-¡Pero no podemos! ¡Louis es mayor de edad!
Harry se levantó de la silla donde estaba sentado, golpeando la mesa, frustrado. Zayn sabía que reaccionaría así, era predecible, puesto que tanto él como Harry aún tenían 17 y Louis ya había cumplido los 19 e iba para los veinte.
-Lo sé, Harry. Tranquilízate. –Ordenó el Malik, logrando hacer que Hazza se sentara de nuevo, y se quedaron callados, esperando que los demás clientes y el dueño dejaran de mirarlos extrañados. –No los estoy obligando a ayudarme, solo se los quería contar.
-Ya lo sé, y puedes contar conmigo, Zayn. –Seguía Harry. –Yo entiendo que es la única manera, de hecho, ya se me había ocurrido, pero no dejaré que le pase nada a Louis.
-Bien, no hay problema, podemos ir solo nosotros dos y decirle a Josh que Louis se enfermó o algo.
-¿Puedo hablar?
-No.
El ojiverde miró con el ceño fruncido al Tomlinson. Este le devolvió la mirada, observándolo tiernamente. Los ojos de Harry se estaban empezando a llenar de lágrimas, no quería. ¡No quería!
-Hazza…
-¡Cállate! ¡Sé lo que dirás! ¡Y eres un estúpido, Louis!
Harry se levantó y salió del local, dejándolos a Louis y a Zayn solos. Ambos soltaron un suspiro, mientras Louis tomaba un sorbo de la cerveza que había pedido minutos antes.
-Te quiere mucho. –Susurró Zayn.
-Y yo a él. –Rió Louis. –Aunque sea un tonto cabeza hueca.
-Quizás tiene razón, no deberías hacerlo.
-Lo siento, pero no me parece justo, y creo demasiado en la justicia, Malik. –Tomó otro sorbo. –Solo dinos el día y ahí estaremos.
-¿Hablarás con él?
-No te preocupes, Haz es algo caprichoso, pero sé que lo entiende.
-Gracias. –Murmuró Zayn. –Muchas gracias Lou.
-Ya te pusiste gay, mejor solo cómprame una cerveza mientras voy a buscar a Harry. –Rió, se levantó de su lugar, despeinando un poco a Zayn y después, salió a buscar al pequeño Styles.
*
-¡No quiero! –Gritaba, pateando las latas de cerveza que habían fuera del local, caminaba de un lugar al otro, buscando calmar aquel dolor de cabeza que tenía.
-Auch, a esa lata le dolió feo. –Bromeó Louis, logrando hacer que Harry solo suspirara.
-No quiero hablar contigo ahora, tampoco. –
El Styles se sentó en la vereda, justo al borde de la pista, abrazó sus piernas y oculto su rostro, apoyándolo en sus rodillas, después, empezó a llorar. Porque aunque no lo deseara, sabía que era lo correcto, conocía muy bien la estupidez de Louis, y su honradez también.
-Yo si quiero que hablemos. –Dijo el Tomlinson, sentándose a su lado.
Veía todo el cuerpo de Harry temblar, mientras escuchaba como este lloraba, intentando hacerlo en silencio. Se acercó más, acariciándole los rulos con cariño. Ese chico, era la mejor persona que había conocido.
-¿Me irás a visitar?
-¡Cállate! –Gritó Harry, mirándolo por fin, mostrándole todas sus mejillas llenas de lágrimas, totalmente húmedas. -¡No lo aceptaré! ¡Si te vas! ¡Me voy contigo y ya!
-Sabes que no podemos. Anne jamás me lo perdonaría.
-¡No me importa! ¡No te pueden alejar de mi, Louis!
-Sé que ahora solo habla tu egoísmo. Sabes que es lo correcto.
-¡Pero quiero ser egoísta!
Sin más que decir, Haz se lanzó sobre su amigo, apoyándose en su pecho, Louis lo recibió con un abrazo protector, dejando que Harry mojara toda su playera, no importaba. Lo mejor era llorar, porque lo que vendría, sería demasiado para todos.
-Eres lo mejor que tengo, Harry. ¿Alguna vez te lo dije?
Seguía escuchando al pequeño llorar, y sin quererlo, él también empezó a hacerlo. Quién lo diría, extrañaría a aquel estúpido niño del que se hizo amigo de una manera extraña, y ahora, era lo más importante para él.
