IX

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"Un miembro del clan de cazadores me despertó bastante temprano. Estaba tan dormida que no reconocía el uniforme que me habían dado. El soldado estaba apurado por lo que me gritaba. Salimos del campamento. Iba acompañada de 4 soldados en total: el que me despertó, de apodo "toro", "zarigüeya" un chico flaco miembro de la inteligencia del campamento, "fusilero" y "caníbal". Antes de ir al lugar en el cuál se desarrollaría la misión, "zarigüeya" tomó un mapa y señaló con un marcador rojo, una cruz cerca de la plaza principal. Los otros tres soldados me miraban desconfiados. Y quién no. Era apenas una niña de 11 años con un uniforme grande y botas ridículas. Emprendimos camino hacia el punto de encuentro. Nadie me explicaba nada de lo que ocurría, ni cuál era el plan. Al llegar al punto los 4 soldados me pidieron que me mantuviera agachada y escondida: habíamos llegado a un campamento de vigilancia muy pequeño de la "armada azul". Había dos carpas y una fogata en el medio. A la entrada de cada carpa se tenía recto un guardia con un rifle de asalto apoyado en el hombro. Supuse que dentro de las carpas se encontraban personas importantes. "Toro" me dio un cuchillo de guerra y una pequeña pistola sin antes decirme que no era un juguete. Puede que tuviese una cara de confusión total por lo que "zarigüeya" se acercó y me enseño como empuñar el cuchillo y poner seguro a la pistola.

- De todas maneras no necesitarás muchas balas.

Fue en ese momento que me explicaron el plan: ejecutar a los guardias en silencio y por sus espaldas, esconder los cuerpos entre los arbustos, luego matar a las personas que se encontrarán adentro, y finalmente huir lo más rápido posible. Me aterraba la idea de matar a alguien, por lo que me dieron náuseas. "Caníbal" me dijo que era difícil matar a alguien la primera vez pero que era parte de la prueba. Sin embargo no querría hacerlo. Una niña a esa edad jugaba, no andaba matando gente. Cuándo estuvo todo listo avanzaron hacia el campamento. Evitamos las luces o acercarnos mucho a la fogata. La ropa negra ayudaba bastante en el sigilo de la misión. "Fusilero" y "Caníbal" ejecutaron a los dos guardias y escondieron sus cuerpos velozmente entre los arbustos. A "zarigüeya" y a mí nos tocaba asesinar a las personas dentro de las carpas. Abrí el cierre muy cuidadosamente, y ya adentro no pude cumplir con mi orden. No podía matarlo. Él no me había hecho nada. El tiempo que me tomé hizo que el hombre despertará y apenas me vio, me pateó fuera de la carpa. Los 4 soldados estaban esperando entre las sombras y al ver esto se acercaron y mataron al miembro de la "armada azul" justo antes de que activara la alarma. Corrimos lejos del lugar, y al estar seguros de que nos habíamos alejado lo suficiente "toro" me gritó:

- ¿¡Acaso eres estúpida!? Pusiste la misión y nuestras vidas en riesgo

- Lo...lo...

- Lo siento, lo siento...- Me repetía con voz llorosa- una disculpa no arreglará el lio que casi armas

"Zarigüeya" se interpuso en ese momento:

- Vamos déjala en paz. Es apenas una niña...

- Que sea pequeña no es un pretexto

- ¿Acaso te escuchas?

- Yo a esa edad...

- Tú a esa edad comías tierra, Ernesto.

Supe su nombre. En ese momento Ernesto casi se le lanza encima, pero "fusilero" y "caníbal" lo detuvieron. Lo calmaron y "zarigüeya" me explicó que pertenecería a los exploradores. Me faltaba la chispa de barbaridad. Volvimos al campamento. Al llegar "zarigüeya" explicó al clan que era una exploradora mientras que Ernesto hacía un "briefing" de la misión. Al terminar El líder "B" se me acercó y me felicitó dándome palmadas en el hombro. Sentí en él un poco de decepción. Seguro "toro" exageró la situación y me hizo quedar mal. Bueno hasta ahora, no soy la "favorita" del líder."

Quedé en silencio un rato. Después empecé con mi ronda de preguntas.

- ¿La prueba es la misma para todos?

- En realidad no. Algunos van a misiones planeadas, mientras que a otros los mandan de vigilas a los alrededores.

- Me parece injusto.

- Es difícil encontrar justicia.

- ¿Y que debes hacer como exploradora?

- Pues la palabra lo dice todo: explorar. Debo encontrar campamentos de la armada, o bodegas. Saquear lugares en busca de recursos para mantener la base en pie. Y bueno o más aburrido. Toda la acción se la llevan los cazadores: Son ellos que desmantelan los campamentos y reducen la armada. Y también descubren territorios hostiles, a los cuáles los exploradores no acceden por el peligro que esos territorios representan. Cuándo se asegura la zona nos permiten entrar y buscar todo lo interesante.

- Suena...

- Sí...muy aburrido...puro bla bla bla

- No iba a decir eso.

- Claro que sí...

- ¿Y ya has matado a alguien?

La pregunta pareció incomodar a Anahí. Pero finalmente respondió:

- Una vez. En media exploración me encontré con un tipo miembro de una pandilla. Al verme intentó matarme sin más: empezó a golpearme y tirarme contra las paredes. No reaccioné, pero cuándo lo hice tomé el cuchillo que todo explorador lleva en su pierna y se lo clavé en...emm

- ok, ok entendí el punto. Sigue

- Gritó de dolor y por suerte no iba acompañado. De repente me sentí invadida por la furia y lo maté apuñalándole repetidas veces. Lo vi muerto y vomité. Me sentí del asco. Al fin y al cabo era una persona...

- Que te quiso matar.

- Sí, pero algo nos queda de humanos ¿o no?

No quise responder. En ese instante llegó Raquel. No sabía cómo había llegado justo a ese lugar. Al vernos ambos quedamos impresionados. Y ella preguntó:

- ¿Vaya que haces aquí?

- Le pedía a la pequeña más información acerca de mi clan.

Seguro la mirada de Raquel fue mortal, por qué en ese mismo instante Anahí se despidió y salió del comedor apresuradamente.

- Dime Raquel, ¿a ti que tal te fue?

- Bastante bien la verdad. Todos fueron muy amables y me dijeron que mañana empezaré a reforzar la seguridad del campamento. ¿Qué tal tu clan?

- Pues parece que todos me odian en realidad. Sobre todo Mateo...

- Qué raro, se portó muy amable conmigo

Yo sabía que lo hacía a propósito, pero lo dejé pasar.

- Conmigo fue lo opuesto.

- Ya hablaré con él.

- Oh por favor no.

Ella sonrió ante esa reacción. No era normal que me portará así.

- ¿ Sabes si nos veremos?- le pregunté

- En realidad no, pero estamos en el mismo campamento y no creo que tú pases afuera ¿o sí? Vamos se positivo.

- Lo haces parecer tan fácil

En ese momento unos guardias entraron y nos pidieron que nos dirigiéramos al salón principal. Algo había pasado...

Resistencia BWhere stories live. Discover now