Sylvie

43 9 17
                                    

- No he dormido nada –digo entre un bostezo.

- Yo menos –me interrumpe Neal.

Le enseño el dedo y lo miro, divertida.

- Llevas durmiendo toda la noche –intento parecer enfadada-. Pensé que no ibas a despertar.

- Tengo hambre –es lo único que dice, y me río.

Me da la mano y bajamos a la cocina. Aeryn ya está ahí, y nos mira preocupada. Espero que no sea una mala noticia, no de nuevo.

- Mark no está –dice-. Debería estar en ese sofá y no está.

El miedo me invade y no sé qué hacer a continuación. Lo primero que pienso es que Will ha vuelto, que se lo ha llevado. Arrastro a Neal a un lado y lo miro fijamente.

- ¿Se lo ha llevado otra vez? –exclamo, preocupada-. Esta vez no va a volver, Neal, lo he perdido. Tenía que haberme quedado con él. Sabía que tenía que haber...

- Roger lo hizo-. Me corta Neal.

- ¿Roger? –continúo-. ¿Y dónde está? ¿Dónde está Mark? ¿También es Roger un traidor?

- Tengo una ligera sospecha, sígueme.

Hago lo que me dice y camino alarmada por el pasillo. Una vez que estamos frente a la habitación de Mark, Neal abre lentamente la puerta y solo veo oscuridad, pero distingo a Mark abrazado a Roger. Ambos duermen.

- Lo sabía –exclama Neal, victorioso-. Sabía que hay algo entre ellos.

Yo solo puedo suspirar de alivio porque Mark esté bien y sonreír. Neal me mira con una mueca juguetona.

- Ni se te ocurra –digo enfadada-. Déjalos dormir.

- Tengo que hacerlo, Syl. Entiéndeme. Estoy harto de que Roger vaya por ahí de hetero. Es de lo más frustrante.

- A mí me lo parecía –le contesto a Neal.- Y Mark... nunca me comentó nada.

- Porque no lo dejaste.

A continuación, Neal entra en la habitación de Mark y abre las cortinas de golpe. Por un momento estoy a punto de sacarlo de allí, pero dejo que siga solo porque ya es casi medio día.

- ¡Hermanito! –exclama Neal, que no para de reír.

Entro a la habitación, riendo, y veo como Roger comienza a abrir los ojos.

- ¿Neal? –murmura, aún dormido. Unos segundos más tarde abre los ojos de par en par y mira a Neal, que lo observa. Lo primero que hace al darse cuenta de la situación es alejarse de Mark, aunque sin levantarse de la cama.

- Tío –dice Neal-. No intentes disimular ahora, a saber lo que ha pasado aquí.

Le doy un codazo a Neal y este sonríe, mientras que Roger parece horrorizado. Luego Mark abre los ojos.

- ¿Roger? –es lo único que dice.

Acaba de despertarse y se fija en Neal y en mí.

- Vaya –suelta-. Qué momento tan incómodo.

- ¡Mark! –grito con alegría y me lanzo hacia él sin dudarlo-. Dios, lo siento. Lo siento mucho, todo. Siento no haberte escuchado y dejarte en manos de Will. Siento haber sido como fui. Lo siento tanto.

- Me haces daño, Syl –responde Mark con una mueca de dolor, intentando sonreír. Me aparto de él y nos miramos a los ojos-. No seas dramática, yo también me comporté bastante mal. No tanto como tú, pero algo es algo-. Hace una pausa y se dirige a Neal-. Gracias por pedir que me mataran a mi en lugar de a Sylvie, pero si no paras de despertarme, vas a acabar con la vida amorosa de tu hermano.

- La vida amorosa de Roger era algo inexistente hasta ahora –se ríe Neal.

- ¿Qué está pasando? ¿A qué se debe este jaleo? –pregunta una voz conocida a mis espaldas y Aeryn entra a la habitación.

Me fijo en la situación y me doy cuenta de que es algo digno de ver. Mark está tendido en la cama boca arriba, con las mantas hasta el cuello, Roger está sentado a su lado, sosteniendo una de las manos de Mark con la suya y Neal y yo estamos mirándolos con diversión.

Aeryn estudia la situación en apenas unos segundos, por lo que nadie tiene tiempo a reaccionar.

- ¿¡Roger!? –exclama con enfado-. ¿Qué se supone que estás haciendo?

Roger mira a su madre y luego a Mark. Parece indeciso.

- Mierda –murmura. Vuelve a mirar a Mark, que le hace un gesto de afirmación-. Madre –dice Roger entonces y se sonroja-. Mark y yo... Bueno, madre, ya lo has notado.

Aeryn mira a Roger con desaprobación. Me preocupa lo que diga a continuación, tanto por Roger como por Mark.

- Primero me entero de que tu padre es un traidor –dice con ira –y ahora de esto. Deberías aprender a ser como tu hermano de una vez por todas.

Aeryn se da la vuelta y sale de la habitación. Roger se queda sin palabras, parece anonadado. Neal y yo lo miramos con pena.

- Lo siento –le dice Mark.

Roger se levanta y se acerca a la puerta.

- Voy contigo- le dice Neal, y ambos corren hacia Aeryn para hablar con ella.

Me quedo sola con Mark, y nos miramos unos segundos.

- Pobre Roger –me dice-. Fui yo quien le pedí que se quedase conmigo. Debería acompañarlo a hablar con su madre.

- Eso solo la enfurecerá más –suspiro-. Deja que pase el tiempo, Mark. Acabará entendiéndolo.

Mark asiente y le cojo la mano. Me da la impresión de que todo vuelve a ser como antes, aunque algo diferente. Lo único que necesito es tener a Mark a mi lado.

- ¿Me vas a explicar todo lo que ha pasado por esa cabeza en el último mes y medio?

Mark me mira y asiente. Se prepara para hablar.

- Sabes que la razón por la que estoy aquí es que sé que me necesitas –asiento.- Cuando llegué aquí estaba muy enamorado de ti, Sylvie. Siempre estuve muy enamorado de ti, tanto que no me interesaba conocer a ninguna otra persona. Y después conocí a Roger –intenta explicar-. Todo cambió tan rápido... Me di cuenta de que lo que sentía por ti no era amor de verdad, no comparándolo con lo que sentí por Roger-. Hace una pausa y se ríe-. Oh, Syl... Estoy hablando como un cursi.

Sonrío y lo abrazo, un brazo lleno de sentimientos en el que por fin volvemos a ser mejores amigos y en el que entiende que lo apoyo en lo que haga falta.

Delirio azulWhere stories live. Discover now