No tan lejos | MinaYeon

I

Im Nayeon era una chica feliz y sociable que vivía con sus padres en Corea del Sur. Salia siempre con sus amigas de hace años, Jeongyeon y Dahyun. Era la más inteligente de su clase, siempre con notas altas y casi todos de su clase querían salir con ella, inclusive las chicas, aunque estas últimas no eran tan directas como los chicos, aun así, ella rechazaba a todos. Nunca se enamoraba tan fácil, por ahora no se enamoró tan fuerte de alguien.

Pero todo cambio en su vida cuando descubrieron a su madre con cancer cerebral, su padre se esforzaba mucho en el trabajo para poder pagar la operación, la comida y el alquiler de la casa. Pero todo el esfuerzo fue en vano. Al año siguiente su madre murió en la operación.

Esto cambio mucho la vida de Nayeon y la de su padre. Aquel empezó a emborracharse y llorar por las noches, no era el único que lloraba, Nayeon también. Toda su familia había abandonado a su madre y a su padre. Así que estos tres vivieron siempre juntos y felices a pesar de lo poco que tenian.

Saber que acabas de perder a una de las dos únicas personas que más amabas se haya ido no es nada lindo. Nayeon sabia que algún día iba a morirse, pero ella quería que sea de anciana y no por un maldito y doloroso problema.

Al otro año, decidieron mudarse a Tokio-Japón, ellos ya sabían ese idioma. Lo aprendieron solamente para saber algo nuevo, nunca iban a saber que irán a Japón. Su padre necesitaba un aire nuevo, pero no fue solamente por eso, sino por su trabajo. Su jefe era muy buena persona, y sabia por todo lo que había pasado él y su hija, así que para ayudarlos decidio mandarlos a una pequeña y comoda casa de dos pisos en Japón; y no hizo solamente eso, sino que también lo ascendió en su trabajo. Aquel se había esforzado mucho y todos los sabían, realmente se lo merecía. Ahora aquel buen hombre es Sargento.

Así es, su padre es policia hace cinco años, desde el día que su madre tenía cáncer él trabajaba todos los días arriesgando su vida a veces. Dormía una hora y comía en cinco minutos cada dos dias. Así fue siempre. Nayeon solo espera que su padre cuando lleguen a Tokio: este con ella, duerma mejor y pueda comer mejor.

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Myou Mina, por otra parte ya era de Tokio-Japón. En la escuela no era muy popular, pero a todos les gustaba por su figura y su lindo rostro fino. Pero ya saben, nunca faltaba el típico idiota que hace bullying. Aquel joven, llamado SeHun, la molestaba porque vestía siempre negro y porque siempre la encontraba leyendo un libro diferente.

Sus padres nunca estaban para escucharla, se la pasaban trabajando, su padre era un completo idiota; era bueno con otras personas pero, tomaba, fumaba, se drogada, le pegaba a su mujer, a su hija, etc. Y aún así de idiota tenia un buen trabajo en una buena empresa y a dos hermosas mujeres que merecían más que lo que él les daba. Su madre, en cambio, era muy buena con su hija, cuando era pequeña le enseñaba todo lo que quería saber. Ahora ya no puede debido a su trabajo. Trabajaba de sirvienta para unos ricachones conocidos, los Kim. Por suerte eran buenas personas; ella sufría aquellos golpes de su marido en silencio y se los tapaba con maquillaje, y si alguien la descubría decía que se cayó o se golpeó sin querer --típico--.

Un día, Mina y sus padres salieron para ir a casa de su abuela (de parte de la madre) por su cumpleaños. Todo el viaje estuvo tranquilo, hasta que los padres de Mina empezaron a discutir. La menor se puso lo auriculares para no escucharlos, pero a los diez segundos de haberse puesto aquellos, lo único que pudo sentir fue un gran golpe brusco.

Todos saben que los padres de Mina murieron, pero de ella no saben si esta viva o muerta. Nadie sabe más desde ese entonces, solamente dos chicas; Momo y Sana, eran muy amigas de Mina. Pero siempre que se les preguntaba qué pasó con su amiga no les respondían nada y seguían haciendo sus cosas, era como que nadie les había preguntado nada. Así que las personas se cansaron y dejaron de preguntar por la familia Myou.

Pero, de alguna forma, Mina aún seguía rondando por algunos lugares. Las personas no la veían, ni la escuchaban, eso hacia sufrir mucho a la joven. Hasta que pronto alguien apareció. Una chica, y ¿quién diría que aquella chica podría verla, escucharla y sentirla?

¿Quién diría que aquella chica terminará cambiando de nuevo su vida?