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Adeline al enterarse de tal noticia no podía creerlo. ¿Ella estudiar en Hogwarts? Cuando era niña era lo que más quería, pero ella asistió a Durmstrang durante dos años y fueron los mejores años de su vida. Simplemente no se hacia la idea de dejar a su mejor amigo Andras, dejar a otras todo lo que ha logrado en Durmstrang. ¿Qué le dirá a su mejor amigo? Que sus padres ahora decidieron mandarla a estudiar a Hogwarts de un día para otro solo porque querían que estuviera más cerca de la familia, totalmente absurdo. Andras no le crearía porque sabe la inestable relación que llevaban con los Weasley.

No podía creer que le hicieran esto, de pequeña la alejaron de las cosas que la hacían feliz y ahora la alejan de Durmstrang. El único lugar donde podía ser ella misma y sin que ellos sean un obstáculo, ahí la querían y la apreciaban.

Toda la familia Weasley se encontraba en la estación de trenes. Adeline realmente no quería asistir a Hogwarts. Ella estaba totalmente feliz con sus amigos y su mejor amigo András en Durmstrang.

Adeline veía como su madre se despedía de Ron y después su hermano se dispuso a subir al tren. Después de eso su madre se dirige a los gemelos, que se encontraban al lado de ella.

—Ahora, ustedes dos... Este año tienen que portarse bien. Si recibo una lechuza más diciendo que han hecho... Estallar un inodoro o...

—¿Hacer estallar un inodoro? Nosotros nunca hemos hecho nada de eso.

Los gemelos parecían extasiados hacia aquella idea y la actitud que tomaron irrito a Adeline. Después que le dijeran la noticia ella se la pasa rodando los ojos, de brazos cruzados y respondiendo sarcásticamente para godo.

—Pero es una gran idea, mamá, gracias.

—No tiene gracia. Y cuiden de Adeline.

—No te preocupes la pequeña Addy estará segura con nosotros —Fed la tomo por los hombros y me revolvió el cabello.

—Cállense y quítate Fed— quita bruscamente el brazo de su hermano con desagrado reflejado en su rostro.

Se notaba que la chica no estaba de humor para soportar a sus dos hermanos mayores, mucho menos lo estará para soportarlos lo que resta del año.

El tren silba anunciando que falta menos para que parta, haciendo que su madre despida rápido a los gemelos dejándola sola con ella.

—No causes problemas Adeline.

Fue lo único que dijo para después verla marcharse. No la abrazo y mucho menos la despido como los demás, eso le dolió. No sabia porque la trataba de esa forma, tan fría y distante como si ella no fuera su hija y solo fuera una desconocida. Suspiro y solo camino hacia el tren que ya estaba por partir, dejando ese desagradable sentimiento atrás que siempre sentía cada ves que su madre la trataba así.

Estando dentro del tren no tenia idea hacia donde ir, sus hermanos no querían estar cerca de ella y no conocía a nadie para acercarse. Avanza tratando de buscar un compartimiento desocupado, pero viendo que fue de las últimas en subir vio imposible que alguno este solo. Paso por uno y noto que estaba vacío, en seguida toma la puerta y la abre. Notando que se equivocó, en el estaba un chico que aparentaba su edad o más grande.

—Lo siento, creí que estaba desocupado.

Examina la apariencia de aquel muchacho. Era rubio platinado, con expresión seria e intimidante. Eso a Adeline le causo curiosidad e intriga

—Puedes quedarte. —su voz era similar que su apariencia. Fría, intimidante pero atrayente y podría decirse que hasta adictiva.

Iba a seguir buscando, pero la oferta del chico era tentadora y no porque el fuera realmente atractivo, sino porque era una oportunidad de hacer a un amigo y de por fin encontrar un lugar.

—Claro. —susurra. Podría decirse que se sentía algo intimidada y eso es impresionante. Adeline Weasley no se intimida ante nadie.

Tomo asiento a lado de la ventana, así quedando uno al frente del otro.

—Nunca te había visto, ¿por qué?

El ceño del chico se frunce, su mirada es de curiosidad. Jamás había visto a otros pelirrojos que no fueran los Weasley, pero esa chica no le daba esa vibra de traidores de la sangre como ellos se la daban. Ella mas bien tenia esa vibra de confianza y elegancia, cosa que le extraña. Y era hermosa, no lo negaría.

—Estudiaba en Durmstrang, este es mi primer año en Hogwarts.

Ese dato hizo que su curiosidad hacia aquel hermosa chica aumentará. No conocí a muchos que estudiarán ahí.

—Yo iba a estudiar ahí, es uno de los mejores para perfeccionar la magia negra.

—¿Por qué no lo hiciste? Estudiar ahí es fabuloso, seguro te hubiera encantado.

Adeline lo dijo mientras recordaba la maravilla que era Durmstrang y ante esto sentía algo de tristeza, en serio le encantaba estudiar ahí.

—Mi madre no lo quiso, dijo que no quería que estuviera estudiando demasiado lejos.

—Es demasiado aislado, Hogwarts es el más cercano.

—Tienes razón —el chico lleva sus manos a su regazo, donde conservaba un libro de pociones —ah todo esto, ¿tienes idea a que casa iras?

Sus hermanos les habían hablado respecto a las cosas de Hogwarts, diciendo que tenia que pertenecer a Gryffindor que es donde todos los Weasley han pertenecido.

—Aún no lo sé, toda mi familia pertenece a Gryffindor.

El al escuchar la casa Gryffindor hizo una mueca de desagrado demasiado notaria para Adeline.

—La mejor casa de Hogwarts es Slytherin, no te dejes influenciar por un par de leones cobardes.

Adeline ríe ante lo dicho, llamo a su familia cobardes y a su parecer no se equivocaba. Le agradaba ese chico.

—Bueno, me encantaría estar en la mejor casa de Hogwarts.

Por primera vez desde que supo que vendría a Hogwarts Adeline muestra una sonrisa verdadera.

—Por cierto, soy Draco.

Quien diría que esa sonrisa verdadera era dirigida y gracias a Draco Malfoy.

—Adeline. 

Adeline Weasley「Draco Malfoy」Where stories live. Discover now