-Si es tan bueno que hace aquí?-Le dije a Thomas que se había sentado a mi lado frente a la fogata, lo tomé del brazo para que me pasará un poco de su calor corporal, tal vez no tenía la mejor relación de amor con mi hermano, pero nos soportábamos lo suficiente y cuando alguno necesitaba algo el otro no se lo negaba pero claro siempre había algo a cambio, los Hale jamás damos nada gratis
-Ni idea, pero creo que pronto nos enteraremos-Dijo mi hermano moviéndose para poder fijar los ojos en Rubí
-Bueno Christian, cuéntanos por qué estás aquí-Soltó Rubí, nuestra adorada líder, el pobre chico parecía un gatito indefenso, no sé si alguien más se había dado cuenta pero temblaba de una manera muy chistosa aún no estaba segura si era por el frío o los nervios, cuando estuvo de pie se quedó mirando la fogata sin decir nada, llevaba como un minuto así y ya me estaba exasperando
-Te han comido la lengua los ratones?-Grite cortando el silencio, todos rieron mientras mi hermano me golpeaba con el brazo al que estaba colgada y Rubí trataba de asesinarme con sus ojos, sonreí satisfactoriamente por fastidiarle la vida a esa zorra, pero luego mis ojos pasaron a los de Christian y en ese instante sentí como mi corazón se detuvo por una milésima de segundo, esos jodidos ojos grises se veían aún más deseosos a la luz de la luna
-Me he peleado con un chico en la escuela-Soltó sin dejar de mirarme, sus ojos parecieron aclararse y su retina desaparecer, los escalofríos recorrieron mi cuerpo y tuve que bajar la mirada a la fogata-Me han expulsado por ello-Fue lo último que dijo para después sentarse, levante mi mirada para buscarle y no entendía por qué sus ojos no dejaban de estar atentos a mis movimientos
-Que me ves estúpido?-Le solté por fin, Thomas tomo mi mano y no me di cuenta hasta que tiro de mí que me había puesto de pie, Christian pareció sonreír y luego miro a Thomas y bajo sus ojos grises al piso, que le pasaba a este hijo de puta, nadie tenía derecho a mirarme así, nadie que tuviera cinco dedos de frente
-Creo que la señorita Hate tiene muchas ganas de hablar-Fije mi mirada en Rubí, y ella pareció asustarse mucho, sonreí al lograr eso
-Claro, por qué no?-Me puse de pie y Tommy me miro advirtiéndome que no fuera a decir alguna estupidez, luego fije mis ojos a Christian quería dejarle claro con quien se estaba metiendo si seguía mirándome de esa forma-Rubí insisto querida, esta mierdera de campamento no sirve para nada-Y antes de que ella pudiera decir algo proseguí- Adivina a cuantos tios me lleve a la cama este año, creo que fueron más en número que lo que tú sabes contar-Reí al ver como sus cachetes se ponían rojos de la rabia-Pero lo mejor fueron las peleas con los de mala clase, hubieras visto sus ojos morados y sus narices rotas-Esta vez pude sentir una satisfacción al ver la cara de asombro de Christian, una pelea de colegio? Por dios eso ya no era nivel para mí-Oh y como olvidar la plata que le saque a tu hermanita por unos porros-Finalicé con una sonrisa burlona hacía Rubí
La salvaje casi salto sobre la fogata para abalanzarse sobre mí pero antes de que me tocara Thomas se puse en medio y la cogió de los brazos-Te vas arrepentir-Me dijo Rubí con sus ojos llenos de ira, me aleje un poco pues sus uñas de arpía estaban intentando alcanzarme, mire alrededor y vi que ninguno en el campamento se sorprendía, no me extrañaba todos los años eran casi lo mismo, pero lo que nunca voy a superar era la cara de Christian, era épica, en ese instante quise tomarle una foto
Sabía que nunca conocerían a un tia tan jodida como yo, mire a Thomas quien me fulmino con la mirada mientras trataba de tranquilizar a Rubí, la tenía en vuelta en sus brazos, creo que mi hermanito me debe una, le sonreí y empecé a caminar hacía mi carpa, esto apenas es el principio de tu sufrimiento Rubí, pensé mientras sonreía.
