quitándote el trago de las manos.

Reíste amargamente— No es como si fuera como tú, yo no me divierto hablando con cualquier cosa que me parece atractiva —

El alcohol podía no afectarte, pero sin duda estaba ayudado a que sacaras todo lo que tenias dentro, todas esas cosas que no habías sido capaz de confesar, y ahora el problema era que estabas descargando tu humor con Pietro, quien no había hecho nada más que atraerte desde el primer instante.

Pietro no dijo nada, solo se fue de ahí, habías desperdiciado la oportunidad que nunca tuviste, ya daba igual, de todas formas, a nadie le importaría, porque tenía que importarte a ti.

Seguiste tratando de embriagarte fallidamente, volteaste de nuevo a la pista, ahí seguían ellos, hablando tan animadamente, soltaste un gruñido, golpeaste la mesa con tu puño, que poco a poco se volvía blanco de la rabia, diste un último trago a tu bebida y saliste de ahí con la mirada de algunas de las personas en la barra.

Empujaste a aquellos que se interponían en tu camino hasta el balcón, abriste las puertas dejando que el aire limpio inundará tus fosas nasales, viste a un par de parejas en la barandilla, les fulminaste con la mirada, esperando que se largaran de ahí, solo querías un momento a solas; cuando finalmente se fueron cerraste las puertas tras de ti, tomaste un banco y tomaste asiento, las luces de la ciudad se veían hermosas desde ese punto, lástima que no tuvieras con quien compartir aquella vista.

Las lágrimas empezaron a emanar de tus ojos, bañando tus mejillas rosadas, empezaste a soltar sollozos, tapando tu rostro con tus manos, mientras nadie cruzara la puerta del balcón todo estaría bien, nadie sabría lo que pasó, y seguirías siendo la misma agente que todos conocían, la fuerte, la valiente y nunca, la débil.

La música seguía a un volumen extremadamente alto, lo que en parte era bueno, así nadie escucharía tu llanto, seguías llorando cuando un par de manos tomaron las manijas de las puertas del balcón, un par de risas se asomaron por las puertas, cada vez más fuertes, hasta que sus pasos resonaron fuertemente en el suelo, te sacaron de tu trance, limpiaste el rastro de las lágrimas, y trataste de contenerlas, sin embargo, cuando levantaste el rostro para ver de quienes se trataba, tu corazón crujió, dolió más que aquellas heridas ganadas en las guerras, mucho más fuerte, mucho más profunda.

Las lágrimas volvieron a salir, trataste de irte en silencio, pero tropezaste, sacaste a los enamorados de sus pensamientos, te miraron, el sokoviano te miro atentamente, quiso ayudarte a levantarte, pero aventaste su mano lejos de ti, le miraste con tus ojos ardiendo de furia y tristeza, te observo sorprendido.

Abriste las puertas rápidamente tratando de huir de ahí, tomó tu brazo antes de que pudieras dar un paso más, trataste de soltarte sin voltear a verle, no podrías con eso, tu pecho ya dolía demasiado como para hacerlo.

— (T/n), ¿qué pasa?, ¿estás bien? —dijo preocupado— ¿alguien te hizo daño?, golpearé a ese maldito. —

Reuniste valor y le miraste, su preocupación era genuina, al igual que tus lágrimas.— No, Pietro, claro que no estoy bien; —negaste con la cabeza, reíste un poco— y si quieres golpearlo, deberías buscarlo, será fácil de encontrar, él es la única persona con un acento sokoviano bien marcado en este lugar. —lo dejaste atónito, tanto que soltó tu brazo.— Deberías ir con la rubia de allá, te está esperando —dijiste antes de darte la vuelta.

— (T/n), yo lo siento —dijo balbuceando.

— No lo sientas, esto no es nada, —dijiste mientras le veías de reojo— no todos tenemos a alguien que si nos haga feliz, al final de cuentas, así es la vida. —y finalmente huiste de ahí.

Esas fueron las últimas palabras que escucho salir de tu boca, en las noches después de esa solía recordar tu rostro lleno de lágrimas, le dolía recordarlo, él había causado esas lágrimas y no se lo perdonaría, aun que lo hubiera hecho inconsciente, no importaba, el daño ya estaba hecho.

Después de aquella noche, nadie había sabido nada de ti, habías huido sin dejar huella, todos se preguntaban por tu paradero, y el porqué de tu repentino escape, Pietro no había mencionado nada, incluso cuando encontró una nota que decía "No lo lamentes, no todos tendremos un final feliz", supo al primer instante que era tuya, trato de buscarte, pero nunca te encontró, ya era tarde para hacerlo, perdió a alguien y no sería capaz de recuperarlo.

N/a:
Este es oficialmente mi regreso, he revivido, resurgido entre los muertos, literal porque estoy como zombie; no me había olvidado de ustedes, solo no podía escribir, y al parecer estas pequeñas vacaciones no me ayudaron en nada, pero aquí está, les traje un nuevo OS, así que espero que lo hayan disfrutado. Di no a lsp, bien por ti si adivinaste que es "lsp", te mereces un Oscar.
Por otra parte, he publicado dos libros de facts, uno de Aaron y otro de Ross Lynch, por si quieren pasar a leerlos; sin nada más que decir me despido, hasta la próxima~

One Shots ▷ Pietro MaximoffWhere stories live. Discover now