Anything you need [Segunda parte de BAD HABITS]

Parte 23. Escondido

Escondido: Persona que está en un lugar en el que no pueda ser vista o de manera que no pueda ser vista.

“Cualquier puede esconderse. Enfrentar los problemas y buscar la solución es lo que te hace fuerte.”
–Sarah Dessen
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Nos besábamos en la cocina, por supuesto era secreto. Después de las constantes discusiones con Miles lo mejor era mantener un bajo perfil o al menos intentarlo. Pero no sólo con él, sino también por Taylor, ella parecía una buena persona, aunque un poco frívola, tampoco era adecuado que fuéramos tan cínicos.
Algo había cambiado, ya no se trataba del sexo, ahora era sobre el deseo de estar juntos haciendo cualquier cosa, quizá así había sido siempre.

—No... No —dije entre murmullos separándome de sus labios

— ¿Por qué no? —preguntó por trigésima cuarta vez en todo este tiempo, sabiendo que la respuesta sería la misma

—No debemos hacerlo —respondí por trigésima quinta

—Un beso es lo menos, cariño

—No me hables de esa manera, me lástima

Él me miró sereno, pero igual incómodo por mi comentario. Las cosas no eran sencillas, todo lo que había pasado, entorpecía mi vuelta a su lado. Intentaba no recordar el pasado, pero parecía que ambos estábamos encadenados de una pierna a todos los sucesos que nos separaban, culpando consciente o inconscientemente al otro por nuestros continuos fallos.

—Supongo que continuaras aquí ¿verdad? —dijo al fin

—Aún no lo sé, no sé qué sea mejor para "nosotros" —dudé al decir esa última palabra

— ¿Por eso pediste a la Broadcasting House que interviniera?

— ¿Cómo lo sabes? —refuté con sorpresa

—Tengo muchos contactos ahí

— ¿Y te avisan de todos mis movimientos? —dije con molestia

—Algo así... ¿Por qué te molesta? ¿Planeabas no decirme? —respondió a la defensiva

—Al contrario, Alex, digamos que al menos me hubiera gustado decírtelo yo

—No vamos a discutir por esto —se dio la vuelta

—Mejor di, que no quieres hablar del tema

—Es obvio, estás hablando de largarte cuando las cosas más o menos se están arreglando...

— ¿Estás bromeando, verdad? ¿Llamas arreglar, a besarnos y cogernos a escondidas de todos? Wow, las cosas nunca estuvieron tan arregladas entre nosotros

—Eres imposible, Erin

—Será mejor que me vaya

—Alto... —me jaló por el brazo y luego me tomó por la cintura

—Alex, por favor no...

—Shhh —colocó su índice sobre mis labios

De un momento a otro, Taylor y Miles entraron a la habitación, creando un ambiente de tensión al vernos en esa situación de manera dudosa e insistente.

—Disculpen —dijo Miles—. No sabíamos que estaban aquí

— ¿Pasa algo? —preguntó la rubia clavando sus tristes ojos azules en los míos

—No —Alex me soltó y se alejó de mí—. Sólo charlábamos

—Disculpen —salí de la habitación y caminé sin rumbo por la casa que habían rentado

No pensaba nada, no decía nada, no esperaba nada. En mis pasos perdidos de pronto encontré a Miles frente a mí, observándome con una mirada acusadora.

—Me espantaste —brinqué ligeramente al verlo

—Se llama culpa

—No estábamos haciendo nada malo

—No te estoy pidiendo explicaciones... Pero ya que lo mencionas, sería bueno que no al menos no fueran tan cínicos...

—No sé de qué hablas... Tengo que irme —me di la vuelta

—Hablo de que al menos deberías dejar de acostarte con él hasta que termine con ella, si es que algún día la deja —añadió con un tono cruel en su voz

Lo miré en silencio, pude sentir como mis ojos se cristalizaban pero no dije nada. Él continúo:

—Creía que si quiera había algo de bondad en ti, pero ya veo que no

— ¿Terminaste? —dije tomando aire

—No, aún no —se acercó molesto a mí

—Es una lástima porque no pienso quedarme a escucharte

—Es obvio, a nadie le gusta que le digan sus verdades

—No es eso —dije con la poca fuerza que me quedaba—. Ya sé que no soy perfecta, pero me duele que tú también comiences a tratarme de esa manera despectiva y cruel

Miles me miró sorprendido, como si hubiera salido de un trance con mis palabras, su expresión dura cambió e intento arreglar la situación.

—Erin, escucha...

—No, escúchame tú a mí, yo sé que soy una perra sin corazón que lo jodió todo, con él, contigo, con todos, pero esperaba que al menos tú intentaras ponerte en mi sitio, no que me trataras con el mismo desdén con el que él lo hace, porque créeme de ser así, no te necesito... No quiero a dos hombres que me traten igual...

Ignorando sus palabras, me dirigí a la puerta y la azoté al salir con la mayor fuerza posible, esperando que eso pudiera ayudarme a sacar todo el dolor que tenía por dentro. Pero no funcionó... Nunca funcionaría.