- Lo siento, tenía tantas ganas de hacerlo...- Se "disculpó" él, mientras yo seguía con los ojos abiertos como platos y colorada como un tomate. - Oye, Hyun...di algo...aunque sea un insulto - dijo riendo.
Puede que parezca raro, pero a mis diecisiete años, aquel fue mi primer beso. Y me sentía especialmente rara. Fue raro pero...al final me di cuenta de que me gustó mucho. Tardé en darme cuenta de lo que había pasado y me pasé la lengua por los labios para intentar volver a saborear los suyos. Realmente quería otro beso, y no, no pude contenerme. Me acerqué de nuevo rápidamente a él y le besé, dulcemente pero tan apasionado como para dejarlo con ganas de más. Me alejé de él lentamente mientras elevaba la mirada tímidamente para mirarle a los ojos.
Esta vez, él era el sorprendido. No esperaba que yo le fuera a corresponder. Él, simplemente soltó una risa nerviosa. Y yo, bueno, yo me limité a imitarle. Aquello parecía la típica escena de los adolescentes inocentemente enamorados.
- Bueno...¿quieres pasar? De verdad que tenemos que hablar. - Le ofrecí yo.
- Sí, vale. - Dijo mientras me seguía para pasar al interior de la casa.
Nos sentamos en el sofá, en el salón. Yo estaba muy nerviosa. Tenía tantas cosas que decirlo, pero tan poco valor para hacerlo. Empecé preguntándole por Haneul.
- ¿Has hablado con Haneul desde la noche del baile?
- Pues, no...la verdad es que no. Últimamente la veo menos por el instituto y falta mucho a clase. - Me contestó Jungkook. - Ella es tu amiga, ¿no? Podrías preguntarle dónde está o si está bien.
- ¿Y por qué no lo haces tú? - Le pregunté, pero se quedó callado y desvió la mirada. - Es porque quieres evitar el máximo contacto con ella, ¿verdad? Así, después será más fácil decirle lo que sientes. - Dije mirándole.
- Hyun, si acepté salir con ella no fue por maldad y mucho menos por hacerle daño. Estoy de acuerdo contigo en que habría sido más fácil decirle que no desde un principio, pero yo fui incapaz de hacerlo...- Dijo agachando la cabeza.
- Bueno, tranquilo. Hablaré con ella.
De pronto el móvil de Jungkook comenzó a sonar. Se disculpó y se alejó un poco para hablar, pero pude escuchar como decía "estaré allí enseguida".
- Lo siento Hyun, tengo que irme. Pero no des por terminada esta conversación. - Dijo, agarrándome el brazo para levantarme del sofá.
Me acercó a él y me besó cerca de los labios. Fue como si estuviera dudando entre si besarme en los labios o en la mejilla.
Cuando Jungkook se fue. Me acordé de todo lo que había pasado con Yong. Al día siguiente la buscaría. La buscaría por todas partes hasta encontrarla; porque aquella era mi segunda oportunidad.
*
Cogí el teléfono de casa y marqué el número de Haneul. Sonó un tono, dos...y no contestó. Realmente tenía ganas de hablar con Haneul. Me tenía preocupada y quería saber cómo estaba. Cogí mi móvil y busqué la conversación que tuve un día con Yoona, en la que me decía donde vivía Haneul.
Cuando lo encontré, vi que no estaba muy lejos, y decidí ir andando.
Cuando salí de casa, noté mucho el frío viento que hacía aquella noche. Era normal, ya que era ya trece de diciembre. Caminaba agarrándome fuertemente el abrigo y procurando que no se me volara el gorro.
Cuando llegué, vi que la casa de Haneul era enorme. Parecía una mansión de película, y no me extrañaría que me abriera la puerta un mayordomo. Pero cuando llamé, me abrió una señora de mediana edad, muy bien peinada y elegantemente vestida.
- Hola, soy Hyun, una amiga de Haneul. ¿Está en casa?
- Sí, está en su cuarto. Pasa. - Me dijo la que parecía ser su madre, muy seria.
Cuando entré no me llevé una sorpresa al ver lo bien decorada que estaba la casa. Todo estaba limpio como una patena. Las paredes estaban blancas y el suelo se veía reluciente. Todo estaba muy ordenado y colocado en su sitio. No se parecía en nada a mi casa, donde podías encontrarte una caja de pizza en el baño, o un pijama sucio en el sofá.
Cuando subí las escaleras me encontré con una chica muy parecida a Haneul.
- Hola. ¿Quién eres tú? - Me preguntó ella.
- Soy Park Hyun, una amiga de Haneul. - Le saludé tendiéndole mi mano, pero ella no me correspondió, y la retiré desviando la mirada.
- Yo soy Suji, su hermana. Está en su habitación, al final del pasillo. - Dijo señalando la puerta. Y acto seguido se marchó. Me pude fijar en que ella también iba muy arreglada. Tal vez iban a una cena, y no era el mejor momento para hablar con Haneul.
Me dirigí a su cuarto y abrí la puerta. Fue un error mío el no llamar a la puerta; porque tal vez Haneul no quería que nadie la viera llorar.
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