─¿Se podría saber que haces en mi habitación y como entraste? ─. La verdad es que me siento solo, pero eso no quita el hecho que de alguna manera haya entrado a mi habitación. Nunca me había sentido tan solo. A pesar de que el temor abarca todo mi cuerpo, quiero saber porqué está aquí.

─Básicamente, cuando te vi me pareciste muy interesante, por ende, investigué cual era tu habitación para venir a hablarte... y puedes ver que logré eso. ¿Y como entré te preguntarás? Pues verás, aquí yo consigo lo que quiero. Si quiero más comida, me la dan. Si pido un nuevo libro para la biblioteca porque ya leí todos, me lo traen. Y así mismo, si deseo la llave para entrar aquí, me la dan, porque a todos les gusta consentirme a cambio de pequeños favores de mi parte. ¡Pero no pienses mal! No esa clase de favores que estás pensando, sé hacerme respetar... mayormente ─. Su sonrisa, su risa, no eran de una persona cuerda, pero me encantaba su sarcasmo ─. Lo malo de todo esto, Jeremiah... es que nadie puede saber que estuve aquí, porque no solo yo me metería en problemas, si no la persona que me consiguió las llaves también lo estaría... y no creo que quieras que yo me meta en problemas, ¿o sí querido? ─. Se vuelve a reír. Esta chica definitivamente no está cuerda y me aterra y encanta al mismo tiempo, mi cuerpo está lleno de adrenalina por un lado, pero al mismo tiempo, tengo ganas de apretar el botón.

Mi respuesta se resume a una negación con la cabeza instintivamente. Quiero responderle, pero las palabras no salen de mi boca... ¿cómo respondo a eso?

─¡Muy bien! Que tierno y obediente eres, me encanta cuando saben entender a la primera sin quejarse. ¡Me he dado cuenta que soy demasiado maleducada! Ni me he presentado y ya estoy sentada en tu cama ─. Me perdí tanto en su voz, en sus movimientos, en sus palabras, que no me percaté que estaba sentada al frente mío. Aparte de estar todavía un poco aterrado, me molesta que se ría por todo. Tiene una risa hermosa, eso no lo niego, pero siento que solo se burla de mí y mi situación. Pero aún así, ella está en la misma que yo ─. ¡Perdón! Estoy pareciendo más loca de lo que estoy... y la verdad es que, soy una de las personas más cuerdas aquí ─. Creo que eso está abierto a discusión, pero prefiero no contradecirlo ─. Me llamo Holly, y por lo que escuché, tu eres Jeremiah, el chico nuevo. Lindo escándalo el que hiciste hoy, ¿no fue un buen primer día? En fin, me gusta tu nombre. Hablame de ti, no te ves como un chico que deba pertenecer aquí, ¿cómo llegaste aquí?

Pregunta difícil. Ni yo sé eso. Los nervios invaden cada pedazo de mi cuerpo. No sé si es su actitud dominante, o sus ojos marrones que resaltan con la luz de la luna. Tal vez es el hecho que no sé como explicar porqué estoy aquí... porque no tengo ni la más mínima idea. Siento el aire desaparecer de mis pulmones, me siento sofocado.

─Pues, ya sabes mi nombre. ¿Por qué estoy aquí? Me gustaría saber eso. Según la doctora, tuve sobredosis de una droga sintética denominada como "Molly", o éxtasis si quieres ser más conciso. Fui internado... ¿ayer? No tengo ni la más mínima idea del tiempo que ha transcurrido para serte honesto. Como todavía no cumplo 21, no puedo hacer nada para salir de aquí, todos siguen las órdenes de mi padre ─. Eso no salió tan desastrozo como pensé, creo que resume mi situación. Me sonríe, no hay ninguna risa ahora. Se recuesta en la esquina de mi cama mientras juega con su pelo.

─Pues, es una historia bastante interesante. Mirale el lado bueno, tenemos algo en común los dos. Llegué hace 5 meses de una manera similar a la tuya, en mi caso... heroína. No me dejan ir todavía porque dicen que sigo siendo muy susceptible a volver a caer en lo mismo. ¿Te digo un secreto? Nunca la dejé, ni aquí. Pero no le puedes contar eso a nadie. La necesito para estar tranquila, si no, estaría hecha un desastre ahorita mismo ─. Me ha estado mirando fijamente a los ojos por un buen rato. Pero ya no más, ahora mira el techo, como si hubiese algo interesante ahí.

