d i e c i s é i s

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MARATÓN: 5/5 ♡

- Mira por la ventana...- Susurré leyendo el mensaje de Jungkook. Me dirigí a la ventana esperando encontrar a Jungkook haciendo alguna tontería para que hiciéramos las paces, pero no fue eso lo que vi.

Junto a mi casa había gran árbol cuyas ramas tocaban mi ventana. Y en aquel momento había una nota clavada en una de ellas. Me incliné un poco para coger la nota, y cuando lo conseguí lo leí.

Era de Jungkook y me decía que nos viéramos en el parque frente a la biblioteca a las siete de la tarde. En la esquina inferior de la nota había dibujado un lazo. Qué raro. ¿Por qué no me dijo que nos viéramos por mensaje? ¿Por qué lo de la nota?

Decidí olvidarme de Jungkook y de la nota, el resto del día. Aún no sabía si iba a ir. Últimamente todos mis problemas estaban relacionados con una sola persona; y ese era Jungkook. Estaba un poco harta de que todo en mi cabeza tuviera que ver con él. Por eso decidí relajarme en mi habitación y no salir en todo el día; a no ser que decidiera asistir a la citación.

Mi madre había entrado varias veces en mi habitación, a pesar de que le hubiera dicho que no lo hiciera.

- Hyun...¿Vas a decirme lo que te pasa o te lo tendré que sacar a la fuerza? - Me preguntó mi madre.

- No tiene por qué pasarme nada. Sabes que es perfectamente normal en mí quedarme en mi dormitorio todo el día.

- Sí. Pero lo que no es perfectamente normal es que me digas que no entre en tu habitación. - Vale, me había pillado.

-...Vale, me has pillado. Eres buena. - Le dije entrecerrando mis ojos. - No es nada en especial. Es que últimamente tengo muchas preocupaciones y muchas cosas no salen como yo esperaba. - Empecé a decirle. - Es decir, mira mi vestido...- Le dije señalando la silla donde se encontraba, todo manchado.

- No te deprimas por eso, cielo. Existe la lavadora, ¿sabes?

- JA JA. - Reí sarcásticamente. - Sabes perfectamente que no es solo por el vestido.

- Mira, sé que a veces necesitas olvidarte de todo y estar solamente contigo mismo, pero al aislarte de los problemas no les va a dar una solución. Si las cosas no salen como estaba planeado por algo será. Así que lo que debes hacer es levantarte, sacudirte el polvo e intentar hacerlo mejor la próxima vez. No te comas la cabeza por problemas que tienen solución.

Cuando terminó de hablar me dio una palmada en la espalda y se levantó para marcharse.

Debería haberle dado las gracias a mi madre por aquella charla...pero no lo hice. Como odiaba que me fuera tan difícil decir una simple palabra: Gracias.

*

Eran las seis y media y yo seguía debatiéndome internamente sobre si ir o no al lugar que decía la nota. La respuesta era sencilla, pero saber cuál era no.

Estaba tendida sobre mi cama, con un cojín sobre la cara, cuando llamaron a la puerta de casa. No fui a abrir pensando que iría mi madre, pero volvieron a llamar. Claro, si mi madre había salido. Me levanté resignada de la cama y fui a abrir.

Cuando abrí la puerta encontré a una Yoona agobiada y con la cara llena de lágrimas.

- Yoona. ¿Pero qué pasa? ¿Ha pasado algo? - Le pregunté preocupada, sujetándola de los hombros. Ella no se contuvo y se lanzó a abrazarme.

- Es Amber...- Me dijo entre lágrimas. ¿Amber? Mi corazón se detuvo por un momento y mis ojos se cristalizaron cuando vi que el motivo de las lágrimas de Yoona era Amber.

- ¿Qué...qué ha pasado con Amber? - Le pregunté con mucho miedo.

- Ha tenido un accidente. Iba en la moto con su hermano y un autobús se cruzó por delante suyo. - Me dijo con dificultad y con lágrimas brotando de sus ojos.

- ¿Pero dónde está? ¿Es muy grave?

- Están en el hospital. Ella iba conduciendo y por eso está más grave que su hermano.

Sin pensarlo dos veces, cogí rápidamente las llaves de casa y salí corriendo con Yoona hacia el hospital.

Fuimos corriendo, porque el hospital no estaba muy lejos, y no quisimos perder el tiempo pidiendo un taxi.

Amber ya había tenido un accidente con la moto antes, pero fue menor y no fue nada grave. Pero en aquel momento sus padres le dijeron que si volvía a pasarle algo relacionado con ese "trasto", buscarían algún internado para mandarla, donde estuviera segura y donde estuviera controlada. Sus padres trabajaban durante todo el día, y ella se pasaba el día prácticamente sola cuando estaba en su casa. Por eso decían lo de estar controlada.

Llegamos al hospital y preguntamos por Amber. Nos dijeron que la habían operado y estaba estable, pero no podíamos pasar a verla. Yoona y yo nos sentamos en la sala de espera, donde se encontraban sus padres y la novia de su hermano.

Dejé a Yoona allí, para ir al baño y lavarme un poco la cara, para despejarme. Me acerqué al lavabo y me incliné para coger agua y mojarme la cara. Cuando levanté la cabeza, y me sequé la cara y las manos, miré mi reflejo en el espejo y me dije a mí misma con una forzada sonrisa: "Todo problema tiene solución".

De pronto alguien abrió la puerta del lavabo de una patada.

- Y hoy, Park Hyun ha vuelto a dejarme plantada. Por segunda vez en la historia de la humanidad. - Me dijo una chica vestida con una chaqueta vaquera y unos pantalones vaqueros, negros y rotos por la rodilla. Llevaba unos grandes zapatos negros que cubrían su pie hasta la zona del tobillo. Tenía una melena muy corta que ni siquiera le llegaba a los hombros; y un rebelde flequillo se deslizaba por su frente.

- ¿Te conozco? - Le pregunté extrañada.

- Vaya...- Dijo y soltó una risa sarcástica, mientras se sacaba un paquete de tabaco del bolsillo de la chaqueta. - ¿No me digas que ya te has aburguesado tanto que ya me has olvidado? Es lo típico. Todos los que abandonan sus raíces acaban olvidando de dónde vienen. - Dijo acercándose un poco a mí, mientras ponía el cigarrillo sobre sus labios.







Cigarettes in a Book ❀ jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora