Lo que nunca te dije. {Stiles Stilinski}

|Narrado|

—¡Si, si que me atrevo! ¡Me besaste, Stiles! Me besaste después de que me dijeras que no querías nada conmigo.—me contraataca, pero sin levantarse del sofá, pero me mira fijamente, y no se que es peor.

—¿Tu no me has dado esperanzas falsas? —le pregunto y rodeo la mesa, y me coloco detrás del sofá, intentado recordar donde he dejado mi abrigo. Quiero irme.

Lydia se levanta del sofá, adivinando mis intenciones, y se dirige a donde estoy. Se coloca detrás de mi, y me habla:

—Dime cuando.

—¿Tienes tiempo?—le digo y me río amargamente. Consigo divisar mi ropa en el sillón e intento ir a por ella, pero noto unos fríos dedos en mi muñeca. Me giro y aparto la mano. La miro y ella me imita. Tienes los brazos cruzados. 

Me doy cuenta de que llevaba mucho tiempo sin ver a la Lydia enfadada, a la luchadora, y debo reconocer que la hechaba de menos.

—Si, lo tengo. 

—Pues así, por ejemplo: cuando me besaste cuando estaba teniendo un ataque de pánico.

A ella le cambia la expresión, pero no se corta:

—Lo hice por tu salud.

—No lo creo.

—Ese no es buen ejemplo... estabas mal... y...

—Oh, si, claro, excusate. Ahí sabias perfectamente que estaba enamorado de ti, y no te importo, nunca te ha importado.—le acuso y hago una mueca de decepción.

—¡Pues claro que me ha importado! Siempre... siempre lo ha hecho. —empieza diciendo y abre la boca otra vez para decir algo, pero se calla unos segundos.—Tu no lo entiendes.

—¡Pues explícamelo!

—Stiles, yo no sé amar a alguien. Nunca he sabido lo que es sentir eso por alguien. Pensé que si lo sentía con Jackson, pero llegaste tu. —me dice, rendida, casi en un susurro. Algo se ablanda dentro de mi.—Contigo sentía que podía ser yo misma, en cambio con Jackson tenia que fingir que no importaba nada, que era una niñata. Pero contigo no Stiles. Contigo podía llorar, reír, hacer bromas, opinar, sin ser juzgada. Y siento no haberte conocido antes, porque puede que las cosas hubieran sido diferentes.

—¿No quisiste a Jackson?—le pregunto, atónito.

—Claro que lo hice, pero no sanamente. Sabia que lo sentía por el no era correspondido, no en cierta manera. —se acerca un paso a mi y me mira fijamente a los ojos.—Stiles, no sabía lo que sentía por ti. Pensé que era amistad, que solo eramos muy buenos amigos, pero me equivoqué. Y si, te besé, porque quería hacerlo desde hace mucho tiempo, y ahí se confirmó que... que te quería.—me confiesa y frunce sus labios.

—Lydia...—empiezo diciendo, pero no se que decir. Estoy intentando no sonreír.

—Pero luego llegó Malia y supongo que tuve que olvidarte. Y no lo hice, ni lo he hecho. Siento todo el daño que te he hecho durante estos años, no te he valorado lo suficiente y me arrepiento de ello. Y entiendo si no quieres darme una oportunidad, pero solo quería que lo supieras.—finaliza y suspira. 

No puedo ocultar mas mi sonrisa. He esperado muchos años para oír estas palabras salir de la boca de Lydia, y por fin ha llegado el día, y debo admitir que no pensé que me sentiría tan bien.

—Anda, ven.—le digo, y la atraigo a mi, y la abrazo. Se agarra a mi con fuerza y huelo su pelo, y juro que es uno de los mejores aromas que he olido.

Me separo de ella y la miro, aun sonriendo, y ella aparta la mirada, tímida.

—No sabes cuanto he esperado para oírte decir eso.—le confieso y le coloco un mechón de pelo detrás de su oreja. Ella ríe débilmente.

—Bueno, Stiles Stilinsk, ¿le gustaría salir conmigo?—me pregunta Lydia sonriendo tiernamente, y juro que es lo mas bonito que he visto en mi vida.

—Te advierto que no hay devoluciones.—bromeo y ella se ríe.

—No las habrá.

Asiento y la beso. La beso como siempre he querido hacerlo, y me doy cuenta de que Lydia es la mejor y peor cosa que podré tener. Ella me puede destruir y arreglar, ella es mi veneno y mi medicina, y supongo que a eso lo llaman amor verdadero.

Hey!

Pronto llega el final... ¿preparados?

MrsJace.