—¿Qué observas? .— Le pregunto

─¡Nada! Solo estoy pensando y haciendo conexiones,

─¿Conexiones? ─. No entiendo a dónde va con esto. Me cambia radicalmente de tema.

─¡Sí! Conexiones Jeremiah. Es que me parece más que una coincidencia que la droga que tu consumiste se llame Molly y yo me llame Holly. Usualmente, mi nombre se asocia con algo sagrado, ya que mi mamá me llamó así por la palabra "Holy". Ella era una mujer muy religiosa. En fin, si Holly es algo como sagrado... ¿yo vendría a ser tu salvación? Sí, eso es. ¡Soy tu salvación! ─. Se vuelve a reír, mucho más fuerte esta vez. Me mira directamente a los ojos con una gran sonrisa que abarca todo su rostro.

─Tal vez podrías serlo. En ese caso, si tu eres mi salvación, ¿me podrías ayudar a escapar de aquí? Tu llevas más tiempo que yo aquí, ayúdame a salvarme Holly ─. Le sonrío. Es la primera vez que una sonrisa se ha formado en mi rostro desde que llegué. Nada me cuesta intentar sacarle un poco de información.

─Me encantaría poder ayudarte Jeremiah, pero creo que todo viene a su tiempo. Primero tienes algunas cosas que aprender, que te enseñaré poco a poco... Hoy ya no hay tiempo, el sol ya comenzó a salir y no puedo arriesgarme a ser descubierta ─. La veo tener su mirada fija a través de la ventana y volteo para mirarla también. No me había percatado que ya estaba amaneciendo. Me había perdido tanto en la conversación, en sus ojos, su sonrisa... su risa, su locura... me había perdido tanto en ella que no me he dado cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo. Pero, ¿ha pasado más de media hora desde que Holly entró a mi habitación? Estoy seguro de que fue menos que eso.

—¿Tienes que irte? —. Le preguntó, a pesar de ya poder inferir su respuesta.

─Pues sí, no me puedo quedar aquí para siempre Jeremiah. Vendré otro día a visitarte, o tal vez te vea más tarde en la sala común, siempre me encuentro ahí leyendo. En fin, ya nos veremos después supongo... ─. La veo levantarse de mi cama y acercarse a la puerta. Lentamente agarra la manija y abre la puerta para salir ─. ¡Cierto! Una cosa más, no escondas tus pastillas en tu cajón, ví que estaba abierto y a simple vista de todos. Escondelas en tu almohada, dentro del algodón, ahí nadie las va a buscar. Tomate un poco de tu agua, es lo único que no contiene medicinas aquí aparte de tu almuerzo. Dile a la doctora que has decidido aceptar que estás enfermo y necesitas ayuda. Después de eso, yo te ayudaré a salir de aquí te lo prometo.

Y con esas palabras, desaparece de la habitación.

¿Qué acaba de pasar? Tantas preguntas rondan por mi cabeza y no logro asimilar nada de lo que está pasando. Definitivamente está loca, eso no lo dudo, pero asumo que es mi única manera de salir de aquí, hasta que consiga un mejor plan. Ella ha estado aquí cinco meses, debe tener más en claro la situación que yo. Sus ojos marrones, tienen algo, esconden tanto misterioso detrás de ellos que me incitan a acercarme a ella. Es un hecho que está loca, pero igualmente quiero acercarme a ella, estudiarla, conocerla... ¿Siento alguna atracción por ella? Definitivamente, pero no como para enamorarme de ella y menos en el lugar donde nos encontramos. Decido esconder las pastillas como ella me recomendó y apreto el botón. Si ella ha sobrevivido sin tomar ningún medicamento al parecer, solo escondiendo las pastillas, yo también puedo hacerlo. Todo esto es momentáneo, ya encontraré la solución más adelante, pero por ahora, habrá que esperar.

Holly. #JusticeAwards2017 #WOWAwards2k17 #ConstellationAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora