Valentine Day

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Para algunas personas el día de San Valentín era pasarla con su pareja, pero para otros como tú significaba elegir una película y pedir una pizza y comer cualquier otra cosa que estuviera en la nevera; pero Nat y Wanda habían estado insistiendo en salir.

— Vamos chicas, porque simplemente no me dejan aquí con mi pizza —replicaste haciendo un puchero.

— No podemos dejarte aquí lamentándote sobre ti misma —dijo Nat cruzándose de brazos.

— No me lamento de mi misma —refunfuñaste ofendida.

— Vamos (T/n) solo es una fiesta más de Stark, —repitió Wanda— ya has ido a algunas de las otras —

— Pero esta es diferente, —rezongaste— se supone que debes llevar pareja, y no tengo pareja, y no pienso tenerla —

— No es necesario, vas con nosotras —replico la Maximoff.

— Vamos sabemos que una vez que lleguemos me dejaran sola, y no lo nieguen, se irán con Bruce y Visión y yo como siempre me quedare sola —dijiste apuntándoles.

— Podemos dejarte con Pietro, no tiene cita para esta noche —soltó Wanda lanzándote una mirada de complicidad.

— Sabes lo que pienso de él, no podría pasar con él ni cinco segundos antes de tener un ataque de pánico —chillaste.

— Vamos solo será por un rato —dijeron a el unisonó mientras te empujaban a el baño para que te duchases, te encerraron en el junto con un vestido turquesa y unas zapatillas a juego, les miraste con desgano.

— ¡Las odio! —gritaste.

— Sabes que no (T/n); —rieron— solo báñate y ya —

Te sentaste con resignación en el retrete, escondiendo tu cara entre tus manos, es estúpido no pensar en ti cuando te has robado una parte de mí.

Dejaste que el agua se llevara aquellos pensamientos sobre el sokoviano, tratando de olvidar su sonrisa, sus profundos ojos azules, vamos este chico te traía loca por él, tanto que dolía.

Saliste de la ducha, y con resignación tomaste el vestido; no me veo tan mal, pensaste mientras te mirabas en el espejo, tomaste un largo suspiro antes de salir del cuarto de baño.

— Te ves hermosa, a Pietro se le caerá la cara cuando te vea —dijo Nat mientras te levantaba las cejas en muestra de complicidad.

— No es para tanto —dijiste bajando la cabeza.

— Vamos —dijeron las dos tomándote de los brazos antes de que te negaras a salir.

No habían bajado cuando ya se escuchaba la música a todo volumen; cuando entraron nadie les puso mucha atención, no más de lo normal, algunos chicos se voltearon a verte, vagaste a través de sus pensamientos, y nada de lo que encontraste te había gustado, por eso no asistías a ese tipo de eventos, algunos chicos solían ser unos tarados, teniendo novia y pensar de la forma en la que lo hacían sobre otra chica no estaba bien, no te parecía correcto.

Caminaron hasta la barra, y en lo menos que pudiste pensar las dos chicas había desaparecido de tu lado, te recostaste en la barra, suspirando te sentaste en el banco a tu lado, pediste un trago a el barman, diste vuelta en el asiento, observaste a Wanda hablando con Pietro, de un segundo a otro tenían su vista en ti, te ruborizaste y levantaste tu mano en forma de saludo, bajaste tu mirada a tus manos, y para cuando la levantaste ellos seguían hablando, pero esta vez sin verte, volviste a girar en tu asiento y suspiraste.

— ¿Qué hace una chica tan linda aquí sola? —pregunto alguien con arrogancia, volteaste a ver de dónde provenía aquella voz desconocida, a tus espaldas uno de aquellos chicos que habías visto al entrar, gruñiste por lo bajo.

Estabas a punto de hablar pero él te lo había impedido.— No está sola; —gruño con aquel acento que te derretía, te halo hacia sí, rodeando tus hombros con su brazo derecho en un rápido movimiento, sentiste que ibas a caer, tocaste su pecho tratando de sostenerte; — si nos disculpas —dijo antes de tomarte en brazos y llevarte al balcón.

— Gracias —susurraste apenada, con la mirada en tus pies.

— No hay cita para esta noche —dijo más como una afirmación que como una pregunta, se reposo en la pequeña barandilla del balcón, mirando la ciudad, se veía realmente apuesto, le contemplaste, sus cabellos platinados brillaban a la luz de la luna.

— Tú tampoco tienes cita esta noche —susurraste a sus espaldas tímidamente, a los segundos lo tenía enfrente de ti, a unos pocos escasos centímetros, trataste de descifrar su rostro, deseaste poder meterte en su mente, habías prometido no hacerlo con ningún miembro del equipo, pero estabas cediendo ante el deseo.

Tomo tu mejilla entre su mano, dándole leves caricias, tus mejillas empezaron a calentarse y a tornarse de color carmesí, una sonrisa apareció en su rostro,— No tengo una cita para esta noche porque no la necesitaba, la chica con la que quiero pasar este día ya está aquí, —trataste de hablar, balbuceos salieron de tu boca, colocó un dedo sobre tus labios— hay dos personas en este mundo a las que más quiero, la primera es Wanda, y la segunda eres tú —susurro mientras pegaba tu frente con la tuya, cerraste tus ojos por inercia, le escuchaste reír antes de que pegara sus labios con los tuyos, Pietro besaba con suma delicadeza, sus labios era carnosos, sabían un poco a cerveza, pero eso no quitaba ninguna sensación, parecía sacado de un cuento de hadas, tu cuento de hadas, podría decirse que esto era el final, pero apenas estaba comenzando.

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N/a:

Feliz no día de San Valentín, lamentó el retraso, pero la verdad es que me siento como basura, por no decir algo más fuerte, ni siquiera puedo hablar, detesto estar enferma, para acabarla la próxima semana tengo exámenes así que no estaré actualizando muy seguido, y también ha habido otros cambios en mi vida; pero les tengo otro OS, como compensación, para más tarde, ya lo estoy acabando, tiene un final alternativo y todo, en fin, me despido de ustedes, las quiere su afónica escritora.

One Shots ▷ Pietro MaximoffWhere stories live. Discover now