Capítulo 15

770 72 15
                                    

Todos estaban mirando atentamente a Katie, quien se había quedado helada de repente. Sam estaba preocupado, temía que la chica se sintiera mal con tantos recuerdos dolorosos. Al fin y al cabo, aquella tragedia era aún muy recente.

· -¿Pasa algo? –preguntó Laia.

· -Oh, nada, nada, es que me he acordado de algo. Sigamos.-dijo Katie intentando evadir la conversación. El grupo se dirigió hacia las residencias de los chicos cuando les pareció oír pasos.

· -¿Eso han sido pasos?

· -Sí, creo que sí.

· -¿Quién más puede estar aquí? ¡Está todo en ruinas!

· -Pues alguien que también ha estado en ese internado.-oyeron una voz aparecer de repente.

Cuando Nathan, Katie y Sam se giraron para ver de quién era la voz, se quedaron pasmados.

Era Isaac.

Su aspecto era bastante lamentable, parecía un vagabundo. Miró a toda gente con cierto recelo y detuvo la mirada en Sam y Katie. Conocía a Nathan, pero no le caía demasiado bien, así que prefirió ignorarlo y centrarse en atacar a Sam y Katie.

-¿Cuánto tiempo, no? Os echaba de menos. Especialmente a ti, rubio.

-¡Isaac! ¿Cómo es que has venido?

-Me paso el día aquí. –respondió como si nada.

-Seguro que el incendio te ha afectado mucho.-dijo Katie apenada.

-Para nada.-soltó el moreno dejando a todo el mundo sorprendido.

-¿Qué?

-Venga ya, Sam, sabes que odiaba estar allí. Siempre la misma gente, comida horrible, profesores estúpidos... Ese no es mi mundo.

-¡¿No te da pena la gente que ha muerto?!-chilló Gabriela.

-¡Laura ha muerto!-exclamó Katie con los ojos llorosos.

-Laura, ya lo sé. Esa chica me ha ayudado mucho con mi plan.

-¿Qué plan?-Katie se estaba estresando.

-¿Y a ti qué te importa?

-Ella lo sabía, ¿verdad?

-¿Saber el qué?

-Ya sabes. Ella sabía que ese incendio iba a ocurrir. –dijo y todo el mundo la miró boquiabierto.

-Eso a ti no te importa, pesada.

-Isaac, no le hables así.-salió Sam en defensa de Katie. Los demás estaban callados, sorprendidos.

-Vaale, ya la dejo tranquila, irlandés enamorado.

-Cállate. Estás siendo muy desagradable.

-Queremos respuestas, Isaac.

-Yo no os las pienso dar.

-Venga ya, se nota que sabes por qué y quién ha provocado esta catástrofe.

-Lo sé, sí, pero no os lo voy a decir.

-¿Cómo te atreves?

-¿Atreverme a qué? No tengo nada que deciros.

-¡Éramos amigos! –chilló Sam, frustrado.

-Ay, rubio rubio... Te dejaba venir con nosotros cuando no estaba tu amiguito porque me dabas pena, pero no soporto a los acoplados.-Sam, rabioso, se acercó a él dispuesto a pelear.

Un Incendio Nos UnióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora