「T H E C O N C E R N S O F A M O T H E R」

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  Mandy Mystic Warehouse se arrepentía de muchas cosas en su vida, en serio. 

  Se arrepentía de haber robado el dinero de la iglesia cuando era una adolescente y su madre le pedía recoger los diezmos, gastando lo destinado a mantener en pie el templo del Señor a mantener ella una larga y costosa línea de cosméticos importados; de haber empezado a fumar y tomar a una temprana edad; de haber engañado a su novio de preparatoria con el chico malo del pueblo, Bill Cipher; pero también se arrepentía de haberse casado con su novio de preparatoria, Bradburry Pines, así que a quién le importaba. 

  Pero, sobre todo, se arrepentía de haber tenido a Mabel y Dipper Pines. Claro que era muy recta para admitirlo en voz alta, y su mamá había educado a una muchacha que se hacía responsable por su mierda, pero la cosa era que si no hubiera quedado embarazada de ese par de sabandijas a los veinte años tal vez podría tener una buena y diferente vida, o por lo menos un apellido que no estuviera manchado por los Cipher, y es que las manchas de sangre eran increíblemente difíciles de quitar.

  Pero en ese momento de lo único de lo que se arrepentía era de haber empezado a husmear en los cajones de su hijo en busca de dinero, porque en serio había estado esperando encontrar cualquier cosa, ¡cualquier cosa! Realmente no sabía que hacía su hijo en sus ratos libres... hasta ese momento.

  Lo bueno es que había encontrado el consolador que perdió en algún momento de su borrachera, lo malo es que estaba en el cuarto de su hijo y parecía recientemente usado. Pero Dipper no había estado con ninguna chica porque Dipper no tenía amigos, lo escuchaba llorar todas las noches a causa de esto. 

  Aunque también lo escuchaba gemir, ya sabía por qué. 

  ¿Qué haría una madre responsable en ese momento? Ah, si, hablar con su hijo. El problema es que ella no era una madre responsable y tampoco quería hablar con su hijo. 

  Aún así todo esto era demasiado, ¿dónde había quedado el alcohol? Iba a necesitar un trago grande para aceptar el hecho de que su hijo bateaba por detrás, o al otro lado y le gustaba por detrás. ¿Cómo era eso? Ah, al carajo.

  Se dispuso a caminar hasta el refrigerador por más licor justo al momento en el cual su hija entraba por la puerta, portando una sonrisa cegadora que hubiera notado era falsa si no fuera por tanto alcohol en su sistema. Y no era la única cosa que habría notado, el olor a cigarro también era enorme. 

  Pero no lo notó, y tampoco es como si le hubiera importado mucho, de haberlo hecho. 

  Así que solo tomó otra botella y la llevó a sus labios.


「BITTERSWEET TRAGEDY」●.:•BillDip•:.●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora