Capítulo 10

1K 80 8
                                    

Era el momento. No podía tardar ni un minuto más. Josh tenía muchas ganas de salir con Gabriela. No podía dejar pasar más tiempo, tenía miedo de que ella se enamorara de otro. Quería ser muy romántico, así que cogió el ordenador de Wang y se puso manos a la obra. Cuando abrió el ordenador, se encontró con que todo estaba en chino, así que tuvo que cambiarlo por el de Edward. Allí se encontró con una carpeta de fotos de su novia, pero respetó la privacidad de su amigo y no entró en ella. Edward era todo un obseso con su novia, no podía vivir sin ella. Sam lo miraba a cierta distancia, distraído hablando con Tom.

Katie dejó su móvil encima de su almohada. Estuvo hablando con Karen un buen rato, su amiga le contó que ella y Logan se habían inscrito en un instituto público y terminarían el curso, para luego irse a estudiar en una universidad de otro país. Si Karen y Logan se iban, les echaría mucho de menos. Tendría que contárselo a Sam en cuando le viera. Alguien llamó a la puerta. Katie abrió y se encontró con Gabby.

· -Katie, tengo que contarte algo muy fuerte que me ha pasado ahora.

· -Pasa, pasa, cuéntamelo todo.

· -Pues verás, estaba yo en la biblioteca haciendo los deberes y alguien se sentó a mi lado. Cuando intenté ver quién era, ese alguien ya no estaba, sólo había esto en el suelo.-dijo y le mostró una rosa y una notita.

· -¿Puedo ver la nota?-Gabby asintió.-Vaya, dice: "Me encantas. Me gustaría quedar contigo. Si quieres saber quién soy, ven mañana al jardín de rosales cuando terminen las clases de tarde. Atentamente... ¿?". Wow, menuda nota. ¿Vas a ir?

· -¡Por supuesto que sí! ¡Estoy intrigadísima! ¿Quién será? Espero que Josh.

· -Seguro que es él, aunque no le veo declarándose así.

· -Ya, es raro... Si los demás preguntan, ¿les podrías decir que he tenido que ir a hablar con algún profe o algo por el estilo? No quiero que cotilleen. –le pidió.

· -Hecho, no te preocupes.

· -¡Gracias! ¡Tengo tantas ganas de que se mañana! –chillaba emocionada.

· -Respira un poco, parece que te va a dar algo. Tienes que estar relajada y aguantar viva hasta mañana a las cinco. Si te desmayas de la emoción, te vas a quedar sin cita.

· -¡Toda la razón! ¡Pero es que quiero saber quién es ya!

· -¡Relájate!

Mientras tanto, los chicos hablaban del tema, sentados en el patio interior, mirando la gente que pasaba delante de ellos. Josh estaba extremadamente sensible:

· -Estoy nervioso. Pero es que llevo tanto tiempo enamorado de ella, quiero declararme ya.

· -Ánimo, nuestro skater favorito, seguro que triunfas.-le animó Sam.

· -Tengo muchas ganas de que sea mañana. –dijo el chico.

· -Relájate y disfruta tus últimas horas de soltería.-dijo Erick.

· -¿Creéis que me aceptará?

· -Eso seguro. Está coladita por ti, tonto. No te preocupes por nada. –dijo Sam.

· -El amor es así. No hables demasiado, irlandés cotilla.

· -Yo no soy cotilla.

· -Un poco, sí.

· -Bueno, sí, lo soy. A mucha honra.-los chicos rieron.-¿Y quién es esa que nos mira todo el rato? –los chicos miraron a la morena que los observaba a cierta distancia.

· -Esa es Alejandra, la más "guapa" y popular del instituto. Es la más deseada por todos los chicos, es inalcanzable para alguien como nosotros. Aun así, es muy pija y superficial, se ha tirado a todo el equipo de baloncesto.

· -Oh, si viene hacia nosotros.

La chica quería ver quién era ese rubio que había venido nuevo. ¿Sería amigo de la estúpida con la que se cruzó el otro día? Se acercó a ellos y salió de dudas:

-Hola, chicos guapos. ¿Quién es ese rubio?

-Soy Sam.

-¿Así que eres nuevo? Soy Alejandra.

-Hola.

-Tío, qué soso eres. Me miras como si fuera un bicho raro.

-No es verdad.

-Arg, eres tan tonto como la otra nueva con la que me topé el otro día. Esa Katie. Menuda tonta haciéndose amiga de la loca de Bárbara...

-Eh, no te metas con Katie. –saltó Sam con rabia. Los chicos miraban la situación sin decir nada.

-Vaya, vaya, siento haber hablado de tu noviecita. ¿Vas a pegarme?

-No. No pienso rebajarme a tu nivel. Como decía Mark Twain, "Nunca compitas con un tonto, hará que te rebajes a su nivel y ahí te ganará por experiencia". –la chica lo miró, enfadada.

-Eres un idiota. Yo que vine a ser amable y me vienes con esas. Anda ya, vete con ese otro bicho raro de Katie. Se nota que sois novios por lo raros y tontos que sois.

-Te he dicho que no te metas con ella. Y de amable no has sido nada.

Ella sonrió y se fue. Los chicos miraron a Sam alucinados. ¿Le había plantado cara a Alejandra? Le había dicho tonta en su cara, la había dejado por los suelos. Su nuevo amigo era todo un valiente.

Antes de irse a dormir, Sam y Katie se encontraron en una máquina expendedora.

-Mira quién hay ahí. Cuanto tiempo, rubio.

-Igualmente digo. Estamos tan pegados a nuestros nuevos amigos que apenas hemos tenido tiempo para nosotros. ¿Cómo estás? ¿Te adaptas bien? ¿Te trata bien mi prima?

-Oh, tu prima es mi mejor amiga aquí. Me adapto siempre muy rápidamente a los sitios nuevos, pero la verdad es que te he echado de menos.

-Lo siento. Yo también te he echado de menos. –se dieron un abrazo.

-A partir de ahora vamos a vernos más, ¿eh? Al fin y al cabo, eres mi héroe. Y el de los pequeños, quienes, por cierto, se llevan muy bien.

-Qué va. –negó él, muerto de vergüenza. –Sabes que lo volvería a hacer por tal de que estuvieras bien. Y no dejaría morir a unos niños.

-Por eso eres un héroe. –le sonrió ella. –Vamos a dormir. Siéntate conmigo en clase mañana.

-Vale. Lo que sea antes de perder nuestra amistad.

-Exacto. Buenas noches, mi héroe. –se despidió ella abrazándolo otra vez.




Un Incendio Nos UnióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora