Capítulo 16

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Me acerco a la ventana y la abro. — ¿De dónde sacaste la escalera? — le pregunto y se encoge de hombros.

  — Estaba en tu patio, solo la moví. — frunzo el ceño confundida, no recuerdo que tengamos una escalera. — ¿Puedo pasar? — me cruzo de brazos.

  — No. — digo con total indiferencia. — Tenemos una puerta y mis padres ya están enterados de que te quedarás. — cierro la ventana y volteo a mirar a Mia. — ¿En dónde se había metido tu primo?

  — Sé que es mi primo y que vivimos juntos, pero eso no significa que sepa en dónde está en todo momento.

  — Vale, sé que Dylan no es tu niñera, — digo mientras me coloco una chaqueta para bajar a abrirle la puerta. — pero claramente tus padres te dejaron bajo su cuidado y lo primero que hace es dejarte totalmente sola en casa. — salgo de mi habitación con ella tras de mí.

  — Ya lo dijiste, no es mi niñera. — volteo a mirarla. — No tenía porqué estar bajo su cuidado.

  — Lo sé, pero si yo fuera él, no dejaría a mi prima sola para irme a beber con unos amigos a sabiendas de que hay un psicópata acosando de ella. — Sigo con mi camino y bajo las escaleras dispuesta a abrirle la puerta a Dylan, aunque en el fondo estoy muy enojada con él. — Pasa. — ruedo los ojos tras sentir el evidente olor a alcohol. Mi madre no se puede enterar de que ha bebido o no lo dejará quedarse. — Ve a darte una ducha. — le susurro, mientras lo empujo hacia las escaleras.

  — Ayúdame. — me mira sobre su hombro y noto su sonrisa.

  — Estás lo suficientemente cuerdo como para ir al baño y darte una ducha por ti mismo. — me cruzo de brazos.

  — ¿En serio? — veo como actúa estar ebrio balanceándose de un lado a otro, soy consciente de que tiene un buen aguante cuando se trata de beber, él no es fácil de emborrachar. — Mille... Ayuda... Por favor. — dramatiza cayendo sobre el suelo y suspiro.

  — Está bien. — sonríe y se pone de pie en un segundo, sin pensarlo mucho impacto la palma de mi mano sobre su mejilla tan fuerte que hasta mí me dolió. — Con eso se te quita lo ebrio. — Paso por su lado con sonrisa triunfante al verlo frotando su mejilla. — Ya sabes en dónde está la habitación de invitados y el baño. — Subo dos escalones y lo miro sobre mi hombro. — No quiero que mi madre se entere que estás ebrio... O mejor sí, así te regresas a casa y no tengo que verte por aquí el resto de días.

  — Camille... — Vuelvo a subir ignorando de él e ingreso a mi habitación, veo a Mia sentada sobre mi cama con la mirada perdida en algún punto y me siento junto a ella.

  — Lo siento, no quise recordarte ese mal momento. — niega con la cabeza y le quita importancia. — Como método para disculparme, ¿te parece si nos pintamos las uñas? — sonríe y asiente. Voy en búsqueda de mis esmaltes, pero me detengo a medio camino cuando volvemos a escuchar que tocan la ventana. Miro a Mia y ella se levanta de la cama nerviosa.

Dylan ya está aquí, ¿quién puede venir a esta hora?

  — ¿Hola? — pregunto y veo a Mia tomar unas tijeras como arma para defenderse. — ¿Quién es?

  — Camille... — Reconozco esa débil voz y rápidamente me acerco a subir las persianas. — Hola... — dice apoyado sobre el vidrio de la ventana.

  — ¿Qué haces aquí a estas horas? — pregunto y abro la ventana, él con la fuerza que le queda, se adentra a mi habitación y lo ayudó al ver que no se puede sostener por sí solo.

Ian se lanza sobre mi cama y suspiro, ¿cuánto bebió? En primer lugar, ¿por qué bebió?

  — Será mejor que los dejé a solas. — me dice Mia y la miro. — Compartiré habitación con Dylan, puedo mandarlo a dormir al piso. — sonrío y asiento. — Espero que tengas buena noche... O bueno, madrugada. — dice mirando con algo de desprecio a Ian y luego me mira con una sonrisa.

¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora