Capítulo 36 (penúltimo)

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Sam y Katie tuvieron que volver a la rutina de final de curso después de todo lo que había pasado. A veces seguían pensando en ello, y es que algo así no se olvida tan fácilmente. Pero había algo más importante en lo que pensar, y era en que faltaba muy poco para fin de curso. Las clases eran mucho más tranquilas, la materia que se tenía que impartir durante el curso había terminado y todo el mundo estaba ansioso por saber las notas finales. En los pasillos no se hablaba de nada que no fuera la fiesta de fin de curso y las vacaciones de verano. Cuando ya faltaban sólo dos semanas para terminar, un notición sorprendió una dormida Katie, quien se dirigía a clase de literatura:

-¡Katie!

-Dime, Bárbara.

-Antes estaba en el comedor, desayunando, y escuché la conversación de los de bachillerato. Adivina quiénes van a quedarse el curso que viene.

-Oh, pues ninguno, ¿no?

-Elías va a repetir todo el curso, y yo sólo algunas materias.

-Madre mía, menuda limpieza.-las dos chicas rieron.

-Bueno, se les echará de menos, ¿no?

-Supongo.

Katie apenas había pensado en ellos desde que pasó lo de Isaac. En su mente había sólo una persona, desde hacía tiempo, pero esta vez se acentuaba aún más. Ahora que se había acabado el curso y los problemas del Horserider, ya no tenía más excusas para evitar hablar de Sam. No tenía ni idea de qué pasaría con el este verano. ¿Qué motivo de peso podría haber para que sus padres aceptaran que se vieran con regularidad? Además, él se iba a ir a Estados Unidos en julio.

-Estás ausente.

-Oh, no, nada. Es que tengo sueño.

-Pues ve a clase, nos vemos luego.

Por fin el último día. Todo el mundo estaba muy nervioso por saber las notas finales, querían aprobar e irse de vacaciones limpios. El grupo de bachillerato estaba ocupado con la ceremonia de final de curso en la que les entregaban sus orlas y diplomas conforme terminaban los estudios.

La mañana transcurrió sin problemas. En las primeras horas no hicieron casi nada, y a media mañana les entregaron las notas: Sam, Katie, Anny, Wang, Meixia e Ivan lo aprobaron todo sin ningún problema; Iván sacó todo de sobresalientes, como era de ver; Edward y Jane lo tuvieron más chungo, aprobaron por los pelos; Erick suspendió inglés y matemáticas, pero las iba a recuperar en junio; Bárbara lo tuvo peor, tenía que recuperar muchas materias y no estaba segura de si podría con todas, pero prometió esforzarse al máximo. La profesora Lorena, tutora de la clase de Sam y Katie, los quiso felicitar por sus notas a pesar de haberse incorporado a medio curso con el trauma del incendio.

Todos estaban felices de empezar el verano, la mayoría sin preocuparse de nada. Katie quería pasar el verano junto a Sam, pero él se iba de vacaciones y lo tendrían un poco difícil. Ella pensó varias veces en confesarle sus sentimientos en la fiesta, pero le daba mucho miedo, ya que él podía rechazarla o la correspondería pero la relación terminaba mal y aquella bonita amistad que tanto tiempo costó de forjar desaparecía.

Después de una comida especial, la gente se fue a sus habitaciones a empezar a preparar las maletas y arreglarse para la fiesta de fin de curso. Katie no tenía ni idea de cómo eran las fiestas allí, pero no quería mucho jaleo, prefería tranquilidad. Para la ocasión, eligió un vestido simple negro (en realidad era el único que tenía) y no se esmeró demasiado en arreglarse, ya que no le daba mucha importancia al aspecto físico en fiestas así. Sus amigas, en cambio, se arreglaron como nunca, parecían modelos. A las nueve de la noche empezó la entrega de diplomas a los alumnos de Cuarto y segundo de bachillerato.

Katie y Sam se vieron en la entrada. Él iba con un traje azul oscuro que le encantó a Katie. Él, en verla, se quedó alucinado. Ella siempre iba muy simple y cómoda, no se esperaba verla con un vestido y unos zapatos de tacón. La veía rara, aunque le encantaba verla así. Se dieron un abrazo larguísimo y se miraron.

-Vaya, Katie, estás muy guapa hoy.

-Gracias, Sam, pero voy muy simple. No me gusta ir tan arreglada en una fiesta así.

-Hoy tu amiguito Joe se despide oficialmente de ese internado. ¿Cómo te sientes?

-Me da un poco igual, pero bueno.

Las chicas saludaron al grupito de bachillerato y Katie consiguió hacerse una foto con Joe, aunque no salían demasiado bien. Se puso en un buen sitio para ver la ceremonia, en fila con los de su curso, esperando a les llamaran pero viendo bien el escenario. Las lupas parecían muñecas de plástico con sus quilos de maquillaje y sus modelitos carísimos. Los chicos iban un poco arreglados, sin parecer actores de Hollywood en la alfombra roja.

Primero llamaron a los de cuarto por orden alfabético. Cada uno subió al escenario, saludó a los profesores y recogió su orla. Sam casi se tropieza con los escalones porque iba muy nervioso, y Katie subió muy rápidamente. Odiaba ser el centro de atención.

Después llamaron a los de segundo de bachillerato. Todos se pavonearon cuando subieron al escenario, con cara de superioridad. Alejandra y la novia de Joe se creían las reinas del escenario, y los chicos se sentían imponentes tras terminar definitivamente los estudios secundarios, sabiendo que sus vidas iban a cambiar radicalmente después de todo.

Sam, Jane, Katie y Edward se sentaron en las gradas para ver cómo les daban las orlas a los demás. Sam le hizo un par de fotos a Katie mientras subía en el escenario y le reservó un puesto a su lado para cuando terminara.

Sam no dejaba de pensar que era el último día que vería a Katie. Se moría de ganas de besarla, de seguir viéndola, de estar con ella, y más después del acercamiento en el viaje. ¿Qué haría? Tenía  ganas de salir con ella, pero no sabía si ella iba a rechazarlo y tenía miedo. No quería perder su amistad, pero a la vez quería algo más. Tenía que aclarar el tema lo más pronto posible, necesitaba respuestas. 

Un Incendio Nos UnióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora