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Llegó a su casa demasiado cansado, toda esa charla con Liam, por alguna extraña razón, lo tenía sumamente confuso, por no decir alterado.



Ya el castaño le había explicado todo, es decir, Nina no estaba ahí porque quisiera, su madre le hacía eso una vez cada unos cuantos meses, solo saldrían, luego tendría que decirle a su madre que no era la indicada y fin.



Pero a pesar de la sencillez con la que lo pintaba Liam, no era así. Había algo más detrás de todo eso, algo más. Y la peor parte era no poder reconocer qué es ese “Algo más”.



Quizás, deseaba que su mejor amigo fuera feliz. Sí, era lo más obvio y por ello estaba tan confuso. No le gustaba la negativa de Liam diciendo que, sin siquiera haber salido con ella, no se enamoraría. Quien sabe y esa tal Nina era diferente a las demás.



Y si era esa la razón de su confusión, solo había una cosa que hacer, ¿Cierto?





*





Caminaba tranquilamente por las calles, junto a Nina. Ninguno decía nada, bueno, así siempre empezaban. Ambos estaban buscando que decir, pero en muchos de sus intentos, con el solo pensar “No, eso no servirá” ya era un intento perdido.



Volver a hablar de Zayn sería muy tonto, porque ya Liam se la había pasado hablando de él todo el día anterior. Era muy probable de que incluso Nina pudiera hacerse una descripción grafica del Malik no tan alejada de la realidad. Ya que incluso Liam comprendía, que se había pasado un poco con la explicación.



Mientras que hablar de los amigos de Nina sería bueno, claro, pero quizás podía ponerla nostálgica y lo que menos deseaba era entristecerla, no, eso tampoco.



Y así, muchas de sus ideas morían, no sabía casi nada de ella, y empezar a preguntar le resultaba absolutamente raro, para él, era como acosarla, no ayudaba mucho.



Su celular vibro dentro de su bolsillo. Recordaba haberlo cambiado de normal a vibrador para no incomodarlos mientras hablaban. ¿Quién podría ser? Lo más probable era que no fueran ni su padre ni su madre, ella, seguro estaba más que pendiente de que nadie los molestara, así que, solo quedaba una persona.



Técnicamente, no estaba “hablando” en todo en sentido de la palabra. Así que, pidiéndole perdón a la ojimiel, sacó el aparato y leyó el mensaje.



“¿Por qué rendirse tan fácil?

¿Recuerdas ese día que hablamos sobre la chica indicada?

Si eres negativo, jamás llegará.

Suerte.”



Sonrió un poco al leer el texto, quizás Zayn tenía razón, quizás Nina podía llegar a ser esa chica pero… algo no le sabía bien.



Sin embargo…



-Nina ¿Y qué tipo de música te gusta? –Preguntó, guardando el celular.





*





No sabía si Liam había leído el mensaje o no, pero tarde o temprano, lo haría. Dejo su celular sobre su cómoda y se lanzó en su cama, ahora debía de estar tranquilo, había animado a su amigo a considerar salir con esa chica, eso era bueno ¿No?



Y entonces ¿Por qué? ¿Por qué esa maldita sensación de vacío que ahora se hacía más grande que antes? Quería creer que era sueño, cansancio, aburrimiento, hambre, o cualquier cosa rutinaria, pero engañarse no servía de nada, sabía que no era verdad, que había algo más.



Aún peor, recordó que para el día siguiente tendrían una salida, se supone que lo habían decidido desde el miércoles, pero, ¿Y si Liam le tomó la palabra? Lo más probable es que esa salida terminara cancelándose sola.





*





Pasaron una o dos horas, quizás tres, quién sabe. Sinceramente no tenía planes de levantarse a comprobar a qué hora había pensado “Mejor dormiré” y qué hora era actualmente. Aunque como ya está claro, no durmió nada.



Su celular empezó a sonar suavemente, soltó un largo suspiro de resignación, estirando lo más que podía su brazo para cogerlo sin hacer mucho esfuerzo.



Era un mensaje, de Liam.



“Gracias.”



Aunque fuera solo una palabra, solo siete letras y un punto final, algo cortante, o quizás por el simple hecho de escribir bien, de nuevo, todo lo que había estado intentando olvidar, regreso a su cabeza.



Ya era oficial, lo del viernes, se cancelaba.

No supo a qué hora se había dormido, pero ahí estaba, recién abriendo los parpados. Agarró de nuevo su celular, solo para mirar la hora “06:30” Y entraba a clases a las ocho.



Era raro que su madre no hubiera tocado su puerta ya, para despertarlo, normalmente, Zayn no abría los ojos con el despertador del celular, únicamente después de los miles de intentos de Trisha dándole golpes a su puerta, solo ahí empezaba a hacerlo.



-¡Zayn! –Escuchó.



