El ir a clases ya no era un martirio para Zayn, y de nuevo, su vida regresaba a la estabilidad con la que deseaba comenzar a iniciar una nueva historia. Los días pasaban rápidamente, y sin pensarlo, ya llevaba dos semanas de relación con Liam.
Siempre era muy tierno, más cuando Liam se ponía tímido por el solo hecho de pedirle un beso, o cuando le tomaba la mano en los lugares donde no había mucha gente. Ni siquiera necesitaban hablar, eso era más que suficiente para ver como ambos intentaban sacar a flote lo que sea que tenían entre ellos.
Harry y Louis iban a molestar al Malik de vez en cuando, y le lanzaban piedritas a su ventana para que saliera a verlos. Era obvio que si Trisha se enteraba que Zayn seguía hablando con esos dos, a esa mujer le daría un ataque al corazón.
Tampoco sabía aún lo de Liam, Zayn estaba esperando el momento en que su relación se volviera una real, porque sea como sea, aún ninguno podía decir con claridad que era lo que tenían. Porque un “Vamos a intentarlo” no quiere decir lo mismo que “Seamos novios” por muy raro que sonara.
Por eso, el Malik esperaba que dieran un paso más, ese paso en el que decidirían si las cosas estaban marchando tan bien como él creía.
También los celos de Liam eran muy tiernos, tocando ese tema, a Zayn le encantaba cuando el más alto se fastidiaba en los momentos en que el Malik hablaba de Harry o de Louis. Le gustaba ver su cara de fastidio y luego calmarlo con un beso, siempre era genial.
-¿Salimos mañana? –Le preguntó el castaño, dejando ya a Zayn en la puerta de su casa.
-¿Lo dudas? Siempre salimos.
-Sí, pero es especial, ya son dos semanas. ¿No?
-¿Cuentas los días, Liam?
Se acercó al más alto, colocando sus brazos en sus hombros, le mordió el labio inferior, todo Liam era perfecto. Era el mejor “novio” del mundo, si lo podía llamar así; pero era la realidad, el Payne se preocupaba por cada pequeño detalle, logrando hacerlo ver mágico, en vez de cursi y eso que Zayn odiaba lo cursi.
-¿Tú no?
Preguntó, rodeándolo en un abrazo, Zayn rozó sus labios, soltando una risa suave. –Culpable. –Dijo, antes de besarlo.
Su mundo estaba marchando perfecto, más de lo que alguna vez imaginó y lo mejor de todo, era que lo que sentía por Liam crecía más día por día, no se cansaba de tenerlo cerca, de abrazarlo, de pasar tiempo juntos, así sea haciendo… nada. Disfrutar del tiempo junto al castaño era lo mejor que le podía pasar.
*
-Así que, Zayn encontró el amor ¿No? –Rió Harry, tomando de esa botella de cerveza que tenía en la mano.
-Sí, quién sabe y también lo encontremos pronto. –Dijo Lou.
Caminaban de regreso a la casa de Harry, era algo tarde, por suerte Anne no solía marcarles demasiado, solo cuando su hijo o Louis salían solos, pero cuando ellos estaban juntos, era mucho más fácil que se cuidaran.
A menos, que pasara lo que sucedió ese día.
-Sigo pensando que quizás algún día, cuando toque al gatito, Liam me terminará mordiendo ¿Qué podemos hacer para caerle bien?
-Pues, Zayn ya nos aceptó, o algo así. Esperemos que él haga lo mismo.
Tomaron el camino largo, dejando que la brisa los calmara, seguían conversando con tranquilidad, pero algo no andaba bien, las calles estaban demasiado silenciosas, y para ellos, con ya cierta experiencia, eso no era bueno para esos lugares que normalmente eran tan transitados.
-Caminemos más rápido. –Susurró el Styles.
-Voto a favor.
Pero era tarde, solo bastó que dieran unos pasos más, y ya estaban rodeados por unas personas ya demasiado conocidas para ellos.
-Harry, Louis. ¡Amigos! Tanto sin vernos, cuánto tiempo.
Escuchaban la hipocresía salir de los labios de esa persona. Louis se acercó a Harry, consciente de que este estaba congelado de la impresión. No, no podían haberlos encontrado y menos tan rápido.
-Bueno, por sus caras parece que me extrañaron, o mejor dicho, nos extrañaron, ¿No? Chicos.
Los demás rieron ante eso. Bueno, estaban fritos. Josh seguía con su estúpida banda y los tenían acorralados.