Bien, ya luego venían los golpes a la puerta. Pero… él no tenía ánimos de ir a clases ese día. Además, ¡Se lo merecía! En todo ese mes y las dos o tres semanas ya pasadas, ni un solo día se había tomado el lujo de faltar, cuando en su escuela anterior, lo hacía casi diariamente.



Claro, todo gracias a Liam ¿No? Pero quién diría que ahora, lo de Liam, sería también la razón por la cual no deseaba ni levantarse de su cama. Soltó un largo suspiro y se acomodo mejor en las sabanas, ya lo había decidido, no iría a clases.



-¡Zayn Malik! ¡Ya me estoy cansando! –Seguía su madre.

-¡No iré a clases, mamá! Me siendo enfermo.

-¿En serio? Voy a entrar. –Dijo. Con notable preocupación.

-Mamá, solo estoy en bóxers.



Fue lo primero que se le vino a la cabeza, pero luego de escuchar una suave risita de parte de Trisha, comprendió que no le había creído nada.



-Yo te traje al mundo, Zayn. ¿Crees que eso va a detenerme?



Soltó un suspiro lleno de resignación y solo se quedo mirando como su madre entraba, si estaba en bóxers o no, no era importante, ya que tenía sus sabanas encima. Ella se acercó, tocándole la frente con cuidado, buscando tomarle la temperatura.



-Nunca has sido bueno mintiendo, Zayn. ¿Por qué no quieres ir a clases? –Preguntó, sentándose a su lado, en la cama.

-¿Es importante? Quiero decir, antes podía faltar cuando quisiera, ahora solo no quiero ir, mamá.

-Y yo quiero la razón, me la das y no vas. ¿Bien?



Ella le acariciaba el rostro con ternura, mientras el pelinegro se quedaba mirándola, jamás podría resistirse a ella, es decir, era y siempre sería su mejor amiga. Se levantó un poco, apoyándose en sus codos, solo para mirarla a los ojos.



-No sé, solo… no quiero ir.

-¿Paso algo con Liam? ¿Discutiste con él, o algo?



La pregunta de Trisha logró hacer que se estremeciera un poco, ella sonrío, eso había sido más obvio que mil y un palabras. Zayn no podía decirle que sentía raro solo por ver a Liam luego de saber que había tenido una cita el día anterior, es decir, ¡Era una tontería!



-No paso nada, solo, no quiero verlo hoy, mamá.



Sintió como su madre le despeinaba los cabellos y le daba un suave beso en la frente. Luego ella se levantó y se fue, no sin antes sonreírle. Bien, eso se podía tomar como un “Esta bien, no vas a clases hoy”





*





Escuchó el timbre de su casa sonar, Eran las 07:30, así que estaba seguro de saber quién era.



Se levantó de su cama suavemente, y camino de puntillas, intentando no hacer ruido. No podía con su curiosidad. Se paró antes de bajar la escalera, solo para escuchar lo que le decía su madre al castaño.



-Buenos días señora. ¿Zayn ya está listo? –Preguntó amablemente Liam.

-Hola, corazón. Bueno… Zayn se encuentra… indispuesto hoy, no irá a estudiar.

-¿Está enfermo?

-Digamos que sí. –Ella dejo de hablar un instante, y luego, algo alarmada, continuó. –Pero tranquilo, no es nada grave.

-¿Puedo pasar a verlo? Solo un momento, no será mucho tiempo.



De nuevo ese gran estremecimiento, y una extraña felicidad ahora, esa emoción era nueva, ¡Genial! Otra más para seguirlo confundiendo. No le gustaba hacer que su madre le mintiera a Liam, pero literalmente no mentía, él estaba indispuesto y no tenía nada grave.



-Ahora está durmiendo, creo que no es un buen momento.

-Claro, entiendo. Por favor, dígale que espero se recupere pronto.

-Por supuesto, Liam. Suerte en la escuela hoy.

-Gracias, y hasta luego Sra. Malik.

-Ya te dije que me llames Trisha, amor.



Liam solo rió un poco, o eso escuchó Zayn. Luego, después de sentir como su madre cerraba la puerta, regreso a su cama. Miró a través de su ventana, por suerte, desde el piso de abajo no se podía ver si había alguien ahí, todo gracias a que NUNCA limpiaba esa ventana.



Ahí estaba, Liam caminaba solo, hacía la esquina. Pero antes de doblar, el castaño le dedico una mirada a la casa de Zayn, o más claro, a esa ventana. Una mirada que Zayn pudo sentir con claridad cómo era dirigida hacía él. Parecía que lo veía, aunque era imposible.





*





Empezó a teclear en su celular, si no podía llamarlo porque lo despertaría, por lo menos, le dejaría un mensaje.



“Recupérate pronto. Ya me preocupaste. Xx”

Mi Chico Malo - Ziam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora